Cinco mentiras sobre la situación económica actual que se deben tomar en cuenta a la hora de votar en la segunda vuelta electoral

HECHO. Las malas decisiones económicas afectan directamente a los ciudadanos.
HECHO. Las malas decisiones económicas afectan directamente a los ciudadanos.

La situación económica es más compleja de lo que los políticos suelen admitir en campaña. El Estado tiene más gastos que ingresos.

Antes de votar en la segunda vuelta electoral, que está prevista para el próximo 15 de octubre de 2023, se debe tomar en cuenta que en el debate público se repiten lugares comunes sobre la economía.

Esos lugares comunes, en muchas ocasiones, son falsos, puede llevar a errores y a apoyar propuestas impracticables que traerían más perjuicios que beneficios.

A continuación, se detallan 5 falacias sobre la realidad económica del país:

1 Las reservas internacionales del Banco Central están guardadas en un banco en Suiza, en lugar de estar aquí dinamizando la economía, para el crédito productivo, para la salud y la educación.

Propuestas como las de la candidata finalista, Luisa González, de gastar $2.500 millones de las reservas se basa en la falsa creencia de que el Banco Central del Ecuador (BCE) guarda dinero ocioso; pero LA HORA ya ha analizado que las reservas no son estáticas y sirven todos los días para mover la economía.

Manuel González, economista ecuatoriano y exasesor presidencial, quien ha estado vinculado a la Reserva Federal de Estados Unidos, explicó que tomar las reservas internacionales provocaría que no existan recursos líquidos ni para cubrir los depósitos de las instituciones financieras en el BCE, es decir, el dinero depositado por los ecuatorianos en bancos y cooperativas.

“Al no haber suficientes recursos en el BCE para cubrir los depósitos de las instituciones financieras, se puede producir una corrida bancaria que al final nos saque de la dolarización. El Gobierno central, el de Lasso, apenas tiene $500 millones en la caja. Entonces, aunque fuese cierto que ese dinero está depositado en Suiza, tomarlo significará dejar al BCE en malas condiciones en caso de que el público requiera sus dineros”, puntualizó.

Un reciente análisis de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) fue más allá y conectó la propuesta del candidato vicepresidencial, Andrés Arauz, sobre los ecuadólares con el anuncio de González de gastarse las reservas internacionales.

El resultado es precisamente lo contrario de lo que aseguran que es su meta. En lugar de más actividad económica, se produciría menos, los ciudadanos verían mermada su riqueza, se tendría menos dinero para pagar a proveedores y el funcionamiento de servicios públicos, entre otros efectos negativos.

2 Lasso ha tenido buenos precios del petróleo, pero esos mayores ingresos no se ven en ninguna parte.

Los ingresos petroleros representaron menos del 10% del PIB en 2022, mientras que durante el régimen de Rafael Correa, representaron mucho más del 10%, en promedio.

Ante la pregunta de a dónde ha ido el dinero del petróleo durante el Gobierno de Lasso, la respuesta, de acuerdo con Manuel González, es que ha servido para reducir el nivel de endeudamiento y el déficit fiscal, que promedió casi 9% del PIB (más de $9.000 millones al año) en el segundo mandato de Correa, y cayó al 1% del PIB en 2022 (menos de $2.000 millones)

Los impuestos que se recaudan cada año solo alcanzan para pagar sueldos, bonos sociales, transferencias, entre otros gastos corrientes. Si se quiere gastar más en obras, primero se debe bajar el nivel de deudas para que a mediano y largo plazo haya más espacio para conseguir créditos para proyectos de inversión, en lugar de endeudarse para pagar deudas anteriores que están por vencer, como ha sucedido en Ecuador.

Así, el dinero del petróleo sirvió para hacer algo de obra, pero sobre todo para buscar bajar el endeudamiento estatal para que en un futuro no se necesiten ajustes más fuertes o subidas de impuestos

Esta política funcionó relativamente entre 2021 y 2022; pero en 2023 se dispararon las presiones de gasto, se desplomaron los precios del crudo. Ahora se prevé que el país volverá a tener un déficit (más gastos que ingresos) de más de $4.000 millones.

3 Lasso ha malgastado el dinero que «sobra» por no importar combustibles debido a las hidroeléctricas construidas en el correísmo

La generación termoeléctrica se ha mantenido en niveles similares desde 2017, por lo que este Gobierno no está contando con ahorros por la generación hidroeléctrica. El ahorro de no importar combustibles para generación termoeléctrica ya los disfrutó el régimen anterior y se han mantenido hasta ahora. En cualquier caso, seguimos con un déficit fiscal que empeorará este 2023. No «sobra» la plata.

4 El subsidio a los combustibles no existe. El ahorro fiscal que podría generar la focalización del subsidio a los combustibles ha sido saboteado varias veces desde 2019. Ecuador gasta $4.500 millones anuales en mantener las gasolinas artificialmente baratas. Eso representa un gasto por ecuatoriano de $250, que es más del doble que en países mucho más grandes como México.

La mayoría de ese gasto se va a los sectores de mayores ingresos, al contrabando y a actividades como la minería ilegal.

El subsidio es real y sale de la diferencia entre el costo alto al que importamos combustibles y el precio artificialmente bajo al que vendemos en el mercado interno.

El monto total representa casi tres veces lo que se gasta cada año en la Policía Nacional, o casi el doble de lo que se destina a salud pública.

El próximo presidente deberá tomar medidas al respecto para evitar más endeudamiento, menor calidad de servicios públicos y menos crecimiento económico.

5 Lasso debería haber contratado cero de deuda pública porque no ha hecho obras.

Mientras el Gobierno tenga déficit en sus cuentas (más gastos que ingresos), la deuda pública seguirá aumentando (es la única forma de financiar el déficit).

Al bajar el déficit reduciendo la inversión pública, se desacelera el ritmo del endeudamiento, pero no se evita que la deuda siga subiendo.

Lasso ha hecho obra a menores niveles de otros Gobiernos porque el país acumuló, durante los periodos de Correa y Moreno, una deuda cara y en malas condiciones.

Ecuador es considerado uno de los países más riesgosos de la región. No podemos, como hacen otras economías, emitir bonos de deuda externa porque es muy caro (más de 15% de interés) y por eso la única opción ha sido endeudarse con multilaterales a cambio de intentar manejar mejor las finanzas públicas. (JS)