Las reservas del Banco Central sustentan la dolarización y deben estar lejos del populismo económico y político

HECHO. El Banco Central solo es custodio de los depósitos de terceros.
HECHO. El Banco Central solo es custodio de los depósitos de terceros.

El dinero depositado en el Banco Central se usa todos los días y es la base de la liquidez en la economía nacional. Usarlo arbitrariamente para gasto público es ilegal.

Todavía no inicia formalmente la campaña electoral, pero varios precandidatos ya han manifestado su convencimiento de que se puede echar mano a las Reservas Internacionales depositadas en el Banco Central del Ecuador (BCE) para reactivar la economía y financiar el gasto público

Así, por ejemplo, en una entrevista con LA HORA, Yaku Pérez, precandidato a la Presidencia de la República, dijo: “Vamos a tomar una pequeña parte de los $9.000 millones de la Reserva Monetaria, no todo, sería una irresponsabilidad, una partecita, mil millones de dólares se tomarían para dar créditos”.

El problema es que el dinero de la reserva no se puede utilizar porque tiene dueños. Además, no constituye ni ahorros, mucho menos dinero ocioso.

A continuación de detallan 10 razones por las que las Reservas Internacionales no pueden ser recursos de bolsillo de ningún Gobierno:

1 La economía ecuatoriana, en su sector público, no tiene ni ahorros ni dinero ocioso. Todo lo que se ingresa se gasta y aun así faltan recursos. Por eso tenemos un alto déficit fiscal (más gastos que ingresos en el presupuesto). Las Reservas Internacionales son una especie de cuenta corriente, la cual se mueve todos los días y sustenta la liquidez de la economía dolarizada.

2 El BCE tiene obligaciones exigibles o pasivos por más de $16.000 millones. Las reservas son sus activos y actualmente cubren parte de esas obligaciones. Solo si los activos fueran mayores que los pasivos, se generarían ahorros reales para invertir.

3 Las Reservas Internacionales llegaron a un nivel de $9.353 millones a inicios de 2023, debido a los altos niveles de exportaciones, remesas y flujos de crédito externo, tanto privado como público. Sin embargo, la desaceleración de las exportaciones, la crisis económica global, y el menor acceso al crédito, han reducido el monto de reservas a $7.289 millones en junio de 2023.

Este es el menor nivel desde 2021 y podría bajar a alrededor de $6.000 millones en los próximos meses. En lugar de pensar en gastar las reservas, los precandidatos presidenciales deberían pensar en estrategias para que aumente la liquidez y la riqueza en el país.

4 Entre más reservas tiene un país, existe más liquidez, se pueden financiar el comercio exterior, aumentar el nivel de crédito e inversión. Es decir, las reservas ya son productivas sin ser utilizadas por los políticos.

5 En la década correísta se utilizaron $7.000 millones de las reservas para financiar gasto público. Se obligó al BCE a reemplazar liquidez por papeles o bonos del Estado. Nunca se supo en qué exactamente se gastó, pero apenas se ha podido recuperar $2.000 millones.

6 Los dueños de los depósitos en el BCE son los ecuatorianos con cuentas en las instituciones financieras (encaje bancario), los gobiernos locales, el IESS. Solo la Cuenta Única del Tesoro, que actualmente tiene un saldo de $450 millones, es de libre disponibilidad del Gobierno de turno para pagar los gastos diarios del Estado.

7 El exministro de Economía, Mauricio Pozo, ha explicado que el BCE solo es custodio del dinero de sus depositantes. No es un banco comercial. Ese dinero no se puede prestar porque tiene propietarios. Los recursos del Banco Central no se pueden utilizar para prestar a personas, empresas o gobiernos.

8 Los dueños usan todos los días sus fondos en el Banco Central. Incluso los bancos privados han utilizado parte de su encaje para dar más créditos, sin necesidad de que ningún político o autoridad estatal lo decrete.

9 Normativas como el Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas (Coplafip), reforzadas por la Ley de Defensa de la Dolarización, aprobada a finales del Gobierno de Moreno, establecen claramente que está prohibido utilizar las reservas del BCE para financiar al Gobierno Central y su gasto público.

10 Un Banco Central sin liquidez es igual a una economía sin liquidez. Si se gastan los depósitos del Banco Central, en caso de una corrida bancaria, por ejemplo, el sistema financiero privado no podría acceder a sus depósitos de respaldo.

Si se gasta el dinero de las reservas, no se pueden financiar las operaciones de comercio exterior, ni pagar compromisos del sector público. Ahí se abre la puerta para que el Gobierno de turno tenga la tentación de emitir una moneda paralela (ecua dólares) o incluso de plano desdolarizar para tener otra vez la maquinita de imprimir billetes. (JS)