Bancos privados han reducido su encaje en el Banco Central para dar más crédito a personas y empresas

Reactivación. El financiamiento ha impulsado la economía del país.
Reactivación. El financiamiento ha impulsado la economía del país.

El sistema financiero ha impulsado la reactivación económica con 17% más préstamos en el último año.

En diciembre de 2020, el canje o los depósitos de los bancos privados en el Banco Central del Ecuador (BCE) llegaron a un pico de $5.047 millones. Sin embargo, a septiembre de 2022, esos depósitos, que son parte de la reserva internacional del país, bajaron a $2.830,9 millones.

Esos más de $2.200 millones que se liberaron del encaje bancario apuntalaron el aumento de los créditos en todo el país. Es decir, se destinaron de manera efectiva a reactivar la economía sobre todo en el nivel de las microempresas.

Así, los bancos privados han hecho lo que sectores de la izquierda y el progresismo reclaman todos los días: Que al menos parte de las reservas internacionales no se quede “parqueada” y vaya a la economía real para impulsar las ventas y los negocios.

Lo más importante, según Fausto Ortiz, exministro de Economía, es que los recursos no fueron al gasto corriente o clientelar desde el poder político, sino que parte del encaje ha sido utilizado por sus legítimos custodios para beneficio de los depositantes y clientes del sistema bancario formal.

En este sentido, se desmontan discurso como el de Vilma Salgado, exministra de Economía y gerente de la AGD, que en el último Programa de ‘Políticamente Correcto’, en Ecuavisa, aseguraba que el Gobierno de Guillermo Lasso y los grandes poderes económicos mantienen “de manera indolente” altos niveles de reversas internacionales solo para pagar a los acreedores externos de la deuda pública.

En los hechos, de acuerdo con Johanna Viteri, economista, se ha tergiversado políticamente lo que significan las reservas internacionales y su función en una economía dolarizada.

“El sector privado ha hecho un esfuerzo para invertir y producir más. Eso se refleja en los niveles de venta. Los bancos han hecho su parte y han reducido en más del 43% su encaje en el Banco Central para inyectar liquidez, vía crédito, a las empresas del país. Esto compensa en parte la falta de recursos de un Estado que, aunque hayan aumentado los ingresos petroleros y tributarios, todavía sigue en cifras rojas en su presupuesto”, puntualizó.

Créditos crecen

Según el último reporte de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), la cartera de crédito vigente cerró en $37.639 millones a septiembre de 2022, un 17,3% más que el mismo mes de 2021 ($5.545 millones más)

Se ha aprovechado que los depósitos en todo el sistema financiero han aumentado un 7% en el último año, alrededor de $2.700 millones más. Eso sumado a la utilización de parte del encaje en el Banco Central ha permitido mantener altos niveles de financiamiento en una economía que hace esfuerzos por retomar los niveles anteriores a la pandemia.

“El aporte de la banca privada a la economía nacional se evidencia en un incremento de los créditos en todos los segmentos, sobre todo para los microempresarios y emprendedores -microcrédito-, que llegó a $2.951 millones en septiembre de 2022, un 20,4% más que el mismo mes del año pasado”, recalcó la Asobanca.

El microcrédito es un segmento clave para la economía nacional. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), nueve de cada diez empresas en Ecuador son microempresas. En el último año, el Gobierno ha reconocido que el número de este tipo de negocios se ha incrementado de manera significativa.

Esto de la mano no solo de mayor acceso al crédito, sino también de modalidades más fáciles y menos costosas de constitución como las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS). (JS)

Financiamiento en todos los segmentos

Las cifras de la Superintendencia de Bancos demuestran que hay un crecimiento de la cartera de crédito comercial (PYMES, empresas medianas y grandes), al llegar a $17.513 millones en septiembre de 2022, un 17,6% más que el mismo mes de 2021.

La cartera de crédito para consumo alcanza los $14.508 millones en septiembre de 2022, con una variación anual del 19,7% más.

De esta manera, del total de la cartera de crédito a septiembre de 2022, el 61% ($22.817 millones) está destinada a los segmentos de producción (productivo, vivienda y microcrédito) y el 39% a consumo ($14.822 millones).

Si bien factores como la recesión mundial, el aumento del riesgo país, y la reducción de los ingresos de sectores importantes como la exportación, han provocado incrementos en las tasas de interés, el sector financiero ha mantenido el dinamismo del crédito local.

Para aumentar aún más el acceso a financiamiento, sobre todo para las microempresas, se deben impulsar mecanismos para aumentar la competencia (venta del Banco Pacífico), la inversión extranjera y la producción petrolera.

Además, se deben hacer esfuerzos para flexibilizar y depurar los requisitos para acceder a préstamos bancarios. Estudios como los de Aval Buró apuntan a que los controles de precios, como el establecimiento de techos máximos, reducen las posibilidades de que los negocios más pequeños se financien de manera formal y los obliga a ir al chulco para pagar tasas de interés hasta 34 veces más altas.