El IESS es la institución que más compra título de deuda interna, más acumula pagos atrasados del Gobierno Central y que menos cobra sus deudas

HECHO. El IESS es una de las instituciones más importantes, pero más postergadas del país.
HECHO. El IESS es una de las instituciones más importantes, pero más postergadas del país.

Ante la falta de recursos, una de las “salidas fáciles” es no pagarle a tiempo al IESS y, al mismo tiempo, pedir que compre bonos del Estado. Las reformas estructurales quedaron en el aire.

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se ha convertido en el comodín financiero de los gobiernos de turno. Cuando estos necesitan dinero acuden a este ‘financista’ para que compre bonos del Estado.

Sin embargo, la cosa cambia cuando tienen recursos insuficientes para las llamadas transferencias corrientes (que incluyen pagos gobiernos locales, proveedores, IESS, entre otros). Ahí, la seguridad social se vuelve una especie de “patito feo” al que le acumulan millonarios atrasos.

Así, por ejemplo, en el Presupuesto General del Estado (PGE) de 2023 se estableció que, por concepto del 40% del aporte estatal al fondo de pensiones, se tendría que desembolsar un total de $2.119 millones.

Sin embargo, hasta el 31 de agosto de 2023, solo se ha pagado efectivamente $344 millones. Es decir, se registran atrasos por $1.775 millones.

Estos atrasos, según Fausto Ortiz, exministro de Economía, se convierten en una “bola de nieve” y no se contabilizan como deuda cuando se obtienen los indicadores consolidados de endeudamiento público frente al Producto Interno Bruto (PIB).

Esto, lamentablemente, se convierte en un incentivo para no pagar a tiempo porque, al no subir el nivel de deuda, los políticos asumen que no existen consecuencias.

En otras palabras, cuando se necesita cerrar las cuentas, el IESS está último en la lista de prioridades.

Otro ejemplo de esto es lo que ha pasado con los pagos por amortización de deudas y pasivos presupuestados a favor del IESS para 2023. Al inicio del año se estableció un monto de $1.264 millones; pero luego se ajustó a $464 millones.

Esto significó que esos pagos previstos para el IESS durante este año se redujeron en $800 millones.

El economista Andrés Rodríguez explicó que esto se debe a que, ante la falta de ingresos, el Estado recorta en temas de inversión y obra pública, además de en seguridad social, porque el costo político y social es mayor si se atrasa en el creciente gasto en sueldos o en las transferencias a los gobiernos locales.

Círculo vicioso

La cuenta del tesoro, que es como la cuenta corriente para los pagos del Gobierno Central, llegó a finales de agosto de 2023 con un saldo de $270 millones. Esto representa 84% menos que los $1.642 millones que se tenía como saldo de esa cuenta a finales de agosto de 2022.

El Estado tiene escasa liquidez y no solo ajusta el presupuesto sumando pagos atrasados al IESS, sino que también utiliza a esa institución como financista mediante la compra de bonos del Estado.

Durante los primeros ocho meses de este año, el Gobierno de Guillermo Lasso ha logrado levantar $3.316 millones de deuda.

La mayor parte de esa cantidad se ha conseguido con deuda interna a través del IESS, y luego viene el aporte de los organismos multilaterales.

De acuerdo con Ortiz, así se cierra un círculo vicioso para el IESS donde “es el mayor comprador de títulos de deuda, el que tiene mayores atrasos y menos cobros de deuda”.

El Gobierno de Lasso llegó con buenas intenciones, e incluso ofreció pagar la deuda acumulada de otros periodos presidenciales, pero por otro lado no pudo romper con la lógica de ver al IESS como comodín financiero, ni rompió con el precario servicio de salud, ni concretó cambios a un sistema ineficiente.

LA HORA ha pedido entrevista al IESS, durante varias semanas, para evaluar el legado que deja la actual administración de la institución, pero hasta el cierre de esta edición no ha habido respuesta. (JS)

En el decreto ley para el Equilibrio, Organización y Transparencia de las Finanzas Públicas, que está en análisis de la Corte Constitucional, Lasso propone eliminar intereses de la deuda del Estado con el IESS.

Lasso se ‘lavó las manos’ de la reforma estructural

Luego de crear una comisión técnica ciudadana e impulsar la elaboración de un proyecto de ley de reformas para cambiar el deficitario sistema del fondo de pensiones del IESS, el Gobierno de Guillermo Lasso optó por la peor de las cuatro opciones que tenía disponibles.

En lugar de ajustar el proyecto y enviarlo como decreto ley urgente, abrir un debate alrededor de las opciones de reforma o pedir a un grupo de constitucionalistas que afinaran el proyecto para dejarlo al próximo Gobierno, el régimen de Lasso, a criterio de Pablo Lucio Paredes, economista y catedrático de la Universidad San Francisco (USFQ), optó por declarar que el tema queda para el futuro, sin ningún insumo adicional.

Según Lucio Paredes, la reforma es imprescindible porque el sistema entrará en una especie de “quiebra progresiva” en cuatro o cinco años.

Esa quiebra no significaría que se dejarán de pagar pensiones de un día para otro, sino que se entraría en un proceso gradual de bajar las jubilaciones ante la falta de recursos.

Lucio Paredes, al igual que otros miembros de la comisión técnica, ha repetido que no existen soluciones mágicas para el IESS.

Los problemas no desaparecerán solo si se combate la corrupción y se paga a tiempo al IESS. La solución tampoco es agregar más afiliados al sistema porque “porque cada nuevo afiliado recibe más de lo que aportó”.

Se tiene que luchar contra la corrupción y pagar a tiempo, pero también hacer una reforma integral al sistema para que sea financieramente sostenible a mediano y largo plazos.

La comisión estableció una propuesta de pensión básica subvencionada más ahorro individual, entre otras innovaciones. Existen otras opciones, pero lo peor que puede pasar es no hacer nada.

Los dos candidatos presidenciales finalistas, Luisa González y Daniel Noboa, no tienen propuestas concretas de reforma al sistema de pensiones y otros seguros del IESS, tampoco han demostrado interés en poner a la seguridad social entre sus prioridades.