El próximo presidente deberá tener un plan para enfrentar al menos cuatro emergencias económicas

HECHO. El votante debe ser informado sobre las propuestas económicas de los candidatos.
HECHO. El votante debe ser informado sobre las propuestas económicas de los candidatos.

El fenómeno de El Niño y la no explotación en el ITT profundizarán la falta de recursos públicos. ¿De dónde saldrá el dinero para gobernar hasta 2025?

Según Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, se debe hacer preguntas incómodas a los aspirantes al sillón de Carondelet.

La situación fiscal es más compleja de lo que parece. Temas como el fenómeno de El Niño pueden complicar aún más el panorama; a lo que se añade el impacto de dejar de producir petróleo en el ITT.

El próximo Presidente de la República debería tener ideas claras sobre cómo enfrentar un complicado mandato de año y medio

“No sé cómo hay personas que quieran ser Presidente para este periodo de año y medio que va a ser sumamente complejo. No sé cuanta conciencia tengan de la situación. Lo que sucede es que no es rentable políticamente hablar de problemas en unas elecciones”, dijo Walter Spurrier, economista.

A continuación, se detallan cuatro temas urgentes sobre los que los aspirantes a Carondelet deberían tener un plan de acción:

Impacto de El Niño

Fausto Ortiz, exministro de Economía, puntualizó que, según cifras históricas, el impacto de un fenómeno de El Niño, como el que se prevé, podría estar en el rango de $3.000 millones y $4.000 millones.

Esto incluye gastos de reconstrucción, pérdidas económicas y empleo, caída de la producción, entre otros.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), aunque ya se sienten estragos climáticos, será entre octubre y noviembre cuando El Niño golpee con más fuerza, sobre todo en provincias como Santa Elena, Manabí, Guayas y El Oro; pero sin descartar impactos en Esmeraldas, Loja, Azuay, Chimborazo y Cotopaxi

Para enfrentar este escenario, el próximo Presidente debería tener un plan claro de financiamiento externo, y optimización del gasto público interno para priorizar recursos en donde más se necesite.

Además, desde ministerios como el de Agricultura, se debe gestionar pérdidas de cultivos de arroz, maíz, café, cacao, frutales y banano.

 Dejar de explotar el ITT

Petroecuador ha proyectado pérdidas netas de ingresos de más de $16.000 millones en los próximos años, si se deja de explotar petróleo en el bloque ITT (Yasuní).

A eso, Acosta Burneo ha calculado la pérdida de 48.500 empleos directos e indirectos; además de un valor mayor a $2.500 millones de producción petrolera e inversiones desperdiciadas al año.

Desde el colectivo Yasunidos, se minimiza el impacto y se asegura que solo se perderán, en promedio, $148 millones anuales debido a que la producción es declinante en el ITT.

Esa proyección, de acuerdo con Carlos Romero, ingeniero petrolero, es descabellada y no se sustenta en el potencial real del campo y las reales pérdidas por dejar de producir.

Los Yasunidos y sus asesores (los economistas Wilma Salgado y Carlos Larrea) proponen eliminar exenciones y deducciones de impuestos a los más ricos y cobrar las deudas tributarias para compensar los ingresos del ITT.

Según calificadoras de riesgo como S&P Global Ratings, se necesitará otra reforma tributaria, e inevitablemente subir impuestos para tapar el hueco fiscal.

Por su parte, Spurrier puntualizó que las soluciones a mano del próximo Presidente podrían ser eliminar el subsidio al menos de la gasolina, aumentar el IVA en 3 puntos porcentuales o pagar cuentas con proveedores, e incluso sueldos públicos, una parte con dinero y otra con papeles del Estado.

“Los ciudadanos no se dan cuenta el fuerte impacto en su nivel de vida cuando se deje de producir en el ITT”, recalcó.

Cuentas fiscales

Incluso antes de incluir temas como el fenómeno de El Niño y el ITT, las cuentas públicas ya han mostrado, durante 2023, una senda de incremento del déficit fiscal (más gastos que ingresos).

LA HORA ya analizó que ese déficit podría llegar hasta los $5.000 millones ante las múltiples emergencias que vive el país y las creciente presiones ciudadanas por más Estado.

El próximo Presidente deberá tener un plan para cubrir un hueco presupuestario cada vez más grande y que, desde inicios de 2024, por ejemplo, tendrá menos ingresos por Impuesto de Salida de Divisas (ISD) y sin el salvavidas de los impuestos temporales vigentes entre 2022 y 2023.

En este escenario, Ortiz aclaró que se tendrá que ver cómo se recorta el gasto corriente y cómo se mejora la recaudación

“Te va a tocar volverle a caer encima a los pocos que pagan impuestos en el Ecuador”, afirmó y remite nuevamente al escenario de nuevos cambios tributarios.

Ecuador se ha acostumbrado a tener al menos una reforma tributaria por año. Actualmente, en la Corte Constitucional siguen en trámite el segundo cambio en el sistema de impuestos durante el corto Gobierno de Lasso.

La dolarización

Ante un escenario de escasez de recursos y aumento de las necesidades de gasto, se pueden volver a despertar las tentaciones de utilizar el dinero de las reservas del Banco Central; aunque sea algo ilegal y que atente contra la dolarización.

El país necesita recursos frescos e inversión extranjera, por lo que el próximo Presidente debería presentar medidas claras y concretas para impulsar las exportaciones, atraer capitales de fuera y financiar de manera transparente, y lo más barata posible, el déficit fiscal.

Esto sería de alguna forma un paquete, con tres aristas, para defender la dolarización en tiempos de crisis.

Spurrier aseveró que el Ministro de Economía toca las puertas de los multilaterales y estos le dicen “encantados ministro Arosemena, los entendemos, pero su Gobierno ya se va. ¿El próximo va a seguir las mismas políticas? ¿Va a reconocer los préstamos que le vamos a dar?”.

Actualmente ya comienza a escasear el financiamiento externo, y el Gobierno de Guillermo Lasso ya ha tenido que recurrir a sacar la poca liquidez interna.

 Durante la última semana se colocó $1.000 millones en bonos de deuda interna para financiar un presupuesto en cifras rojas. (JS)