Ecuador es un país rentista donde se exigen soluciones, pero nadie quiere que le toquen sus privilegios: Simón Cueva

PERSONAJE. Cueva defiende una posición técnica, y sin populismo, para manejar la economía nacional.
PERSONAJE. Cueva defiende una posición técnica, y sin populismo, para manejar la economía nacional.

El exministro de Economía, Simón Cueva, en entrevista con LA HORA explica qué reformas económicas urgentes se necesitan y por qué el país no sale de la crisis.

Simón Cueva fue el primer ministro de Economía de Guillermo Lasso. Duró en el cargo desde el 24 de mayo de 2021 hasta el 4 de julio de 2022. Ahora es vicerrector académico de la Universidad Internacional.

Defiende la primera reforma tributaria del anterior gobierno y pone el dedo en la llaga sobre las reformas impopulares que debe hacer el país.

Además, explica qué opciones se tienen para volver a sentarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de financiamiento.

P ¿Estuvo equivocada la reforma tributaria aprobada al inicio del gobierno de Lasso? ¿Por qué se la cuestionó tanto? ¿Por dónde deberían ir los cambios en temas de impuestos?

Yo defendí esa reforma tributaria. Me parece que iba en la dirección correcta y debía hacerse. Sigo pensando eso. Creo que la decisión posterior del gobierno de revertir una parte de esa reforma no fue adecuada.

Cuando uno mira el Ecuador y lo compara con otros países, a pesar de que todo el mundo se queja, los impuestos aquí no son tan altos.

En concreto, los altos impuestos se concentran en dos temas: el IVA (uno de los más bajos de la región) y el impuesto a la renta para personas naturales.

En el caso del impuesto a la renta para personas naturales, como el Ecuador es uno de los países más desiguales de la región, la reforma afectaba a las personas que ganaban de $2.000 para arriba.

Es difícil a veces creerlo, pero la realidad es que alguien que a nivel individual gana más de $2.000 en el Ecuador forma parte del 3,5% de mayores ingresos. La inmensa mayoría de ecuatorianos gana menos que el sueldo mínimo porque la población es bien informal.

Lo que se llama realmente la clase media (aquí se ha deformado el término) es gente que gana entre $400 y $1.400 mensuales.

Realmente la primera reforma tributaria del gobierno de Lasso afectaba a la clase media alta y alta.

Yo creo que eso es lo que debería ser un cambio tributario en el Ecuador. No es imposible retomar este enfoque, pero es cierto que este es un país acostumbrado al rentismo.

Muchos sectores y muchas de las élites económicas tienden a decir que les parece bien que mejoren la situación fiscal, pero eso sí a mí no me toquen.

Es cierto que los impuestos a las empresas son relativamente altos en el Ecuador y es sano no topar, no subir ese tipo de impuestos porque nos volvería incluso menos atractivos para invertir frente a los países vecinos.

Pero insisto, los impuestos a las personas y el IVA son relativamente bajos cuando uno compara con el resto de la región. A nivel técnico, por ahí debería ir el tema tributario.

P ¿Qué otros cambios estructurales se deben hacer, aunque sean impopulares?

Otro de los grandes temas que debería enfrentar la sociedad ecuatoriana, aunque sea impopular y en campaña electoral a ningún partido le guste hablar de eso, es el relacionado a los subsidios a los combustibles.

Esos subsidios son absurdamente altos y van en contra de la tendencia mundial de reducir las emisiones de carbono e incentivar la transición energética.

Además, son inequitativos y favorecen a la gente de más ingresos, al contrabando, al tráfico de drogas, etcétera.

Otro asunto que no se puede aplazar es que la situación del seguro social no es sostenible en el tiempo.

Ecuador como muchos otros países está envejeciendo. La proporción de jubilados versus activos va creciendo.

A eso se suma que el sistema de seguridad social ecuatoriano tiende a ser generoso con algunas categorías; en especial con los jubilados de altos ingresos.

Si esto no se toca, van a empezar a crearse más problemas fiscales en el futuro.

No son temas bonitos, menos en años electorales o pre-electorales, pero si no se abordan, la situación del país será peor.

P ¿Es posible que los multilaterales acepten que el ajuste se aplace hasta después de las elecciones de 2025, pero prestarle ahora más dinero al Ecuador?

En las actuales circunstancias es muy difícil que acepten dar dinero ahora a cambio de un posible ajuste en 2025.

Los multilaterales van a decir que nadie les asegura que va a haber reelección y, si otro asume el gobierno, no existen certezas de que quiera cumplir con el ajuste.

Esa propuesta no es algo realista. Lo realista sería que el actual gobierno comprenda que tiene que hacer al menos una parte del ajuste, independientemente de que apunte a la reelección.

El mundo está pasando por una situación difícil y Ecuador no es el único país en busca de financiamiento. Muchos otros países en desarrollo van a ir a pedir o ya están pidiendo liquidez.

Sin un plan claro que ofrecer a los multilaterales, y que tenga metas creíbles para solucionar el problema financiero, Ecuador se quedará rezagado en la carrera por el financiamiento externo.

P ¿Cuánto dinero se podrá levantar de manera realista de los multilaterales en las actuales circunstancias?

Hay que recordar que Ecuador recientemente ya recibió un apoyo bastante grande en comparación a su peso económico. Ese apoyo fue mayor al recibido por otros países en crisis.

De manera excepcional, y por el tema de la pandemia, el FMI nos dio $6.500 millones que, en términos del tamaño de nuestra economía, es comparable con el programa enorme programa de financiamiento entregado a Argentina

Será muy difícil que se quiera financiar otra vez al Ecuador sin un compromiso claro de ajuste para evitar que en poco tiempo no se repita la historia.

P ¿Qué puede poner sobre la mesa Ecuador para convencer a los multilaterales? ¿Se podría aspirar a recibir alrededor de $1.300 millones adicionales del FMI?

Hay varias formas de estimar lo que se podría conseguir del FMI porque hay varios programas de financiamiento a los que se puede aplicar. Unos están ligados a emergencias o desastres naturales como El Niño; otros son facilidades para la transición ecológica; y también encuentras los programas tradicionales como el stand by o las facilidades extendidas.

Sin embargo, en ningún caso los montos que se podría recibir serán tan grandes como los obtenidos por el Ecuador en el pasado y estarían alrededor de esos $1.300 millones.

Eso se puede complementar con el apoyo de otros multilaterales porque un acuerdo con el FMI abre la puerta para eso.

Todo dependerá de que el Ecuador demuestre que está dispuesto a ir en el camino correcto.

P ¿Qué quiere decir que el Ecuador demuestre que está dispuesto a ir en el camino correcto?

Es difícil de entender desde afuera si se dice que tenemos una situación fiscal que se está complicando y con un desequilibrio creciente, pero primero queremos bajar impuestos con el argumento de reactivar la economía y tener más ingresos a futuro.

La realidad económica ha demostrado que eso toma mucho tiempo; y que si yo bajo impuestos empiezo recaudando menos. Esa es la realidad.

Desde afuera se ve contradictorio que alguien que ya tiene un déficit grande y creciente, quiera ampliarlo primero, pedir recursos, y dejar para más tarde el ajuste.

Este es el dilema al que se enfrenta el gobierno y creo que se deben sentar a evaluar bien la situación y las opciones de financiamiento.

Sin esfuerzo doméstico va a ser muy difícil que haya un apoyo grande de los multilaterales.

P ¿Qué se puede argumentar frente a las posiciones que dicen que los acuerdos con el FMI son demasiado restrictivos y ahogan a la economía?

A corto plazo si hay algún tipo de compensación. Es decir, a corto plazo si yo gasto más voy a acelerar la economía, a tener más inversión pública y más inversión privada. Pero a mediano plazo este beneficio desaparece.

A mediano plazo, los países que mayores ritmos de crecimiento logran, y que mayor estabilidad económica tienen, son los que manejan seriamente su situación macroeconómica.

Eso se puede ver si se compara cómo ha cambiado Chile y Perú en los últimos 40 años con lo que ha pasado con el Ecuador.

Los países que han logrado crecer, mejorar su situación, mejorar la calidad de su gente, son aquellos que también han tenido un manejo ordenado y serio en temas fiscales y monetarios.

Lo ideal hubiera sido que, en las épocas del boom petrolero, entre 2007 y 2015, se ahorrará una parte de ese boom (épocas de vacas gordas) para tener recursos para hacer política contra cíclica y poder gastar cuando el país se enfrenta problemas.

Eso es, por ejemplo, lo que hizo Chile durante el COVID utilizando su fondo de estabilización, o hizo Chile con su programa de expansión fiscal.

Pero eso lo pudieron hacer porque fueron serios antes y porque ahorraron antes. Parte del problema del Ecuador es que no fue responsable como para ahorrar cuando había recursos; incluso se eliminaron fondos de estabilización que ya existían y podrían haber ayudado en épocas difíciles. Se sigue pagando la irresponsabilidad pasada y eso se ve en el alto riesgo país.

P ¿Desde su experiencia como exministro de Economía, ¿Cuáles deberían ser las prioridades del nuevo ministro de Economía del gobierno de Noboa?

Es muy complicado y yo no soy nadie para dar recomendaciones al nuevo gobierno, pero digamos que primero debe ser un análisis de corto plazo de la caja, de las necesidades y requerimientos de la caja fiscal para los próximos meses, ver fuentes posibles de financiamiento y alternativas de cómo hacerlo.

En ese proceso puede haber tentaciones como por ejemplo decir usemos la plata del Banco Central. Eso no sería responsable con el país.

La segunda prioridad debería ser pensar que cualquier mecanismo para ir mejorando la situación fiscal debe proteger a los sectores más vulnerables en el Ecuador.

 El Ecuador es un país muy desigual y por lo tanto es sano, me parece a mí, que en cualquier proceso se proteja a los de más abajo que son los que la tienen más difícil en épocas de incertidumbre porque no tienen ahorros ni otras alternativas.

En tercer lugar, se debe pensar cómo asegurar un buen equilibrio entre efectivamente no ahogar completamente a la economía en el corto plazo, pero sí dar señales claras y creíbles, hacia el mundo entero, incluido los inversionistas nacionales o extranjeros, de que el país sí quiere ir por la senda seria y sostenible.

En resumen, buscar más liquidez de corto plazo; hacer que cualquier programa o cualquier decisión pública tenga en cuenta las iniquidades fuertes que tiene el país; y que, ya sean ajustes lentos o rápidos, las decisiones muestren que se va en la dirección correcta y que se tiene el objetivo claro de ir fortaleciendo las finanzas públicas.

P A parte del FMI, ¿Qué opciones reales de financiamiento tiene actualmente el Ecuador?

Como le digo hay la tentación de ir a buscar la liquidez del Banco Central. Eso no sería conveniente.

Por otro lado, está todo el tema de renovación de las frecuencias telefónicas y eso puede traer alguna fuente de financiamiento.

Se puede acercar a bilaterales (gobiernos) o trabajar con otros multilaterales para financiamiento adicional. Ese financiamiento adicional es menor si no hay un acuerdo con el FMI.

Se puede tratar de ver si en los mercados o con algún mecanismo puede haber alguna fuente de financiamiento. Es muy complicado en estos momentos y probablemente implicaría pagar tasas de interés y costos financieros muy elevados dado el nivel de riesgo país y la situación compleja de los mercados internacionales para países emergentes con alto riesgo. (JS)´