A menos de 10 día de la posesión de Daniel Noboa como presidente, los mercados internacionales todavía no tienen claro el rumbo económico que tendrá el nuevo Gobierno.
La tarea del presidente electo Daniel Noboa será compleja cuando asuma el poder durante el 23 de noviembre próximo.
La crisis fiscal es real y la brecha entre ingresos y gastos se ensancha. El pasado martes 14 de noviembre ya se vio parte de la cara visible de esa crisis en las calles: proveedores del Estado y jubilados protestaron en las afueras del ministerio de Economía, ubicado en la Plataforma Financiera al norte de Quito; mientras un grupo de pequeños productores de leche protestaron en las afueras de los ministerios de Agricultura y Educación, ubicados también en la capital.
Todos esos grupos tienen en común que reclamaron por pagos atrasados de un Gobierno Central sin recursos. El gasto público ha aumentado alrededor de $1.500 millones en 2023; y por otro lado, los ingresos se han desplomado por casi los mismo $1.500 millones.
En ese escenario, la banca de inversión Barclays alertó que existen desconfianza sobre el futuro del Ecuador, debido a “ la percepción de riesgos políticos y su disposición a pagar, lo que restringe el acceso a la financiación”.
Los mensajes del presidente electo Noboa no han convencido a los inversionistas internacionales porque se considera que está más preocupado de llegar popular a su reelección en 2025, en lugar de apuntar a las medidas y reformas de fondo (algunas de ellas impopulares) que debería hacer para evitar mayores problemas fiscales y que los impagos internos se extiendan hasta convertirse en impagos externos.
Por eso, el riesgo país cerró en 2.034 puntos al cierre del pasado 14 de noviembre de 2023.
Noboa tendrá varios retos simultáneos e inmediatos cuando asuma el poder. Casi enseguida deberá encontrar la forma de cerrar el año pagando doble sueldo en diciembre, lograr que los atrasos no se disparen y se cumplan con todos los compromisos de pagos de deudas internas y externas.
Además, deberá explicar a detalle cómo ha construido su ofrecida reforma tributaria para bajar impuestos; y tendrá que poner a trabajar a marchas forzadas para establecer el presupuesto estatal con el que conducirá el país durante 2024. (JS)