Un presidente joven y con poca experiencia sí puede liderar una transformación económica en corto tiempo

Mandatario. Daniel Noboa será el presidente más joven que ha tenido el país.
Mandatario. Daniel Noboa será el presidente más joven que ha tenido el país.

Existen ejemplos internacionales como el del primer ministro de 32 años en Estonia, que lideró la transformación liberal de una economía comunista. Se necesita tener claro los objetivos.

Desde todos los sectores de la sociedad, y tomando como antecedente los malos resultados del Gobierno saliente de Guillermo Lasso, gana terreno la idea de que Daniel Noboa, con poca experiencia y poco tiempo (16 meses), podrá hacer poco o nada para superar la crisis y el estancamiento del país.

Sin embargo, Gabriela Calderón, investigadora del Cato Institute, recordó que sí existen antecedentes históricos de líderes jóvenes que han impulsado un cambio real en situaciones de descalabro económico.

En ese sentido, Calderón aseguró que se puede, por ejemplo, analizar el caso de Mart Laar, quien asumió la presidencia de Estonia con 32 años en 1992 y en solo dos años sentó las bases de la economía liberal que tiene ese país actualmente.

Del comunismo al libre mercado

Cuando Laar asumió la presidencia, Estonia estaba buscando salir de las secuelas económicas, sociales y políticas de la larga ocupación soviética.

Así, no solo se necesitaba un cambio a una economía de mercado, sino un cambio a un sistema realmente democrático.

La premisa base de Laar era lograr que los estonios pudieran elegir con libertad y ser prósperos económicamente.

En solo dos años, el joven presidente de Estonia logró introducir una caja de convertibilidad que permitió que ese país tenga una de las monedas más estables en Europa Oriental.

 Asimismo, según cuenta Calderón, negoció el retiro de las tropas rusas del territorio nacional; implementó un impuesto uniforme; redujo significativamente el gasto público; eliminó subsidios; abolió empresas estatales; liberalizó el comercio y abrió el mercado a las inversiones extranjeras.

El resultado a largo plazo de este plan ha sido que el ingreso per cápita de Estonia pasara de $7.137 en 1995 a $21.207 en 2022, eso quiere decir que casi se triplicó en 27 años.

En el mismo periodo, el ingreso per cápita de Ecuador, sin cambios estructurales, pasó de $4.374 a $5.590, es decir, apenas creció 28% en casi tres décadas.

¿Qué debe hacer Noboa?

A la luz de ese ejemplo histórico, Noboa deberá iniciar atacando problemas estructurales como el subsidio a los combustibles. De acuerdo con Andrés Rodríguez, economista, esto debería ir de la mano del envío de la reforma tributaria el próximo 28 de noviembre a la Asamblea.

“Aprovechando sus primeros momentos en el poder, y a cambio de beneficios como la baja de impuestos para mayor contratación y la reactivación de sectores como el de la construcción, se debe plantear un esquema para desmontar el subsidio a los combustibles”, puntualizó Rodríguez.

Aunque el Gobierno de Lasso llegó con el membrete de liberal, en la práctica, más allá del destacable logro de los acuerdos comerciales, se quedó en intentos parciales de liberalizar la economía.

Se redujeron o eliminaron algunos impuestos, pero no se emprendió la reforma del Estado.

Desde el Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), por ejemplo, se recalca que todavía está pendiente “revisar la infinidad de entidades estatales, organismos burocráticos, empresas públicas ineficientes, generadoras de cuantiosas pérdidas y de privilegios a grupos de presión y políticos”.

Actualmente, según esta visión liberal, el Estado ecuatoriano ni siquiera puede cumplir con sus funciones esenciales como garantizar la seguridad, la salud y la educación, por lo que en lugar de buscar cómo financiar al Estado, se debería encontrar la forma de reducir su tamaño y buscar la eficiencia.

“El Gobierno debe ceder cada vez más espacios al sector privado para llevar a cabo las labores que este no ha podido hacer de manera oportuna en sectores donde ha demostrado que es ineficiente y donde su presencia se traduce en negligencia y corrupción, como la generación eléctrica”, recalca el IEEP.

En una nota publicada por LA HORA, bajo el título de ‘La falta de empleo se explica por la baja calificación de Ecuador en libertad económica’, Danilo Vélez, director ejecutivo del IEEP, apuntó a que el fracaso del proyecto liberal de la actual administración tuvo un fuerte componente político y de ejecución; pero las ideas de la libertad todavía pueden calar en los ecuatorianos.

“Considero que hay oportunidades de avanzar en esa dirección. Por ejemplo, la experiencia que pueda tener Argentina con Javier Milei en el poder. Eso podría ser significativo para impulsar las ideas liberales en Ecuador y la región”, concluyó. (JS)

Ecuador está en el puesto 24 entre las 33 naciones de América Latina debido a su bajo ingreso por habitante. Ese ingreso es entre dos y tres veces menor al de países como Chile y Uruguay.
 Ecuador tiene pendiente una simplificación y depuración del sistema tributario, como parte de la reforma liberal. En Argentina, el presidente electo, Javier Milei, ya lo anunció.