Consumo de gasolina súper cae a mínimos históricos

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Cuenca, Ecuador 18 de julio del 2O22 Con el stock suficiente de derivados, como son: gasolinas Ecopaís y Súper, Diésel Premium y Diésel 2, de esta forma se garantiza el abastecimiento de combustibles en la zona austral del país. En la gasolinera de la avenida Solano se distribuye el combustible con total normalidad. foto Boris Romoleroux/API.

Esta gasolina, que es la única con precio liberalizado y sin subsidio estatal, representa menos del 2% del mercado interno en Ecuador. El consumidor prefiere el bajo precio subsidiado de las otras gasolinas.

Hasta septiembre de 2023, el consumo de gasolina súper de 95 octanos, que es la única con precio liberalizado y sin subsidio estatal, representó el 1,96% del total del mercado de combustibles para el sector automotriz.

Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe), explicó que esta situación trae  negativas consecuencias en temas «fiscales, ambientales e incluso con la vida útil del motor».

A pesar de que la calidad de la súper aumentó de 92 a 95 octanos desde finales de octubre de 2022, el consumidor ecuatoriano sigue prefiriendo las opciones más baratas y con subsidio estatal.

Desde el paro violento de junio de 2022, los precios de las gasolina Extra y Ecopaís, así como el Diésel Premium,  se mantienen congelados en $2,40 y 1,75  por galón, respectivamente.

Por el contrario, el precio de la gasolina súper, que está liberalizado desde diciembre de 2018, se ubicó en $4,37 por galón en este mes de octubre de 2023.

Subsidios, déficit y endeudamiento van de la mano

Actualmente, cada galón de extra que se consume en el país tiene un subsidio estatal de $0,7129; mientras que el galón de Ecopaís recibe un subsidio de $0,9647.

Por su parte, el subsidio al diésel fluctúa (dependiendo del tipo) entre $1,50 y 1,61 por galón.

El total de subsidios a los combustibles ya costó más de $4.000 millones en 2022 y este 2023 apunta a llegar a un valor cercano a los $5.000 millones. Esto equivale a todo el déficit fiscal (más gastos que ingresos) proyectado hasta el cierre del año. Así, el país está abocado a endeudarse para pagar unos costosos e ineficientes subsidios.

LA HORA ya ha analizado que el presidente electo Daniel Noboa tiene un reto por delante para transformar la crisis del sector petrolero en una oportunidad; pero todo parte de que se impulse inmediatamente una focalización del subsidio a los combustibles.

Sin embargo, Marjorie Calvache, ingeniera petrolera, explicó que la situación es cuesta arriba porque la sociedad y la economía ecuatoriana es «altamente adicta a los subsidios de todo tipo», desde combustibles hasta electricidad.

«Incluso sectores como la Conaie, liderado como Leonidas Iza, ya ha salido a amenazar y tratar de imponer la agenda del presidente electo antes de que comience efectivamente a gobernar. El Ecuador está de alguna manera secuestrado por grupos de presión y el ciudadano común, en medio de la crisis, prefiere el precio bajo por encima de cualquier beneficio como la calidad», puntualizó.

La preferencia por las gasolinas de peor calidad y precios subsidiados se consolida, a pesar de que más del 60% de los vehículos que se comercializan en el país necesitan gasolinas como la súper para un funcionamiento y vida útil optimo. (JS)