Esperanza para los pueblos

Verónica Narváez

La semana pasada el programa National Geographic recordó la muerte del poeta Dante Alighieri, 700 años atrás en su obra “La Divina Comedia”, recrea los escenarios de un paraíso, purgatorio e infierno o “ades”, sin duda las escenas descritas del infierno son perturbadoras y desde su inicio permite una fuerte reflexión cuando cita “Abandonar toda esperanza, quienes aquí entráis”, de ahí en adelante, un cono invertido con 9 círculos alberga a los pecadores desde la visión algo mitológica, pagana y claro cristiana, aquí pagan hasta los “neutros” o “pusilánimes” que son los que no toman acciones por las causas justas.

Regreso la lectura de la entrada al infierno, donde un requisito para iniciar el viaje es perder toda esperanza, una persona, un pueblo sin esperanza esta en algún estado del mismo infierno, quizás como muchos interpretan se refiere o aplica a los estados de conciencia del ser humano y creo también de una conciencia del pueblo, ahí hay espacio para los ladrones, violentos, glotones, lujuriosos, ávaros, iracundos y traidores, más allá de un castigo literalmente, está la vivencia individual o colectiva y su forma de responder es clave, quedarse pusilánimes o actuar motivados por la esperanza.

Al caso recuerdo, cuantas veces, una y otra vez se busca por ejemplo recuperar las favelas en Río de Janeiro, y como poco a poco con esperanza se va ganando espacios que se han reactivado hasta con turismo, y estos escenarios trasladados a todos los niveles comunitarios, administrados, lo importante es actuar como se puede desde donde se está presente, tomar acción por las causas con las herramientas que la vida y las circunstancias nos da, en pocas palabras, de alguna manera “hacer patria” de paso nos vamos librando del infierno.

[email protected]