Al menos ‘Don Naza’

Finalmente se esclarece un caso de peso. Al menos con respecto a Miguel Ángel Nazareno —alias ‘Don Naza’— la sociedad ecuatoriana pudo conocer la verdad y ver a los culpables sentenciados. Las gravísimas implicaciones que habían tenido las maniobras financieras de la víctima, las extrañas circunstancias de su desaparición y hasta la muerte de uno de los sospechosos dotaron al caso de un aura de misterio. Sin embargo, en esta ocasión, el Estado demostró estar a la altura.

En el esclarecimiento de este hecho fue determinante la figura de la cooperación efectiva, que por su laxo empleo en casos de corrupción enfrentó muchos cuestionamientos.También resultó clave el uso inteligente de la tecnología moderna de vigilancia, los sistemas de registro y la abundante cantidad de información que se genera en la actualidad. La colaboración de la ciudadanía —testigos que, en un ejercicio de civismo, contribuyeron a la investigación— también ofreció pistas y resolvió dudas. La investigación y la sentencia resultante es una lección de humildad y paciencia para tantos políticos y líderes de opinión que no tuvieron empacho en esparcir las más osadas especulaciones y teorías de conspiración alrededor del hecho.

Ojalá los ecuatorianos lleguemos a tener también respuestas —aunque sean incómodas— sobre los asesinatos de Harrison Salcedo, Efraín Ruales, Gerardo Delgado, Omar Menéndez, Leandro Norero, Carlos Kada, Rubén Cherres, Byron Guatatoca, José Chimarro, Eduardo Mendúa, las matanzas carcelarias y tantos, pero tantos, otros.