En Ambato menores son utilizados para robar

Los menores de edad son inimputables, por eso muchos adultos los utilizan para robar.
Preocupación. Los menores de edad son inimputables, por eso muchos adultos los utilizan para robar.

En los alrededores de los mercados de mayor movimiento comercial del centro de Ambato, se ha vuelto común ver a adultos utilizar a menores, entre 6 y 10 años, para robar. 

Diciembre es el mes más comercial del año, la temporada navideña hace que la colectividad se vuelque a las calles a buscar adornos, regalos y varios artículos para disfrutar estas fechas.

Esto provoca que los robos, bajo la modalidad de lanzas y descuideros, se incrementen en todo el país.

 

Lo que pasa

Ambato no está alejada de esta realidad y en esta temporada puede verse a adultos utilizar a niños para cometer actos ilícitos y así evitar ser detectados y detenidos por la Policía.

Eso quedó en evidencia al mediodía del sábado 2 de diciembre de 2023 cuando en la calle Juan Benigno Vela y Tomás Sevilla un niño no mayor de 6 años intentó sacarle, al descuido, el celular a una mujer que caminaba con las manos ocupadas con varias fundas.

Alguien que caminaba por la zona le advirtió a la joven y ella evitó que el menor, que salió corriendo, le quitase el celular. “Es increíble como los mismos padres les enseñan a sus hijos a ser delincuentes, si así lo hace ahora a los 10 o 12 años no les va a dar miedo usar un arma”, comentó la mujer.

El mismo sábado, pero pasadas las 13:00 en la calle Juan Benigno Vela y Eugenio Espejo, a Nathaly mientras esperaba el bus hacia Atocha, una niña de entre 5 y 7 años intentó sacarle unos bombillos de la bolsa que cargaba y al percatarse de lo que ocurría le llamó la atención a la menor.

“En ese momento una mujer, al parecer comerciante informal, tomó de la mano a la niña, me insultó y me dijo que si me veía otra vez por ahí me iba a rajar la cara, menos mal llegó el bus y me subí para evitar cualquier contratiempo”, explicó Nathaly .

Tan solo dos días después, algo parecido ocurrió en la avenida 12 de Noviembre, cerca de la parada de buses del parque del mismo nombre, cuando José sintió unas pequeñas manos entrando en su pantalón para sacarle la billetera.

El hombre salió corriendo tras el menor, que según el testimonio del afectado, no llegaba a los 10 años. El niño al ver que iba a ser alcanzado lanzó la billetera y José la pudo recuperar.

En los tres casos, los menores habrían aprovechado que las veredas estaban abarrotadas de comerciantes, compradores y transeúntes, lo que hace más difícil la reacción de los perjudicados.

 

EL DATO 
Los niños no pueden ser privados de libertad, por eso se toman medidas socioeducativas de acuerdo a su edad y a lo que establece el Código de la Niñez.

 

Temor permanente

Comerciantes de los alrededores de los mercados Modelo, Artesanal y Central, comentan que este particular se ha convertido en algo habitual, sobre todo los días de feria, sin embargo, en temporada navideña la presencia de niños realizando este tipo de actividades ilegales se incrementa.

“Son niños entre 5 y 10 años, no más. Son chiquitos, ellos salen con sus padres o con jovencitos ya un poco mayores y ellos son los que les señalan a quién acercarse y qué quitarles”, dijo Santiago J., comerciante de la zona.

Testimonio similar es el de Lourdes P., quien dice que, al tener un local cerca a uno de estos mercados le permite ver cómo los menores son utilizados para estas actividades.

“Un par de veces hemos llamado a la Policía pero como son tan pequeños se escabullen con facilidad, además, como los adultos saben que no pueden hacer nada en contra de los niños por eso los utilizan y les enseñan a robar desde pequeños”, puntualizó Lourdes.

 

Visión legal

Christian Pérez, abogado en libre ejercicio, comentó que dentro de la legislación ecuatoriana se contemplan medidas socioeducativas para los menores que son encontrados en este tipo de actividades.

Estas se toman conforme a la edad del menor y su principal objetivo es que puedan ser reinsertados en la sociedad. Aclaró que las medidas en ningún momento pueden ser sancionatorias.

Añadió que los niños son inimputables y que son juzgados de acuerdo a lo que establece el Código de la Niñez y Adolescencia.

Finalmente sostuvo que hacia los adultos, que empujan a los niños y adolescentes a cometer este tipo de ilícitos, no existe ningún tipo de sanción, porque “cómo se comprueba que un padre o un adulto le está enseñando a un menor a robar”, por ello cree que este es un tema mucho más social en el que toda la colectividad debe involucrarse para que si alguien conoce de este particular pueda poner en conocimiento de las autoridades pertinentes para que el o los menores involucrados puedan ser atendidos por el Estado conforme a lo que establece el debido proceso y así de esa forma precautelar su integridad. (NVP)

 

Una visión social

Para el sociólogo Jorge Vásquez, esta es una muestra de la descomposición social que se vive actualmente.

“Esta es una cadena, son personas que vienen de ese mismo círculo y por ende transmiten lo que saben a sus hijos, además, al haber crecido en ese ambiente saben que los menores son inimputables y por ende las autoridades no van a poder hacer nada en contra de los menores”, comentó.

Vásquez dijo que es necesario que se creen políticas estatales que busquen mejorar los ingresos de todos los ecuatorianos, del mismo modo sostuvo que es primordial que el Gobierno vaya creando los mecanismos necesarios para que en las zonas más pobres, como las urbano-marginales y las rurales, se suplan las necesidades de la población para que de esta forma los proveedores de cada familia puedan suplir las necesidades de sus dependientes de manera legal.

“Aquí no solo hablamos de tener una fuente de empleo y salario fijo, sino que el Estado garantice realmente el acceso a la educación, la vivienda digna, la salud, entre otros parámetros básicos, para que las personas dejen de ver en la delincuencia una fuente de ingreso y sientan que realmente vale la pena alejarse de estas actividades para tener suplidas sus necesidades básicas”, añadió el sociólogo.

Explicó que además, se debe trabajar en la prevención de la violencia, pues muchos de estos niños han sido violentados y van a seguir replicando lo aprendido en casa.

Explicó que “según un estudio internacional, las personas encarceladas sufrieron, en América Latina y el Caribe, fueron víctimas de violencia dentro de su familia cuando eran menores de edad. De ellas se estima que un 47% mencionaron haber sido víctimas de violencia directa en casa cuando eran niños”.