Ambato: chulqueros le quitan los vehículos a quienes no pagan sus préstamos puntualmente

Preocupación. Hay varios casos en los que los chulqueros les han quitado los vehículos a sus ‘clientes’ que no pudieron pagar los préstamos.

Esta modalidad toma fuerza en la ciudad y los más afectados son los taxistas informales y motociclistas. Por temor las víctimas no ponen la denuncia del caso.

David, quien prefirió mantener su apellido en reserva, desde el inicio de la pandemia empezó a trabajar como taxista informal.

Esto le ha permitido sostener su hogar todo este tiempo, sin embargo, al inicio del año escolar 2023 – 2024, por los gastos que esto requiere, para sus tres hijos, más una complicación mecánica en su camioneta lo orillaron a pedir un préstamo de 600 dólares al chulco.

Las tres primeras semanas, del mismo dinero que le facilitaron los prestamistas, logró pagar los intereses que le pedían, pero como los arreglos de su carro demoraron él también retrasó su pago.

Las dos primeras semanas «me tuvieron paciencia y me subieron el interés«, pero ya para la tercera semana lo amenazaron y una vez que sacó la camioneta del mecánico, al hacer una carrera, los clientes lo trasladaron más allá de Unamuncho, salida norte de Ambato, y se le llevaron el carro.

«No me robaron nada más, como a la media hora me dijeron que tenía dos días para pagar completa la plata que les debía y si no ya no vería más el carro», contó David.

Añadió que no llamó a la Policía, pero sí hizo la publicación en redes sociales de que le habían robado la camioneta para ver si alguien la había visto, pero la publicación no tenía ni 10 minutos y lo llamaron a amenazar para que la borre.

«Ha sido de las peores decisiones que he tomado en mi vida, esto ha sido un calvario que no quiero volver a pasar porque cuando recuperé el carro ya no tenía muchas piezas», rocordó el hombre de 47 años.

Recurrir a los prestamistas es una práctica común en la ciudad, por lo que Leonel, de 29 años, quien se dedicaba a trabajar como repartidor en su motocicleta de manera independiente, por mejorar su trabajo también pidió dinero al chulco.

«Como me estaba yendo bien pensé que sí iba a poder pagar enseguida, pedí a dos meses 400 dólares, nunca fallé pero no logré pagar el capital y a los dos días llegaron a mi casa, me amenazaron y me quitaron la moto«, explicó.

Contó que le dijeron que con la letra que les había firmado podían llevarse la moto y le dieron una semana de plazo para que pueda recuperar su vehículo, sin embargo, a los cuatro días recibió una llamada que le decía que su moto fue utilizada para cometer un delito en la Costa.

«Me quitaron la moto un martes y el sábado me notificaron que la moto fue usada para un robo en Ventanas, sentí que la vida se me iba cuando me dijeron eso y ni siquiera sabía qué hacer porque nunca puse la denuncia, ahora estoy con abogado buscando solucionar todo esto», explicó.

Tanto Leonel como David señalaron que por temor a represalias no pusieron la denuncia ante la Policía o autoridades competentes, por lo que ambos han tenido que asumir los gastos que les ha representado dejar de lado estos préstamos.

Análisis

William Orellana, exmilitar y especialista en seguridad, recordó que la usura no es legal, y que ahora los taxistas informales o motociclistas son ‘presa fácil’ de quienes se dedica a esta actividad, ya que los delincuentes buscan los medios para poder movilizarse con mayor libertad y por eso están recurriendo a quitarles vehículos a sus ‘clientes’ para poder usarlos en otras actividades delictivas.

“Los antisociales saben que si se le hacen algunas modificaciones a los carros o las motos pueden circular en ese vehículo por algún tiempo hasta que, o lo desmantelan, lo utilizan para hacer seguimiento a su nueva víctima, para ir a robar, o lo que es peor movilizarse en casos más complicados como son los secuestros y hasta la trata de personas”, dijo y añadió que como la gente no hace las denuncias respectivas permiten que esta actividad prolifere y hasta se meten en problemas más graves.

Desde la Policía en Tungurahua se dio a conocer que este tipo de casos no han sido reportados, por lo que se instó a la ciudadanía a que rompa el silencio para que la institución pueda actuar y dar con este tipo de delincuentes.

Para ello las personas pueden recurrir a llamar al 911 o a la línea 1800-DELITO (1800-335486), aquí se recogerán las denuncias guardando las reservas del caso para cuidar a las víctimas. (NVP)

 

Cómo operan los prestamistas/chulqueros
  • Los prestamistas ofrecen créditos a dueños de locales comerciales o personas deudoras.
  • Para recibir el dinero, las víctimas firman letras en blanco. Condición de los chulqueros.
  • El cobro generalmente se hace puerta a puerta en moto (intereses del 10 al 25% mensual).
  • Si no pagan las cantidades requeridas, los dueños de los negocios son amenazados o agredidos.
  • Al no pagar, el usurero puede demandar y apropiarse de sus bienes.

 

Qué dice el COIP
En el artículo 309 del Código Orgánico Integral Penal se menciona respecto a la usura que:

“La persona que otorgue un préstamo directa o indirectamente y estipule un interés mayor que el permitido por ley, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años. Cuando el perjuicio se extienda a más de cinco personas, será sancionada con pena privativa de libertad de siete a diez años. La persona que simule la existencia de un negocio jurídico y oculte un préstamo usurario, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años. En estos casos se ordenará la devolución a la víctima de lo hipotecado o prendado y la restitución de todo lo pagado de manera ilegal”.