Ecuador es el cuatro país de la región con más personas con tarjeta de crédito. Ante el reducido presupuesto familiar, el llamado dinero plástico sirve como mecanismo de financiamiento.
Según datos del Global Findex, elaborado por el Banco Mundial (BM), alrededor del 15% de los adultos ecuatorianos tiene una tarjeta de crédito.
Esto pone al país como el cuatro con más tarjetahabientes en América Latina, solo por debajo de economías como la brasileña y la argentina donde entre 28,9% y el 40,4% de los adultos tiene tarjeta de crédito.
En el caso particular de la economía ecuatoriana, donde el sueldo promedio en el mercado laboral es bajo y el presupuesto familiar se queda entre 15% y 30% corto con respecto a los gastos básicos, la tarjeta es uno de los principales instrumentos de crédito directo.
En otras palabras, el llamado dinero plástico sirve, sobre todo a la clase media (ingresos familiares mensuales de entre $750 y $1.500), para solventar gastos que se han encarecido de manera significativa en los últimos años: alimentos, educación y salud.
Lorena Romero, asistente administrativa y madre de dos hijos en edad escolar, comentó que diferir pagos con tarjeta de crédito le ayuda a pagar las cuentas.
“Hasta las compras del súper las aplazamos a tres meses y así vamos tirando. Hay que tener cuidado porque, cómo no pagas en efectivo al momento, se puede perder de vista que solo estás comprando tiempo”, puntualizó.
Tipos de gastos
De acuerdo con información de la Superintendencia de Bancos, durante el último año, el mayor consumo a través de tarjeta de crédito se hizo en supermercados, sobre todo para compra de alimentos.
Ese consumo sumó más de $1.160,64 millones, mediante más de 17,3 millones de transacciones. Es decir, en promedio, cada compra fue de alrededor de $67.
El crédito diferido representa el 52% de los $1.160,64 millones gastados en los supermercados. LA HORA, en una nota del 30 de diciembre de 2022, ya analizó que el crédito diferido para comprar alimentos se disparó en el último año como mecanismo para reducir el impacto de la mayor inflación o encarecimiento de los precios.
La opción más utilizada por un gran porcentaje de las familias de clase media es el diferimiento a tres meses sin intereses.
En teoría, según Rosa Méndez, consultora en finanzas personales, no se recomienda utilizar la tarjeta de crédito para este tipo de gastos; pero al menos se debe evitar las opciones que cargan intereses y establecer un presupuesto de ingresos y gastos para tener siempre presente cuánto deberá pagar a fin de mes por la suma de todos sus consumos diferidos.
El segundo consumo más alto con tarjeta de crédito está vinculado con la educación. En el último año, el gasto sumó los $708,16 millones en 4,29 millones de transacciones.
Aquí se incluyen pagos de colegiaturas, matrículas, útiles escolares, entre los principales. En este caso, el valor promedio por cada compra supera los $165.
Clara Pazmiño, emprendedora y madre de familia, comentó que, en su caso, ante las dificultades y trabas para acceder a un crédito educativo, ha encontrado una solución de pago de la colegiatura de su hija en la universidad combinando dos cosas: programa de ayuda financiera de la universidad y pagos a plazo con tarjeta de crédito.
Ecuador es el quinto país de América Latina con el mayor incremento en el costo de las atenciones médicas, lo que incluye el valor de las medicinas. Por eso, los gastos en salud son los terceros más altos hechos a través de tarjetas de crédito.
El monto llegó a los $584,72 millones en 10 millones de transacciones. Lo que quiere decir que el costo promedio por compra fue de $58. El crédito diferido, en este caso, representó más del 48% de las transacciones
En total, más de $4 de cada $10 consumidos a través de tarjetas de crédito se van a compras en supermercados y gastos en salud y educación. (JS)
El consumo a través de tarjeta de crédito sumó alrededor de $5.900 millones durante el último año.
7 recomendaciones para usar la tarjeta de crédito
- Estar consciente que es dinero prestado: Usar la tarjeta significa la adquisición de un crédito a corto o mediano plazo. Esto implica pagar intereses por uso y recargos en caso de retrasos.
- Conocer todos los costos y tarifas: Muchas tarjetas de crédito incluyen gastos operativos y otras tarifas. Es importante saber todos estos detalles para calcular cuánto deberá pagar mes a mes.
- No gastar más del 45% del cupo de crédito disponible.
- Tener presente la fecha de corte y de pago: Esto ayuda a pagar de manera puntual, evitando incurrir en pago de intereses por multas y gastos de cobranza.
- Pagar el saldo completo: Esta es la mejor estrategia para evitar acumular deudas, pero si no puede hacerlo, lo más recomendable es pagar más del valor mínimo.
- Revisar con frecuencia el estado de cuenta: Para identificar los gastos realizados es ideal dar seguimiento. Esto también ayuda a evitar fraudes o cobros indebidos.
- Utilizar la tarjeta de crédito “a meses sin intereses”: Si el objetivo es generar movimiento en la tarjeta de crédito y no acumular intereses, esta es una gran opción, ya que se aprovecha la oportunidad de la oferta y se puede pagar a tiempo el producto.
“Este medio de pago requiere de un manejo adecuado y consciente para lograr que sea un apoyo económico en lugar de un dolor de cabeza”, Esteban Correa, subgerente comercial de Andalucía.