La fórmula de Pacari ha posicionado el chocolate ecuatoriano como campeón del mundo por nueve años consecutivos

IMPORTANCIA. Santiago Peralta y Carla Barbotó fundaron Pacari en 2002.
IMPORTANCIA. Santiago Peralta y Carla Barbotó fundaron Pacari en 2002.

Luego de casi quebrar en dos ocasiones, la empresa ecuatoriana encontró su fórmula en una producción completamente orgánica.

Santiago Peralta, fundador de Pacari, afirma que para que un emprendimiento triunfe es indispensable estar fascinado con el proyecto, aunque al principio poca gente crea en él.

Con fórmulas 100% ecuatorianas, y producción completamente orgánica con alto valor agregado, la empresa nacional ha posicionado al chocolate como el mejor del mundo por nueve años consecutivos. En entrevista con LA HORA, Peralta habla de este emblemático emprendimiento ecuatoriano.

P. ¿Se pueden hacer cambios desde el emprendimiento y la innovación desde un país como Ecuador?

Claro que sí. Veo a Pacari como la revolución chocolatera ecuatoriana y la verdad de Latinoamérica. Es una versión muy nuestra, con mucha identidad. Queremos utilizar al chocolate como vehículo para llevar trozos de Latinoamérica a los paladares más cultos y conocedores de los 42 países a los cuales exportamos. Es una revolución que muestra un chocolate y una cultura todavía desconocida en el mundo. Por eso tiene un componente de justicia social, de emprendimiento, de David contra Goliat. Tiene también un lado heroico, porque hacemos las cosas desde un punto de vista ético, más responsable y cuidadoso con el ambiente. Nuestras fórmulas son 100% ecuatorianas y nuestro chocolate se ha encumbrado como uno de los más premiados en el mundo. Eso quiere decir que tontos no somos, sino que somos casos de estudio en Harvard. Genios del mundo están estudiando lo que estamos haciendo, pensando y diciendo.

P. ¿El objetivo no es solo elaborar un producto de calidad, sino también generar un vuelco cultural?

Todo parte de la coherencia con las personas que trabajan sudando el cacao, la hierbaluisa, el cedrón, el maracuyá, el mortiño. Esa es la base para reivindicar los sabores de nuestro continente. Sobre todo para que los ecuatorianos por fin coman sabores ecuatorianos. La meta final es comenzar a valorarnos y pasar del no podemos al sí podemos. Ya vamos nueve años como los campeones del mundo en chocolate.

P. ¿Pacari es una excepción en Ecuador? ¿Qué tan difícil es emprender en el país?

En todo lado emprender es difícil. No creo que en Ecuador sea necesariamente más fácil o difícil que en otros lugares. El emprendimiento es un concurso de paciencia, es un concurso de fondo más que de velocidad. Muy poca gente ha tenido la suerte de pegarle a la primera. Nosotros estuvimos a punto de quebrar dos veces. Se necesita una dosis de necedad y de fe para ser emprendedor. Hay que creer en lo que se hace. Por ejemplo, nosotros empezamos demasiado temprano cuando nadie entendía lo que era el chocolate orgánico. Ahora el 80% del chocolate oscuro que se come es orgánico y libre de esclavitud. Eso no le pasa ni a Suiza. Nosotros no somos los únicos, y la invitación es que haya muchas más empresas. Creo que hemos inspirado a medio mundo

P. ¿Cuál es el éxito de la cadena de valor de Pacari?

Yo creo que hay una cadena de valor hacia atrás, donde tenemos productores que hacen un enorme esfuerzo por sacar certificaciones orgánicas, que no es poca cosa. Esas certificaciones demoran tres años, y existe todo un componente heroico de tomar ese camino que no es el más fácil porque se hace sin agrotóxicos, con responsabilidad. Hay un trabajo enorme con comunidades, en la generación de certificaciones, en la organización de los pequeños agricultores para que hagan sus cooperativas. Se genera confianza y los agricultores tienen un precio estable por su cacao. Normalmente, uno de los problemas es que el precio fluctúa mucho. Cuando tú estabilizas precios le das la seguridad al agricultor, es decir, no le matas de hambre a la persona que te da de comer. También hay una cadena de valor hacia adelante, desde Pacari hacia al consumidor. Ahí hemos trabajado en una reivindicación de la identidad ecuatoriana y latinoamericana. Hemos demostrado que hay miles de sabores que no necesariamente es el chocolate con pasas. Cuando un ecuatoriano se ve frente a Pacari dice: Que bacanes que somos. Hay un efecto psicológico que se irradia. Esto salpica a la gastronomía, al ecuatoriano que llega a regalar su chocolate y es aclamado y aplaudido por los golosos del mundo. Esto tiene felices a los migrantes que ahora le muestran a su jefe el sabor de su tierra. Además, hacemos un esfuerzo enorme de diversificación y de entregar productos con 100% de valor agregado. Todos sin transgénicos, saludables y orgánicos.

P. ¿Ecuador es una potencia chocolatera?

Ya somos la capital mundial del cacao fino. Tenemos el 65% de la producción mundial, según la Organización Mundial del Cacao. Poco a poco, nos estamos despertando para hacer cosas de vanguardia. Hay mucha gente haciendo cosas excepcionales con valor agregado y eso construye poco a poco un país de alta calidad. La gente también se está educando. Por ejemplo, nosotros hacemos catas de chocolate con colegios, con empresas. Con esto todos se vuelven una suerte de embajadores del producto nacional.

P. ¿Cómo se puede romper el ciclo de pesimismo y malas noticias políticas que hay en el país?

Este país no está hecho por los políticos. Ni por las buenas o malas noticias que salen en los medios. Este país está hecho por miles de privados, de emprendedores, de gente de empresa, de trabajadores. Esta sociedad fuera de la política es lo que hace que Ecuador sea lo que es: el mayor exportador de bananas del mundo, de las mejores rosas del mundo o del mejor camarón del mundo. Alguien comenzó a hacer banano, flores, chocolate, y hay emprendedores que están comenzando a hacer más cosas. Esos son los que hacen que este país avance, se desenvuelva, crezca y se desarrolle. Mi sugerencia es que dejemos de ser espectadores y comencemos a ser actores de esta vida. Todo el mundo está esperando que el político haga algún milagro o algo pase y la verdad es que el milagro no viene de la política. Los que generan que ingrese dinero son los exportadores y los emprendedores. (JS)

Pacari tiene 60 tipos de chocolate y en total 120 productos, los cuales incluyen ocho tipos de nutellas, cereales, helados, entre otros.