La liquidación de Tame tiene 46% de avance luego de 3 años

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HECHO. Tame pasó de ser la línea de bandera de Ecuador a un pozo sin fondo de pérdidas.

La empresa, que inició su proceso de liquidación en 2020, no tiene suficientes activos para pagar deudas de más de $300 millones. El mayor acreedor es Petroecuador. 

En medio de la emergencia por el COVID, en 2020 se decretó la liquidación de Tame. Sin embargo, tres años después, el proceso de liquidación tiene un avance del 46% y no tiene fecha para su terminación.

El principal problema es que la ex empres pública mantiene una millonaria deuda que no se alcanza a cubrir con los activos que se han podido vender y los que todavía se tienen.

En concreto, ya se ha logrado vender seis de los ochos aviones de Tame; y recientemente han salido a la venta de los otros dos aviones, tipo Embraer, por un valor de entre $1,1 y 1,2 millones.

El tema tiene muchas complicaciones porque los aviones que se pretenden vender no tienen todos los motores ni todos los componentes. Incluso, en el caso de los componentes que sí tienen, están próximos a caducar en 2024.

El convenio de estacionamiento en el aeropuerto de Quito vence este 31 de diciembre de 2023 y esto ponen más precisión para la venta. El nuevo gobierno debe evaluar la situación para ver qué opciones se tienen si no se logra vender los dos aviones que falta.

El decreto 778 extendió el plazo para terminar la liquidación hasta mayo de 2025, es decir, hasta el final del gobierno de Daniel Noboa; pero existen dudas de cuándo se podrá cerrar el proceso.

Los activos no alcanzan para cubrir deudas

La ex aerolínea pública actualmente mantiene una deuda de más de 300 millones. Uno de los mayores acreedores es Petroecuador. A la petrolera estatal se le debe alrededor de $200 millones (más del 60% de las deudas de Tame) por cuentas pendientes como consecuencia de la venta de combustible a la aerolínea.

También quedan cuentas por saldar por pasajes aéreos y por instalaciones que no se han podido cerrar (incluso en el extranjero), entre otros temas.

Si el proceso de liquidación no logra terminarse hasta mayo de 2025, los activos y pasivos de Tame debería pasar a la función ejecutiva, es decir, al ministerio correspondiente.

Pero esa posibilidad genera otros problemas porque asumir esa carga sería demasiado costoso para un sector público ecuatoriano con déficit creciente y escasez de recursos.

Antes de que se decretara su cierre, Tame se había convertido en un pozo sin fondo de pérdidas. En promedio, a partir de 2012, se registraron pérdidas de alrededor de $50 millones anuales.

El negocio aéreo es complejo de manejar en Ecuador. Esto se ha visto incluso en el sector privado, por ejemplo, con el cierre de Equair. Sin embargo, en el caso de Tame se conjugaron la corrupción y el manejo político por sobre el técnico para convertir a la aerolínea pública en un lastre.  (JS)

DATO.- El proceso de cierre de empresas públicas improductivas se impulsó en el gobierno de Lenin Moreno, que recibió 21 empresas en mayo de 2017 y dejó solo 12 activas en mayo de 2021.