La ley obliga a que el 100% de las personas con empleo estén afiliadas al IESS, pero en la realidad no se supera el 45%

REALIDAD. La seguridad social es una quimera para la mayoría de los ecuatorianos.
REALIDAD. La seguridad social es una quimera para la mayoría de los ecuatorianos.

Los trabajadores independientes no tienen incentivos reales para cumplir con la Ley. Tampoco pueden acceder a préstamos quirografarios o al seguro de desempleo.

Aunque muchos ecuatorianos piensan que solo los trabajadores en relación de dependencia tienen la obligación de afiliarse al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el artículo 2 de la Ley de Seguridad Social establece que ese requisito es más amplio. De hecho, debe ser cumplido por “todas las personas que perciben ingresos por la ejecución de una obra o la prestación de un servicio físico o intelectual, con relación laboral o sin ella”.

En otras palabras, la normativa incluye a los empleados en relación de dependencia, los llamados trabajadores autónomos y en libre ejercicio, los administradores o patronos de un negocio, el dueño de una empresa unipersonal, y hasta las personas que realizan actividades no remuneradas en el hogar.

Sin embargo, la realidad empresarial y los bajos niveles de ingresos de la mayoría de los ecuatorianos con algún tipo de empleo hacen impracticable lo que impone una ley vigente desde 2001.

La norma se queda en el papel

A nivel general, sólo el 45% de los 8 ‘114.443 ecuatorianos con cualquier trabajo accede a la seguridad social pública. En el caso de los jóvenes entre 18 y 29 años, el porcentaje no supera el 3%

En el caso de los trabajadores autónomos, como LA HORA reseñó en una nota del pasado 27 de mayo de 2022, a pesar de que se registran 2′022.983 personas con RUC activo en el Servicio de Rentas Internas (SRI), sólo el 23% está afiliado al IESS bajo figuras como sin relación de dependencia y voluntarios.

Beatriz García, abogada laboral con especialización en seguridad social, dice que lo dispuesto en el artículo 2 de la ley se queda solo en el papel, como la mayoría de normas en el país.

“La legislación tiene un gran desfase de la realidad entre otras cosas porque se necesitaba un reglamento que hiciera práctico todo lo aprobado hace 21 años. Sin embargo, ese reglamento a la ley de Seguridad social nunca se expidió. Han pasado ahora ya seis Gobiernos sin que se establecieran mecanismo efectivos, como porcentajes de afiliación según el nivel real de ingresos, para que más gente llegue al sistema”, puntualizó.

Faltan incentivos

Verónica Martínez, economista y emprendedora, explicó que faltan incentivos para afiliarse porque, con ingresos promedio estancados hace 15 años , los montos mensuales a pagar como aportantes están fuera del alcance de la mayoría de los trabajadores ecuatorianos.

“El porcentaje mínimo para un afiliado que no es parte de la minoría en relación de dependencia es del 17,60% del Salario Básico Unificado (SBU). Eso actualmente representa no menos de $74,80; si se ajusta cada año con la actualización del SBU. Ese esfuerzo mensual no se ve recompensado con el acceso a un buen sistema de salud y ni siquiera a una pensión aceptable cuando se jubile”, puntualizó.

Además, aunque en teoría tienen derecho a la jubilación, el auxilio de funerales y los créditos hipotecarios, no pueden exigir el seguro de desempleo, la cesantía y los fondos de reserva. Esto último también les cierra las puertas para aplicar al financiamiento más demandado en el IESS: los préstamos quirografarios.

Viviana Valdivieso, comerciante de 28 años, comentó que el acceso a ese tipo de préstamos pueden ser un salvavidas para gastos de emergencia en temas como salud o incluso deudas.

“A finales del año pasado bajaron la tasa de interés al 11%, que es mucho más barato que un crédito de consumo en otro lado; pero si no eres trabajador en relación de dependencia quedas fuera. Además, con los bajos ingresos que se tiene, aunque se diga que podemos ir por un hipotecario, tampoco eso es posible”, aseveró. (JS)

Hay multa si se paga las aportaciones con retraso

A las menores prestaciones si se afilia de manera independiente o voluntaria, se debe sumar que existe una cara penalidad si se atrasa en el pago de los aportes mensuales.

Así, la ley vigente establece que se realiza un recargo equivalente al interés máximo convencional permitido por el Banco Central más cuatro. Además, la fracción de mes “se liquidará como mes completo, sin lugar a liquidaciones diarias, excepto para las retenciones que realice el Instituto por mandato legal y se encuentren determinados en los respectivos convenios”.

En el contexto actual de crisis económica y sueldos bajos, sobre todo para los profesionales jóvenes, un atraso podría representar una deuda creciente y pagos mucho mayores al aporte inicial.

Rogelio Torres, 36 años, contó que esos recargos también se vuelven un problema cuando se quiere, por cualquier motivo, desafiliarse del IESS. “Los trámites no son claros y tampoco hay buena asesoría en la institución. Si no se completa bien el proceso, puedes seguir registrado y acumulando deuda”, dijo.

Solo las afiliaciones en el sector público han sido constantes

Mientras que, en las afiliaciones del sector privado, incluyendo relación de dependencia e independientes, no se ha recuperado ni la mitad de lo perdido durante la pandemia, la situación es distinta en el sector público.

Con entradas y salidas, a lo largo de estos últimos dos años, el monto se ha mantenido en alrededor de los 610.000 afiliados en las actividades estatales.

Incluso las afiliaciones subsidiadas total o parcialmente como las de las labores no remuneradas del hogar (semi contributivos), o las del seguro campesino, mantienen una evolución a la baja.

Patricia Borja, abogada y experta en seguridad social, ha repetido en múltiples ocasiones que para generar mejores condiciones de acceso al IESS se debe comenzar, en primer lugar, con una real depuración de los procesos y gastos ineficientes de la institución.

Con ese punto de partida, se podría liberar recursos para que sobre todo los jóvenes, y los millones de trabajadores autónomos sin cobertura, puedan convertirse en aportantes activos con porcentajes mensuales más bajos y de acuerdo a su condición económica.

Asimismo, de la mano de una reestructuración del IESS como paso indispensable para una nueva Ley de seguridad social, el Gobierno debe cumplir su promesa de impulsar una verdadera reforma del mercado laboral. Solo con más trabajadores con mejores empleos y mayores salarios, se podrá tener un mayor número de afiliados.

Evolución de los afiliados al IESS

     
         
Tipo de afiliación abr-21 abr-22 Diferencia Participación
Relación de dependencia 2.403.931 2.504.393 100.462 68%
Sin relación de dependencia 273.251 284.160 10.909 8%
Semi contributivo (labores no remuneradas) 336.693 312.638 -24.055 8%
Voluntarios 191.312 210.061 18.749 6%
Seguro Campesino 374.734 369.842 -4.892 10%
Total 3.579.921 3.681.094 101.173 100%