Ingresos estancados

La cifra del ingreso promedio en Ecuador —320 dólares— es desalentadora, pero el hecho de que lleva 15 años estancada recuerda los problemas estructurales de la economía ecuatoriana.

Por más que la clase política se entretenga con aumentos de salario, precios de subsistencia y demás medidas que repercuten en contadas minorías, la realidad muestra un país enfocado en la supervivencia.

El diseño institucional está mal planteado si ha sido incapaz de generar riqueza tras una década de crecimiento global —un período de comercio e innovación en el que la economía mundial creció más del 10%—. Localmente, cualquier discusión sobre redistribución o equidad no tiene cabida sin crecimiento económico; un concepto que deben tener claro todos los actores del espectro político.

Sin embargo, no hay que ceder al pesimismo. Las perspectivas actuales de crecimiento son mejores de lo previsto; Ecuador ha triplicado el tamaño de su economía desde el retorno de la democracia, una esperanzadora tendencia histórica.

Aun sin el apoyo Legislativo, hay mucho que el presidente Lasso puede hacer para fomentar el crecimiento: priorizar los acuerdos comerciales, simplificar trámites, reducir aranceles, fomentar el crédito, priorizar obra pública que impulse crecimiento e innovar en la educación. No obstante, cualquier proceso de crecimiento económico conlleva un cambio en la distribución de riqueza y, por ende, una transformación en la correlación de fuerzas políticas. El Gobierno deberá, por tanto, prepararse para la decidida resistencia de muchos de los beneficiarios del sistema actual.

FRASES DEL DÍA

«Quien no sabe mostrarse cortés, va al encuentro de los castigos de la soberbia.”

Gayo Julio Fedro (14 a.C.- 50 d.C.), fabulista romano

 

«Los horrores que es capaz de concebir una mente son siempre mucho peores que la realidad.”

Paula Hawkins (1972), escritora británica