Bajar el pago de impuestos a cambio de nuevas contrataciones es solo un paso, pero si se quiere cambiar la realidad laboral del Ecuador se necesita mucho más.
Según la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, durante los primeros cuatro a cinco meses de aplicación de la Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo (primera ley económica urgente aprobada por la Asamblea), se generarán entre 4.000 y 5.000 nuevos empleos, sobre todo para jóvenes.
Esto como consecuencia de las reducciones en el pago de impuestos establecidas a cambio de nuevas contrataciones.
Sin embargo, Lorena Soria, economista e investigadora en mercados laborales, aclara que los incentivos fiscales por sí solos no generan empleo, a menos que sean parte de un paquete integral de medidas (reforma estructural) para reducir costos y trabas tanto para la contratación como para el despido, entre otros temas.
De acuerdo con el informe ‘Ecuador, capital político’, elaborado por el banco Santander US Capital Markets, la ley aprobada en el Gobierno de Daniel Noboa no plantea nada transformador para abordar la trampa del bajo crecimiento y la poca generación de empleo. Tampoco soluciona el problema del alto déficit fiscal estructural.
Noboa está entrampado en una lógica en la que se evita tomar medidas de fondo, que puedan generar resistencias, con vistas a asegurar su reelección en 2025.
Mientras tanto, se ve poca voluntad para hacer reformas estructurales en temas como el laboral e incluso no se ha incluido ninguna pregunta de peso al respecto en la próxima consulta popular.
La realidad a cambiar es la de más de 5 millones en el desempleo y la informalidad; y una mayoría de ecuatorianos ganando menos del salario básico.
¿Qué tiene una reforma laboral que realmente genere empleo?
Si los beneficios fiscales son insuficientes, qué debería tener una verdadera reforma laboral que rompa la adicción al subdesarrollo económico que tiene el Ecuador.
1 Flexibilización de las modalidades contractuales: Introducción de nuevas modalidades de contratos a tiempo parcial y contratos temporales para brindar a los empleadores mayor flexibilidad en la contratación.
Incentivos para la contratación de empleados a tiempo parcial o temporales, facilitando así la entrada de personas al mercado laboral.
Una clave es dar más libertad para la negociación directa entre empleador y trabajador.
2 Reducción de la burocracia y simplificación de regulaciones: Simplificación de los procesos administrativos relacionados con la contratación y despido. Esto incluye un cambio profundo en temas como indemnizaciones y otros costos relacionados. La idea es que tanto la entrada como la salida sean fáciles y rápidas
Revisión y reducción de regulaciones laborales que puedan imponer cargas excesivas a los empleadores, especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
3 Fomento de la formación y capacitación: Implementación de programas de formación y reciclaje laboral para mejorar las habilidades de los trabajadores y hacerlos más empleables en sectores en crecimiento.
Colaboración entre el sector educativo y el empresarial para adaptar la formación a las necesidades del mercado laboral.
4 Flexibilidad en la negociación colectiva: Permitir una mayor flexibilidad en la negociación de condiciones laborales entre empleadores y empleados.
Facilitar acuerdos a nivel de empresa para adaptar las condiciones laborales a las necesidades específicas de cada lugar de trabajo.
5 Incentivos fiscales y reducción de costos laborales: Implementación de incentivos fiscales para las empresas que contraten a nuevos empleados.
Reducción de los costos laborales no salariales, como las contribuciones a la seguridad social, para hacer más atractiva la contratación.
6 Estímulo a la inversión y crecimiento empresarial: Implementación de políticas que fomenten un entorno empresarial favorable, como la reducción de impuestos corporativos y la simplificación de trámites para la creación de empresas.
Apoyo a la innovación y a sectores estratégicos que puedan generar empleo.
7 Protección social y seguridad para los trabajadores: Garantizar una red de seguridad social efectiva para los trabajadores, incluso en situaciones de despidos o cambios en las condiciones laborales. Esto se enfoca a un efectivo sistema de seguro de desempleo. (JS)
Ejemplos internacionales de reformas laborales exitosas
Alemania (2003): La Agenda 2010 fue un conjunto de reformas implementadas en Alemania bajo el Gobierno de Gerhard Schröder. Se centró en flexibilizar el mercado laboral, facilitar la contratación y fomentar la movilidad laboral. Introdujo medidas como la flexibilización de las regulaciones sobre empleo a tiempo parcial. Estas reformas se atribuyen a la mejora de la competitividad y al aumento del empleo en Alemania.
Dinamarca (2007): La ‘flexiguridad’ danesa combina una fuerte protección para los trabajadores con flexibilidad para los empleadores. Se enfoca en la capacitación continua de los trabajadores y la adaptabilidad del mercado laboral. El sistema permite a los empleadores contratar y despedir con relativa facilidad, pero al mismo tiempo ofrece una red de seguridad social sólida para los trabajadores despedidos.
Canadá (1996): La reforma laboral en la provincia de Alberta, conocida como ‘The Alberta Report’, buscó flexibilizar las regulaciones laborales y reducir las barreras para la contratación. Se eliminaron algunas restricciones en la contratación temporal y se alentó la negociación directa entre empleadores y empleados. La provincia experimentó un aumento en la creación de empleo y en la inversión empresarial.
Brasil (2001): La reforma laboral en Brasil en 2001 buscó flexibilizar el mercado laboral al introducir contratos a plazo fijo y contratos a tiempo parcial. También se promovió una mayor autonomía en la negociación entre empleadores y empleados.
Existe un mayor índice de subempleo en mayores de 34 años, por lo que se necesitan medidas que permitan el reciclaje laboral.
En promedio, durante los últimos 16 años, la economía ha generado menos de 50.000 nuevos empleos anuales. Se necesita al menos triplicar esa cifra.