Tres expectativas y tres dudas sobre el plan económico del Noboa

HECHO. Vega con sus dos viceministros: Ana Cristina Avilés (Economía) y Daniel Falconí (Finanzas)
HECHO. Vega con sus dos viceministros: Ana Cristina Avilés (Economía) y Daniel Falconí (Finanzas)

El Gobierno asegura que está comprometido con un recorte de $1.000 millones en el gasto, pero las cifras fiscales, de inversión y de financiamiento siguen sin estar claras para 2024.

El ministro de Economía, Juan Carlos Vega Malo, aseguró que durante estos primeros días, se han concentrado en “estabilizar al paciente. No queremos que el paciente se muera. Con muy poquitos recursos estamos atendiendo las necesidades más urgentes”.

En este sentido, el plan económico todavía es un proyecto en análisis y actualmente los esfuerzos están concentrados en cubrir los gastos “con medidas muy creativas y tomando todas las herramientas de gestión de liquidez local”.

Vega Malo aseguró que están cerca de cubrir el décimo tercer sueldo. “Es una buena noticia para los empleados públicos. Inmediatamente vamos a comenzar a hacer ya unos pequeños, pero sufridos desembolsos para los gobiernos locales”, dijo.

La falta de recursos es la principal preocupación actualmente. Sobre el plan económico quedan expectativas y dudas que a continuación se detallan:

Las expectativas

1.- Según el ministro de Economía, han encontrado interés de inversionistas internacionales para impulsar proyectos de energía no renovable (electricidad) y un incremento de la producción petrolera de campos maduros.

“Es muy importante el aporte de la ley que se está tramitando en la Asamblea porque mejora las condiciones para invertir en el país”, aseguró Vega Malo.

Esta ley, que previsiblemente se aprobará este martes 19 de diciembre en el pleno del Legislativo, es vista por el Gobierno como un mensaje de esperanza. “Estamos conscientes que es una primera medida en la dirección correcta, pero no es para nada la que va a solucionar los problemas de tanto tiempo del país”, acotó el funcionario.

2.- Vega Malo aseguró que están armando todo un portafolio de alternativas de optimización del gasto público.

“Con el Presidente hemos visto que tenemos muchísimas ineficiencias en el Estado. Hay empresas públicas que pueden ser más eficientes y un montón de gastos que podrían recortarse. Lo estamos trabajando en detalle internamente. Ojalá nos genere más de $1.000 millones en ahorros en 2024”, apuntó el Ministro

Se asegura que el ejercicio de optimización, que todavía no tiene mayores detalles, estará muy enfocado en las empresas públicas. LA HORA publicó una nota sobre la situación actual de las 13 empresas públicas activas en la función ejecutiva.

En el tema de los subsidios de los combustibles, se está buscando la forma de no afectar a los más necesitados.

Aunque no hay metas ni mayores pistas, el Ministro Vega afirmó que “este país debe tener un debate claro sobre los subsidios y a quién están llegando. Obviamente el Ecuador no puede seguir con este esquema de crecientes gastos y reducción de ingresos. Eso se vuelve un tema insostenible”.

3.- Aunque el plan económico no está listo, Ana Cristina Avilés, viceministra de Economía, dijo que los cuatro ejes básicos ya están definidos: Garantizar la suficiencia de recursos para la provisión de bienes y servicios; buscar mecanismos de equidad en la distribución de los ingresos y gastos del Estado (¿revisión de la estructura tributaria y de beneficios sociales?); fomentar la inversión en sectores estratégicos como motor de la economía; establecer directrices para producción de una política fiscal sostenible.

Las dudas

4.- El ministro de Economía aseveró que se tiene una comunicación muy cercana con los multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el BID. A través del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), por ejemplo, se ha logrado financiamiento de emergencia para el presupuesto.

Esa cercanía con los financistas es importante, pero no queda claro cómo se levantarán más de $10.800 millones de nueva deuda para cubrir déficit y vencimientos de deudas anteriores en 2024. Se necesita un plan económico creíble y medible.

5.- El déficit fiscal (más gastos que ingresos) cerrarán 2023 en $5.789 millones y todo apunta a un hueco de al menos $6.000 millones en 2024.

El nivel de atrasos y cuentas por pagar, según Vega Malo, fue de $ 4 317 millones en noviembre y llegará a $5.017 millones en diciembre de este año.

Algo se podrá cubrir con préstamos de multilaterales y deuda interna a través de IESS y bancos privados, pero quedarán una nueva parte (no definida por el Gobierno) que deberá cubrirse a través de planes de pago o entrega de papeles del Estado.

En este punto, la principal duda es qué sectores serán los más afectados. Los sospechosos habituales son los gobiernos locales con atrasos de más de $900 millones en 2023; los proveedores, que aseguran que les deben casi $500 millones, o el IESS, con casi $2.000 millones en atrasos

6.- El Gobierno le tiene fe a la Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo e incluso cree que podría generar mayor recaudación de impuestos vía incremento de inversiones y empleos.

Sin embargo, no existen estimaciones oficiales sobre el impacto de esa ley en los próximos meses. Solo se tiene la certeza de que dará más flujo de caja a corto plazo con la autorretención a las grandes empresas, la remisión tributaria y el reperfilamiento de la deuda con el Banco Central. Vega Malo defendió ese reperfilamiento y aseguró que no afecta a las reservas internacionales.

Lo que se sabe con certeza es que los beneficios tributarios de la ley provocarán que el fisco deje de recaudar alrededor de $200 millones.

A eso se sumará los $500 millones que dejarán de entrar al presupuesto estatal, de acuerdo con Vega Malo, debido a que el bloque petrolero ITT debe dejar de operar el 31 de agosto de 2024.

Además, se debe tomar en cuenta, como ya analizó LA HORA, que se tendrá alrededor de $1.000 millones menos de ingresos tributarios por temas como la reducción del ISD al 2% y la reversión de la reforma tributaria de Lasso.

Así, incluso con medidas como recortar $1.000 millones del gasto, vender parte del oro de las reservas internacionales del Banco Central y la remisión tributaria apenas se cubriría, en el mejor de los casos, menos del 40% del déficit proyectado para 2024.

Organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han elaborado estudios en donde se apunta a que los beneficios tributarios a cambio de contratación de personal y de nuevas inversiones tienen efectos positivos a mediano y largo plazo.

Pero para eso se necesita generar estabilidad y seguridad jurídica desde ahora. La primera ley económica de Noboa no dará frutos apreciables hasta mayo de 2025.   (JS)