Con menos créditos, gracias a medidas tomadas en las tres primeras leyes económicas de Daniel Noboa, habrá problemas de liquidez y la economía podría hasta decrecer.
La falta de liquidez es la principal razón por la que quiebran las empresas en Ecuador. Esto, entre varias razones, está relacionado a la falta de financiamiento; una estructura del capital de trabajo inadecuada y la falta de rentabilidad del negocio.
Debido a medidas incluidas en las tres primeras leyes económicas urgentes del presidente de la República, Daniel Noboa, la falta de financiamiento será un problema creciente este 2024; y eso golpeará la liquidez empresarial, la inversión y la generación de empleo.
Si necesita crédito, búsquelo ya
“Si usted va a necesitar un crédito bancario este año, le aconsejo que comience ya a buscar el dinero porque va a escasear”, alertó Walter Spurrier, economista y director de Análisis Semanal.
Estamos en la época del año en la que los contribuyentes empiezan a juntar dinero para pagar el impuesto a la renta. A eso se suma que a las grandes empresas se les exige por ley que anticipen el pago del impuesto a la renta que debería hacerse en 2025.
Esas grandes empresas deberán pagar doble impuesto en este 2024, pero al no tener suficiente liquidez o flujo de caja para eso, pedirán más créditos al sistema financiero.
El problema es que los bancos deberán pagar triple impuesto a la renta en 2024. En primer lugar, el impuesto a la renta de 2023 hasta abril de este año. En segundo lugar, cada mes tendrá que desembolsar un porcentaje de sus ingresos como anticipo del impuesto a la renta que deberían pagar en 2025.
En tercer lugar, gracias a lo aprobado en la Ley Orgánica para Enfrentar el Conflicto Armado Interno, la Crisis Social y Económica, también deberán pagar hasta el 25% sobre sus utilidades (otro impuesto a la renta).
“El crédito de la banca va a reducirse este año y se va a concentrar mucho en las grandes empresas que tienen que pagar más impuestos y necesitan capital de trabajo”, acotó Spurrier.
En otras palabras, casi 10.000 grandes empresas tendrán doble carga tributaria en 2024 y recurrirán a unos bancos, que también pagarán más impuestos, en busca del reducido financiamiento que estará disponible.
El resultado será que, para el resto, desde microempresas hasta Pymes (sin hablar de las personas), llegará menos financiamiento precisamente en el momento en que, según un análisis de Inteligencia Empresarial, las ventas locales no crecen en términos reales desde julio de 2023.
Se configura así un proceso de falta de liquidez en la economía, aupado por las decisiones políticas, y que, de acuerdo con el Banco Central del Ecuador, podría reducir el crecimiento económico de 2024 entre 0,4% y 1,1%.
Si se toma en cuenta que ya se estimaba un crecimiento de menos del 1% del Producto Interno Bruto (PIB), el escenario pinta a que la economía ecuatoriana podría tener crecimiento cero o decrecer este año.
Por eso, las empresas deben tener un manejo austero e inteligente para evitar profundizar aún más la crisis. Como se explica en una nota publicada anteriormente por LA HORA.
Bancos y recaudación
Al pago regular del impuesto a la renta y los anticipos o autorretenciones, se suma que en la Ley de Competitividad Energética, escondido en una transitoria, se incluyó la eliminación de la exención que permitía a los bancos no afrontar el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) en los pagos de los créditos externos que consiguen para fondear sus operaciones.
Así, en medio de la escasa liquidez interna, se les encarece el ya caro y también escaso crédito internacional.
La Asociación de Bancos Privados (Asobanca) estimó que se limitará la llegada de alrededor de $2.000 millones al país.
Asimismo, desde el Gobierno se está pidiendo a los bancos que les compren más bonos para financiar la caja fiscal.
“Eso va a secar el crédito al resto de la sociedad y va a restringir la actividad económica”, recalcó Spurrier.
En este contexto, para Roberto Mendoza, economista, el sector financiero se ha vuelto la gallina de los huevos de oro para financiar al Estado con alto déficit y una abultada cuenta de atrasos; pero esto tiene como consecuencia que se restringe el dinero disponible para dar crédito, impulsar la inversión y hacer crecer la economía.
En términos normales, los bancos ya generaban casi el 13% de la recaudación anual de impuestos (sector en primer lugar en pago de tributos), es decir, al menos unos $1.900 millones. Con los nuevos impuestos y restricciones, pagarán $600 millones más.
Lo más grave es que, de acuerdo con la Asobanca, se dejarán de otorgar alrededor de $4.000 millones en créditos durante 2024.
A eso se deberá sumar la restricción de financiamiento que también ocurrirá en el sector cooperativo, que ya viene creciendo menos, registra mayor morosidad y también debe pagar un impuesto temporal sobre sus utilidades. (JS)
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