¿Dónde están las propuestas concretas?

En política, la fricción y el debate entre ideologías e intereses deben servir para perfeccionar propuestas en beneficio del país. Los antagonismos resultan inútiles cuando los protagonistas pierden de vista esa tarea —el provecho nacional— y la pugna política se torna un juego de suma cero y egos exaltados, en el que todo se vale y lo único que importa es el poder. Ahora, tanto el Gobierno del presidente Guillermo Lasso como la Conaie tienen la oportunidad de demostrar que son capaces de concretar propuestas con el mismo brío con el que midieron fuerzas en las calles.

Leonidas Iza, tras su detención en flagrancia, asegura que el paro será indefinido. Sin embargo, también bajó el tono de la confrontación y abrió la puerta al diálogo. Junto a la dirigencia, —en un acertado intento de desligarse de los grupos criminales que apelan a los saqueos y al caos— decidieron retroceder a lo que denomina “nuestros territorios”.

Como autodenominado defensor de los intereses “del pueblo” y no solo de las comunidades indígenas que agrupa la Conaie y que representan menos del 7% de la población, le cabe ahora proponer medidas concretas que susciten cambios estructurales en el país, más allá de los quiméricos y vagos pedidos contenidos en los ‘10 puntos’. 

El Gobierno aún no anuncia su próxima movida, pero sería un grave error insistir en la inacción y la descalificación apresurada de propuestas razonables que nacen de otros sectores. Este es momento de acercarse a los pedidos de otros con ánimo de pulirlos y tornarnos viables, no de buscarles defectos o descartarlos con excusas.