Vicepresidenta a Israel

Mesías Mestanza Solano

Mesías Mestanza Solano

De conformidad con nuestra Constitución, en caso de ausencia temporal del Presidente de la República, lo reemplazará quien ejerza la Vicepresidencia; sin embargo, cuando la Vicepresidenta o Vicepresidente de la República no estén reemplazando a la Presidenta o Presidente, ejercerán las funciones que ésta o éste le asignen.

Con esta atribución constitucional, el Presidente Daniel Noboa envía a su vicepresidenta a Israel de forma indefinida como colaboradora para la paz en el conflicto  entre Israel y Palestina, países que libran una guerra sangrienta.

Ya durante la campaña electoral, se notó distanciamiento entre Noboa y Abad; cada uno recorría por separado las distintas provincias del Ecuador. Incluso, luego de la ceremonia de posesión, el Presidente Noboa asistió al Palacio de Gobierno para almorzar con los invitados especiales, mientras que la Vicepresidenta lo hizo en un mercado de la ciudad, con lo cual quedó demostrado el  distanciamiento.

Entendidos en la materia y en el campo diplomático sostienen que es “un compromiso del Ecuador para forjar un futuro más pacífico y estable en el mundo”, pero, los que no entendemos estas buenas relaciones internacionales sostenemos que a una mujer no se debía escoger para tan delicadas funciones, donde todos los días se matan entre  israelitas y palestinos por efectos de la guerra. Pues, abandonará a sus hijos y familia, o podría ser que  también los lleve a correr riesgos inminentes. Coincide esta designación con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre).

¿No cree, amigo lector, que nosotros tenemos nuestros propios problemas en seguridad, educación, salud y trabajo? Considero que era suficiente que nuestros diplomáticos, especializados y que  están en Israel, contribuyan a la paz entre estos países hermanos. Pienso que nos hemos quedado sin Vicepresidenta; se fue a Israel, que es una potencia mundial, con el ánimo de pacificar a estos países guerreros. En todo caso, espero que aquello sea para bien.

Éxito, Presidente Noboa, porque el suyo será el nuestro.

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