Todo cada vez más caro

Oliver Briceño

Las noticias del mundo en los últimos meses no han parado de mencionar a la inflación, la cual consiste en un aumento generalizado de los precios de bienes y servicios. Estas alteraciones en los precios se explican por varios factores.

El primero de ellos se debe a la crisis de los contenedores, en donde el precio de los fletes marítimos se ha disparado, con lo que las empresas trasladan este aumento de los costos al precio de sus productos, que son alrededor del 80% de los productos que consumimos. En América Latina, el costo de un flete entre Shanghái y América del Sur era de unos dos mil dólares aproximadamente; en la actualidad, supera los siete mil dólares, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo. Además, se han producido el cierre de puertos marítimos debido a las restricciones por la Covid. Ello ha creado cuellos de botella en los puertos internacionales más importantes del mundo.

Otra razón que repercute en este aumento de precios, según expertos, es debido a que la demanda aumentó de manera muy abrupta (y en espera de la época navideña), con lo que sobrepasó a una oferta en un panorama en el que la pandemia aún no ha terminado. A día de hoy se habla de una cuarta ola de Covid que está afectando a muchos países del mundo.

Con todo ello, en la fábrica del mundo, China, la inflación industrial es ya la más alta en 25 años. El índice de precios al productor, que, de forma simple, es el precio con el que sale un producto de su fábrica, subió un 13,5% para el mes de octubre, según la Oficina de Estadística de China. Esta crisis con varios frentes condiciona aún más la recuperación económica que se estaba empezando a producir en el mundo gracias a la vacunación.

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