Quién es el juez

Mesías Mestanza Solano

Mesías Mestanza Solano

Los jueces son personalidades revestidas de poder y sabiduría, que tienen la potestad de  juzgar una controversia sometida a su autoridad con  fundamento en las pruebas que se haya judicializado en el juicio, sin mirar siquiera la firma del patrocinador, clase social ni color de la piel del usuario de la justicia.

El juzgador, para cumplir su misión, necesariamente debe estar preparado técnica y científicamente en conocimientos de la hermenéutica jurídica, constante en la ley, la doctrina y la jurisprudencia, y sobre todo, lleno de cualidades de honestidad, rectitud y valentía para resolver sin favor ni temor las causas que le corresponden.

La nivelación de conocimientos en un juez debe ser permanente y, especialmente, previo al ascenso, puesto que el derecho avanza como lo hacen la sociedad y las nuevas infracciones, tanto civiles como penales.

Un examen psicológico de la jueza o juez servirá para medir su fortaleza mental frente a causas complejas, donde actor o demandado aparecen como los intocables de la justicia. El verdadero juzgador es el que se ha iniciado como auxiliar, luego como abogado en libre ejercicio, fiscal, magistrado de Corte Provincial, Corte Nacional, Corte Constitucional; es decir, aquel que se ha cuajado en conocimientos.

Ahora bien, pregunto: ¿Un profesional del Derecho de gran trayectoria tendría la voluntad de servir al país en una judicatura donde la remuneración tiene un promedio de 4.000 dólares? Jueces y fiscales  que cumplan las mínimas exigencias anotadas deben estar dotados de, por lo menos, un buen sueldo y  seguridad; entonces sí, responderán a las demandas de la justicia ecuatoriana.

Claro está que no solamente a los jueces se debe exigir honestidad en el ejercicio de sus funciones, también hay que exigirla a los abogados; quienes deberían nivelar sus conocimientos previo al ejercicio profesional, además de entregar la declaración patrimonial y facturación electrónica. Esta sería una manera de llamar la atención a las universidades de garaje.

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