Lo inmediato y lo esencial

Verónica Narváez

Verónica Narváez Terán

Poco antes de los cortes de energía, vivimos olas de calor; con ellas, vinieron las oleadas de compras de ventiladores y equipos de aire acondicionado. Luego, teníamos calor y ya no teníamos luz, y ante eso vinieron las oleadas de compras de generadores eléctricos. Claro, necesitamos solventar los problemas en la inmediatp, pero ¿será que, no solo ecuatorianos sino latinoamericanos (que pasamos condiciones climáticas similares), pensamos que quizás también debemos plantar árboles para garantizar el recurso agua? Los Estados tampoco ponen en primera plana “masivas restauraciones de ecosistemas” en nuestros países. Lo que sí está al momento en primera plana es que los gobiernos apostaron a «estimular las nubes». Y bueno, todo es necesario, pero creo que seguir pensando en soluciones inmediatas nos traerá aún más consecuencias a futuro.

Para la ONU el “AGUA” es considerado un “desafío global” y resume toda su importancia en una frase: “El agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la supervivencia de los seres humanos.”.

Desde lo más primitivo hasta lo más evolucionado que conocemos está ligado al AGUA, tan integrado en nuestra cotidianidad como en nuestras células. Aparentemente, toda la humanidad está de acuerdo, pero ni la tercera parte de la humanidad está actuando por la gestión adecuada del agua, como ejemplo nuestro país y los países hermanos.

Entiendo y me encanta lo recursivos que somos en Latinoamérica para sortear las dificultades de todo tipo; por eso, es desde nuestro entorno donde debemos actuar. Si tenemos árboles en la ciudad, se reducen las olas de calor; si tenemos árboles en las montañas, tendremos agua. Así estaremos actuando por lo esencial.

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