Desintegración de la familia

Mesías Mestanza Solano

Mesías Mestanza Solano

La familia es un grupo de personas ligadas por el parentesco, ya sea por vínculos consanguíneos u otros reconocidos de forma legal y social: matrimonio, unión de hecho y adopción. La familia es la base de una sociedad organizada, progresa a la luz de proyectos y esperanzas que en muchos casos se cristalizan y en otros no a lo largo del trayecto de la vida.

Una de las amenazas de la sociedad es la desintegración de la familia, no solamente por efecto de la violencia, sino también por el divorcio, que unas veces es consensual y otras, controvertido, el cual trae consigo más consecuencias negativas que positivas. 

El legislador ha contribuido a ello; tal es así que con fecha 26 de junio de 2019 dicta una reforma al Código Orgánico General de Procesos, dándoles facultades extraordinarias a los notarios para tramitar el divorcio por mutuo consentimiento y terminación de la unión de hecho en los casos en que no existan hijos menores de edad o bajo su dependencia; también, en el caso de existir aquellos, siempre y cuando se haya arreglado previamente su situación en relación a tenencia, visitas y alimentos por medio de acta de mediación o resolución judicial. Siendo así, en cumplimiento de la propia ley, una pareja puede divorciarse en un día. (Con mucha facilidad se desintegra la familia).

En muchos casos, el producto de hogares desorganizados es la delincuencia, la calle es el refugio de los hijos, y ésta es la madre de innumerables vicios. 

Se dice que el divorcio soluciona situaciones difíciles de pareja, pero no se toman en cuenta los problemas que se derivan de este, a saber: depresión, desequilibrio psicológico, ansiedad, infelicidad, bajo rendimiento educativo, cambio de temperamento, pérdida de autoestima; hijos que crecen con dudas para contraer matrimonio y formar su propia familia.

La contraparte a todo ello es insistir en el respeto recíproco, que es el fundamento de un hogar feliz. 

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