Incapacitado y sin poder trabajar tras una presunta mala práctica médica

Julio Toapanta no ha podido retomar sus actividades por su estado de salud.
PERJUDICADO. Julio Toapanta no ha podido retomar sus actividades por su estado de salud.

Otro caso de supuesta negligencia médica en el Hospital General Docente Ambato sale a la luz después de que este medio de comunicación publicó la historia de María Paula Freire, una adolescente de 15 años que murió el 9 de junio de 2023, a consecuencia de una presunta mala práctica médica.

Esta vez, Julio Toapanta, de 57 años, denuncia que uno de los médicos de la misma casa de salud le habría perforado el intestino durante una cirugía laparoscópica programada para extraerle la vesícula, esta intervención lo dejó al borde de la muerte.

Antes de esto, el padre de familia trabajaba como chofer y repartiendo productos alimenticios, labor que le permitía sustentar los gastos de su hogar y la carrera universitaria del menor de sus hijos.

Actualmente Julio camina con dificultad, no puede conducir y peor trabajar, su familia está endeudada por todos los gastos médicos que tienen que enfrentar y lo único que piden es que se haga justicia.

“Prácticamente soy una persona inútil, solo duermo y como, no puedo hacer nada, eso me estresa y me pone mal porque a veces no tenemos dinero ni para la comida”, dijo Julio.

 

Prácticamente soy una persona inútil, solo duermo y como, no puedo hacer nada, eso me estresa y me pone mal porque a veces no tenemos dinero ni para la comida”.

Julio Toapanta,

Víctima de una presunta mala práctica médica

Historia

Julio contó que en octubre del 2022 empezó con los trámites para solicitar una intervención quirúrgica en el Hospital General Docente Ambato, la operación fue programada para el 22 noviembre.

“En los exámenes (previo a la cirugía) no tenía ningún problema de salud”, mencionó, de igual manera, aseguró que los doctores le explicaron que la operación no era complicada y que en pocos días sería dado de alta para que pueda recuperarse en su hogar.

El hijo de Julio Toapanta, Sebastián, contó que la intervención se realizó a las 16:00, aproximadamente, y que no supo nada de su padre hasta la 01:00 de la madrugada del siguiente día, cuando se supone que la operación que le realizaron no debió durar más de dos horas y media.

 

EL DATO
Las personas pueden ayudar a Julio Toapanta contactándose al 09 95 86 06 59.

 

“Los médicos no daban razón de él, mi madre desesperada empezó a preguntar y nos decían que estaba en sala de recuperación, pero al preguntar ahí, el guardia decía que no estaba”, contó el joven.

Julio fue dado de alta horas después y el mismo día tuvo que regresar al hospital, pues empezó a presentar vómitos, fiebre, hinchazón de las partes blandas de su cuerpo, entre otros síntomas.

“Los doctores nos decían que todo está bien, que son síntomas de la operación, mi padre en ese momento fue sedado y no estaba consciente”, indicó Sebastián.

Una semana después de esto, Julio fue sometido a otra intervención quirúrgica en la que le practicaron una colostomía, por lo cual tiene que usar una bolsa plástica a la altura del abdomen, “supuestamente los doctores descubren ahí que el intestino estaba perforado, dijeron que fue consecuencia de los medicamentos de la primera intervención”, contó su hijo.

 

 

Sebastián, hijo de Julio Toapanta, guarda todos los documentos de su padre en varias carpetas.
SITUACIÓN. Sebastián, hijo de Julio Toapanta, guarda todos los documentos de su padre en varias carpetas.

 

El diagnóstico que le habrían dado los galenos del Hospital General Docente Ambato después de esta operación fue favorable, pues mencionaron que el paciente se iba a recuperar, sin embargo, los familiares veían otra realidad, pues Julio seguía sedado, con oxígeno y en malas condiciones.

Según contó Sebastián, los médicos del hospital volvieron a darle de alta a pesar de la hinchazón y fiebre que aún tenía.

Al no haber signos de recuperación, Julio tuvo que volver por tercera vez al hospital en donde los galenos sugirieron otra intervención, decisión que los familiares rechazaron optando también por trasladarlo hasta el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

 

Cuando intentamos trasladarle los doctores se portaron déspotas al decir que, si nosotros le sacamos del hospital, era nuestra responsabilidad la muerte de mi padre”

Sebastián Toapanta,

Hijo de Julio

 

Traslado

“Cuando intentamos trasladarle los doctores se portaron déspotas al decir que, si nosotros le sacamos del hospital, era nuestra responsabilidad la muerte de mi padre”, contó Sebastián.

A pesar de los obstáculos y asumiendo el riesgo, la familia de Julio optó por trasladarlo hasta el Hospital del Seguro Social en Ambato, al ser ingresado, el doctor de esta casa de salud detectó que existían afectaciones en varios órganos como el corazón, hígado y riñón.

“En los exámenes que le realizan los médicos encontraron abscesos a nivel abdominal y una infección avanzada, además, uno de sus pulmones estaba lleno de agua”, indicó el hijo menor de Julio.

Tan grave era su estado de salud que tuvo que ser trasladado hasta un hospital privado en donde fue intervenido nuevamente para extraerle casi dos litros de pus y sangre del abdomen, al retornar en ambulancia hasta el Hospital del IESS, Julio sufrió un ataque al corazón falleciendo casi por dos minutos, afortunadamente, fue reanimado de manera milagrosa por los médicos.

 


TOME NOTA
Julio Toapanta también necesita asesoría jurídica para seguir con su caso, ya que no tiene recursos económicos, por lo que si existe algún abogado o consultorio interesado en ayudarlo, puede contactarse al 09 95 86 06 59.

 

Con un diagnóstico desalentador el padre de familia fue llevado a Quito para ser atendido de emergencia, los gastos se multiplicaron, pues la familia tuvo que vivir varias semanas en un hotel.

Tras varios días enfrentando los gastos de pintas de sangre, medicamentos y exámenes que costaban entre 700 y 1.200 dólares, la salud de Julio empezó a mejorar, aunque los médicos reiteraban a la familia que su estado seguía siendo crítico, pero estable.

“Después de tanto dolor mi padre se pudo recuperar, le dieron de alta de cuidados intensivos y pudo regresar a Ambato ya en enero de 2023”, contó Sebastián a punto de llorar recordando también que tuvo que dejar la universidad por la falta de recursos económicos y empezar a trabajar como ‘delivery’ para ayudar en los gastos de su familia.

 

Quisiera que en el hospital haya profesionales que hagan eco del juramento que hicieron cuando recibieron su diploma, que curen a las personas, que sean honestos”

Julio Toapanta,

Víctima de una presunta mala práctica médica

 

Nueva intervención

Julio deberá someterse a una nueva intervención en enero del próximo año y para ello necesita que el Hospital General Docente Ambato entregue su historia clínica, documentos que ya fueron solicitados hace varias semanas sin ninguna respuesta positiva por parte de los funcionarios de la casa de salud.

“Tanta fue la insistencia que me dieron una hoja con requisitos que debo presentar, me dicen que debo tener un abogado, pero no tengo los recursos”, dijo Julio.

Actualmente debe realizar un gasto aproximado de 10 dólares diarios para la compra de cremas, medicinas y bolsas de ileostomía por la intervención en el intestino.

“No pueden hacerme nada todavía porque mi cuerpo no resistiría una nueva operación”, aseguró Julio, quien se siente agradecido de poder seguir con vida después de todo lo que tuvo que pasar.

 

Justicia

En el momento más crítico que atravesó Julio sus hijos decidieron denunciar el hecho ante la Fiscalía para que el caso se investigue, según mencionó su hijo, ocho meses después las indagaciones no se han desarrollado con normalidad, además que, la falta de recursos económicos también es un factor que ha retrasado más el proceso.

Sin embargo, toda la familia está decidida a buscar justicia para que estos casos no se repitan.

“Quisiera que en el hospital haya profesionales que hagan eco del juramento que hicieron cuando recibieron su diploma, que curen a las personas, que sean honestos”, mencionó Julio.

 

Hospital

Fabián Chango, gerente del Hospital General Docente Ambato, mencionó que no puede dar declaraciones sobre casos que no pertenecen a su administración, la misma que inició en enero de este año.

De igual manera indicó que, al ser este un caso que está en manos de la justicia, tampoco puede ofrecer ningún tipo de información al respecto.

En lo que tiene que ver a la entrega de historias clínicas, Chango explicó que la casa de salud tiene un plazo hasta de 10 días para entregar esta documentación después de que el usuario presente los requisitos correspondientes. (DLH)