Karla llegó hasta las afueras del mercado América y recorrió el lugar para encontrar a su perro Boby que desapareció de la puerta de su casa.
Luego de una pequeña búsqueda lo reconoció por una mancha que tenía en su patita. Al comentarle el particular al comerciante el particular, este negó que se tratase del Golden retriever de Karla y le dijo que si quería comprarlo le costaba 50 dólares.
Además, el comerciante le contentó que a él también le habían vendido el perro.
Otro caso de robo de mascotas se hizo público a través de redes sociales. Una usuaria ofrecía recompensa para identificar a un sujeto que quedó grabado, en las cámaras de video vigilancia cuando, luego de acariciar a un perro lo metía en un saco de yute. (Ver video)
El Colectivo Perritos Comunitarios Ambato también hizo una denuncia pública sobre el robo de mascotas que se daría en las viviendas, inclusive hablan de supuestas amenazas que recibirían por reclamar estos hechos, pero aseguraron no van a hacer silencio ante esta injusticia.
No hay sanciones
Pese a que este sería un delito de hurto, los dueños de las mascotas no lo denuncian por lo engorroso de los trámites.
Para el abogado Fernando Yancha, este acto puede ser tipificado como robo dependiendo del costo que tiene el perro, dependiendo de su raza, y con ayuda de la Policía podrían tomarse acciones.
Adicionalmente la concejal María José López, aseguró que en la ciudad no hay una normativa que sancione este tipo de acciones, pues la Ordenanza Municipal data de 2009, por lo que se requiere una reforma urgente.
Pero detrás del robo de mascotas también está el problema de salud al que exponen a los animales, dijo el médico veterinario Luis Silva.
El especialista comentó que a los animales que son arrebatados de su hogar se les genera estrés que afecta su sistema nervioso, por lo que al momento de venderlo ya puede presentar algún problema que causa inclusive la muerte con el pasar de los días además de no tener un certificado de vacunación legal. (CNS)
Cuidados a tomar en cuenta
- Cuidar que no se salgan en el menor descuido.
- Avisar a los vecinos si ven algo sospechoso.
- Alejar a las mascotas de las salidas de la casa.
- Educarlos para que no sigan a extraños que los engañan generalmente con comida.
- Denunciar los hechos y más cuando ya son repetitivos en su zona.