Falsos ‘deliveries’ preocupan a ciudadanos en Ambato

SITUACIÓN. Algunos delincuentes podrían estar usando la fachada de repartidores de comida para cometer ilícitos.
SITUACIÓN. Algunos delincuentes podrían estar usando la fachada de repartidores de comida para cometer ilícitos.

La desconfianza de la ciudadanía y el temor a partir de los índices de inseguridad han motivado a la colectividad a detectar algunas situaciones que podrían ser el inicio de alguna nueva modalidad de delito.

“Una noche timbraban desesperadamente en mi casa, era uno de esos muchachos en moto que estaba con otro joven, me dijeron que debían entregarme un pedido, les dije que yo no había hecho ningún pedido, pero me insistían”, dijo Carlos, nombre protegido.

El ciudadano que reside al sur de Ambato, dijo que notó un extraño comportamiento en los motorizados, ambos de nacionalidad venezolana, “porque no sabían qué más decir, luego solo se fueron sin decir nada y eso me pareció raro”, aseguró el hombre.

No fue sino hasta horas más tarde a la visita de los extraños, cuando se dio cuenta que las seguridades de la reja de su vivienda estaban forzadas. “Parece que no pudieron con la cerradura y se dieron por vencidos, no sé si fue coincidencia, pero esto pasó el mismo día que vinieron los motorizados”, señaló Carlos.

EL DATO 
Entre las recomendaciones está el no mantener una conversación superior a dos minutos y no dar información personal a los supuestos repartidores.


Otro caso

La experiencia de Carlos, la vivió Lucero, nombre protegido, quien vive al norte de Ambato, y aseguró que “vinieron a dejarme un pollo que supuestamente yo había pedido, salí y le expliqué al señor que vino en moto que aquí nadie pidió nada, pero se quedó viéndome y a la casa, para luego solo decir, me confundí y se fue”.

La mujer asegura que al día siguiente de la noche en la que fue visitada por el extraño, pudo darse cuenta de que el mismo hombre circulaba por su vivienda, lo que “me pareció ya raro, porque siquiera unas tres veces más se dio la vuelta por aquí hasta que le comenté a mi esposo quien le preguntó si buscaba a alguien o qué necesitaba, desde ahí no volvió”.

Trabajo policial

José Santacruz, subcomandante de la Zona 3, aseguró que se están tomando acciones preventivas para estar un paso delante de las actividades delictuales.

“Realizamos reuniones interagenciales, es decir, con servicios de inteligencia e investigativos. Estamos enfocados en conocer la ubicación de estas empresas de delivery, cuántas de estas cuentan con permiso de funcionamiento y personería jurídica, este trabajo va coordinado con las entidades responsables”, dijo el oficial.

Es que, para Santacruz, lo importante de este trabajo conjunto, es poseer una base de datos donde consten los integrantes de estas empresas y cotejar con el sistema policial para determinar si tienen antecedentes, boletas de captura u otros”, aseguró el uniformado.

El subcomandante fue enfático en el hecho de que este trabajo operativo se aplicaría en Tungurahua, Pastaza, Chimborazo y Cotopaxi.

Mientras tanto, los operativos de control y seguridad seguirán dispuestos, pues Santacruz agregó que “las mochilas o cajas que llevan son revisadas, para descartar que estén portando armas de fuego, armas cortopunzantes o drogas, así como la o las personas a bordo de la moto y la moto misma se verifica que no tenga reportes de robo u otros”, acotó. (MAG)

DATO 
El resultado del trabajo coordinado entre las entidades municipales, la Policía Nacional y otras dependencias, permitirá conocer el número de empresas dedicadas al traslado de encomiendas y comida en Tungurahua y otras jurisdicciones de la Zona 3.

Experto recomienda

Jorge Álvarez, experto en seguridad ciudadana, carcelaria y terrorismo, aseguró que “sobre estos falsos repartidores de comida o delivery ya rondan en Quito y lo hacen en locales comerciales y restaurantes, ahora también lo hacen en las viviendas ellos son observadores antes de señalar un blanco de delito”.

“Es importante que si este tipo de personas llegan por supuesto error a entregar algo a una casa quien lo atienda debe fijarse en la placa de la moto, las características de esta o estas personas, y reportarlo de inmediato al 911”, sostiene Álvarez.

Entre otras recomendaciones está el no mantener una conversación superior a dos minutos y no dar información personal.

“Abordar a esta persona con preguntas concretas como de qué local se habría hecho la presunta compra, el nerviosismo va a delatarlos y para eso con las características observadas dar aviso inmediato a la Policía”, insistió el exoficial de la Fuerzas Armadas.