El desfile de la FFF, ícono de encanto y emotividad

Ser parte del Desfile de la FFF siempre fue un orgullo para los participantes.
Entusiasmo. Ser parte del Desfile de la FFF siempre fue un orgullo para los participantes.

La pandemia a causa del COVID-19 provocó que la población se adapte a una nueva realidad.

En esta el distanciamiento social ha sido una de las medidas que más les ha costado a las personas mantener, pues el mundo nunca antes estuvo tan distanciado como en la actualidad.

Guardando y respetando esa necesidad, desde el Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF) se hicieron los ajustes y adaptaciones necesarias para que este año la celebración pueda disfrutarse con seguridad.

Diana Carolina Almeida, directora ejecutiva del Comité, señaló que se ha trabajado con la idea de volver a las raíces de la fiesta mayor de los ambateños.

“Para que la Fiesta sea Patrimonio Cultural Inmaterial debemos demostrar y visibilizar que somos una tradición y las tradiciones nacen en los barrios y parroquias”, sostuvo Almeida.

Así el desfile que se realizaba el domingo de fiesta por la avenida Cevallos y la calle Bolívar, ya no se denomina así, sino que se lo llama recorrido diurno.

Para esta edición 71 de la FFF se realizará en diferentes sectores de la ciudad, de manera simultánea, para que la gente pueda disfrutar en los barrios esta celebración.

Los participantes de las comparsas siempre dan su mejor esfuerzo en el Desfile.
ánimo. Los participantes de las comparsas siempre dan su mejor esfuerzo en el Desfile.

Distribución

En la presentación se estableció un bloque de dos carros alegóricos, dos comparsas y un grupo musical.

Su recorrido iniciará a las 09:00 y será de alrededor de 2.5 kilómetros.

Almeida sostuvo que los sectores por donde pasarán estos recorridos se darán a conocer oportunamente, pues se busca que no se genere la apropiación y venta de puestos en las  veredas como pasaba en el centro de la ciudad.

Un poco de historia

Para la maestra Gloria Avilez, de 79 años, el desfile y las comparsas nacieron desde la misma iniciativa ciudadana que con la finalidad de agradecer la vida y la producción se volcaron a las calles vestidos con sus mejores galas.

Ellos buscaban motivar a todos los ambateños a no dejarse vencer y levantarse para que la ciudad retome esa fuerza y siga siendo reconocida como un eje central de productividad del Ecuador.

“Yo no recuerdo mucho porque era pequeña, pero mi papi siempre decía que no había que bajar la cabeza y salir a las calles a pregonar que el ambateño es fuerte, valiente y decidido. Mis hermanos mayores sí salían con papá”, aseguró la maestra jubilada.

Los actores

Existen registros en los que se menciona que en los años 50 y 60 las comparsas no se ejecutaban tan técnicamente como en la actualidad. Eran más bien expresiones empíricas de las maestras de los colegios, quienes fueron impulsando estas comparsas en conjunto con el Comité Permanente.

En esto concuerda Ximena Flores, de 48 años, quien hace 30 años le ayudaba a su mamá, en una institución educativa de la ciudad a preparar las comparsas, pero con el tiempo las cosas han mejorado muchísimo.

“Ahora, hasta antes de la pandemia, los colegios contrataban coreógrafos, el vestuario es tan colorido y encantador que se evidencia el profesionalismo y la seriedad con la que cada institución se toma el ser parte del desfile y en general de la FFF”, sostiene Flores, mientras recuerda todo lo que tuvo que practicar su hija para participar en la edición 69 de la FFF con la Unidad Educativa Ambato.

Mientras que Anahí Bonilla, quien estudió en la Unidad Educativa Hispano América, cuenta que en el colegio María Félix y Susana Fierro tienen una gran historia, pues eran ellas las que se dedicaban a sacar adelante las comparsas.

“Ellas siempre fueron muy reconocidas y de verdad que hasta hace 21 años que yo salí de la institución se las recordaba y eso nos motivaba a bailar mejor, a querer siempre estar entre las comparsas más reconocidas de toda la ciudad”, dijo Bonilla.

Todas recuerdan con satisfacción y orgullo lo que era participar de la FFF y esperan que este año, que se retoma este recorrido, pueda disfrutarse sin desmanes y con tranquilidad en los barrios, aunque esperan que en los años venideros esta actividad vuelva a retomarse en las calles céntricas de la ciudad, pues esa ha sido la tradición de antaño llamado Desfile de Confraternidad de la FFF.

 

Espectadores

Para David Santamaría el que los recorridos se vayan a hacer en los barrios está bien, sobre todo ahora para evitar contagios de covid.

Dice que todos los años salía junto a sus amigos, luego su novia (que ahora es su esposa) y luego con sus hijos a disfrutar del desfile y espera este 2022 que se retoman las fiestas con más presencialidad, poder nuevamente salir a distraerse y disfrutar de la celebración.

El ingeniero agrónomo es exestudiante del colegio Bolívar y enfatiza que su institución siempre ha sido un referente en el desfile por la Independencia de Ambato, pero desde que empezó a participar en la FFF ha mostrado la misma garra y determinación por hacer quedar bien a su colegio.

“Parecía mentira verlos vestidos de indígenas y salir en un desfile de la FFF, pero fue tan emotivo que espero que las cosas mejoren en años venideros para que sigamos viendo a nuestros colegios y recordar cada una de las épocas en las que de una u otra forma hicimos historia en la ciudad”, dijo Santamaría.

Un sentimiento similar es el de Jéssica Sánchez que, aunque nunca ha sido parte de una comparsa, se divertía viendo a sus compañeros y amigos que bailaban y dejaban en alto el nombre del colegio La Salle en el que se graduó en 2019.

“Es perfecto que no se deje morir la FFF, somos patrimonio y eso hay que mantenerlo. Nunca nos hemos dejado vencer y es menester de cada uno de nosotros poner nuestro granito de arena para levantarnos y con todas las medidas de bioseguridad seguir creciendo como ciudad”, finalizó la joven estudiante universitaria.