José Alcívar, quien estuvo plastificando certificados de votación, al final de la calle Eugenio Espejo, a unos 100 metros de la puerta por donde salían los votantes de la Unidad Educativa La Concordia, segundo pabellón, manifestó que la jornada estuvo extenuante sobre todo hasta el mediodía de ayer domingo, porque la gente llegó en gran número a sufragar.
“Saqué un permiso que me costó 10 dólares en la Comisaría Municipal, ellos nos ubicaron muy por la mañana, lejos del recinto electoral por asuntos de pandemia, trabajé con mi hermano solo hasta las 14:00 porque el material se nos terminó, la jornada nos dejó una buena ganancia”, comentó el plastificador.
Mientras que Manuel Zambrano, estuvo plastificando certificados de votación, desde su vivienda ubicada en el barrio San Rafael. “Por aquí pasan los votantes de algunos recintos electorales, por eso me decidí a comprar la máquina y de verdad que el negocio estuvo bueno”, refirió Zambrano.