El agua potable es clave para combatir la desnutrición crónica infantil en Ecuador. La donación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a Unicef beneficiará a cerca de 30 comunidades indígenas en Chimborazo.
«La fe sin obras es fe muerta», dijo Élder Rafael Pino, segundo consejero de la presidencia del Área Sudamérica Noroeste de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el 15 de marzo de 2024, cuando la Iglesia realizó una donación de más de medio millón de dólares a Unicef.
Los 534.600.00 dólares serán destinados construir fuentes de agua potable en Chimborazo, lo que beneficiará a más de 22 mil personas de 30 comunidades indígenas.
Impacto en la desnutrición infantil
Luz Ángela Melo, representante de UNICEF Ecuador, dijo que el agua potable es fundamental para la combatir desnutrición crónica infantil (DCI) que en Chimborazo presenta la tasa más alta, alcanzando un 35,2%. «La falta de agua segura impide el desarrollo adecuado de niños y niñas, afecta su nutrición, su salud y su capacidad de aprender», destacó Melo, quien agradeció el gesto de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que, en otras partes del mundo, también trabaja en conjunto con Unicef.
En Chimborazo, cuatro de cada 10 hogares con niños menores de 5 años consumen agua contaminada con la bacteria E. coli, por eso la donación servirá para mejorar la operación diez sistemas comunitarios de suministro de agua. Además habrá mejoras en cinco centros comunitarios de salud, doce centros de desarrollo infantil y dos centros interculturales para la promoción de la salud y nutrición de niños menores de tres años y mujeres embarazadas.
Élder Rafael E. Pino mencionó que las donaciones las hacen miembros de la Iglesia que hacen un ayuno mensual y donan el valor de esas comidas que dejan de consumir. (AVV)
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