Según el último estudio de la encuestadora Ipsos, los médicos, con un 85%, la empresa privada, con 57%, y la fiscal general, Diana Salazar, con 53%, están entre los mejor valorados del país.
A lo largo de los últimos meses, la confianza en el futuro del país se incrementa. Aunque hace apenas dos semanas el presidente de la República, Daniel Noboa, declaró un conflicto armado interno para poder retomar el control de las cárceles y combatir a los grupos delincuenciales, la confianza de los ciudadanos en un mejor futuro se incrementa.
La encuestadora Ipsos informó a LA HORA que en su último sondeo de opinión, la ciudadanía expresó que confía en Noboa en un 69%, cifra que muestra la alta receptividad que ha capitalizado desde que asumió el poder e inició el combate a las bandas criminales que operan en el territorio nacional.
El estudio también destaca que los médicos tienen 85% de confianza. Mientras que la empresa privada recibió un 57% y la Fiscal General del Estado, Diana Salazar, mantiene la tendencia al alza, con un 53%.
En el otro lado de la moneda están el sistema de Justicia y los jueces que apenas recibieron un 15% y 13% de confianza, respectivamente.
Los datos sobre el primer mandatario representan un contraste con su predecesor, Guillermo Lasso, quien en el último sondeo de confianza realizado en octubre de 2023, tuvo un 35% de confianza.
Ante la pregunta sobre ¿quién podría sacar adelante el país?, en octubre de 2023, el expresidente Lasso recibió un 29%. Con Noboa este indicador se ha situado en el 39%.
Cambio ‘saludable’
El analista político y académico, Pablo Guerrero, valoró para LA HORA las decisiones del presidente que ha rectificado en algunas posiciones, como la consulta sobre los casinos, la semaforización del toque de queda o la posibilidad de solicitar la ampliación por un año del plazo para el cierre del Bloque 3 del ITT.
Durante la campaña presidencial, Noboa se había mostrado a favor de la consulta sobre la paralización de la actividad extractiva en el ITT, pero la realidad del combate al crimen organizado y la carencia de recursos en el Gobierno lo ha obligado a revisar su postura.
En este sentido, Guerrero estimó que “el peso de las circunstancias obliga al presidente Daniel Noboa a actuar de manera pragmática”.
El académico consideró además que “es saludable el pragmatismo, pero debe ir acompañado de una política de Estado que permita erradicar de raíz el problema que atraviesa el Ecuador”.
Advirtió que esto no será fácil, debido a que la violencia “ya es parte de las costumbres, de la manera de proceder y de la cultura. Eso se debe erradicar”.
Desde su punto de vista, el Gobierno debe mejorar la comunicación de los logros en la lucha contra la delincuencia, más allá de los informes que ofrecen las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, a través de un vocero que pueda explicar la trascendencia de los avances.
El académico y abogado señaló además que el conflicto armado no culmina en la acción militar y que esta debe ser acompañada por una política de Estado en la administración de la justicia, considerando que el actual sistema y las leyes “han promovido la impunidad y no han dado garantías al ordenamiento jurídico, ni a la convivencia pacífica de los ecuatorianos”.
Guerrero recomendó al presidente valorar la posibilidad de buscar un “mecanismo jurídico de cooperación, que sin violar las normas más vigentes permita el apoyo de los cascos azules de las Naciones Unidas en el Ecuador”.
Flexibilidad en el discurso
El analista y economista libertario, José Alvear, celebró la capacidad que ha mostrado el primer mandatario para escuchar las críticas y rectificar, lo que a su juicio es una posición que se observa poco en los políticos del Ecuador.
“Es un mensaje muy positivo y distinto al clásico discurso de los políticos que creen que su punto de vista es la verdad absoluta. Noboa, a diferencia del Gobierno del expresidente Guillermo Lasso, está demostrando que es un presidente que escucha, que interpreta y que puede ser flexible”, puntualizó Alvear.
Acotó que la decisión de desarrollar la ‘semaforización’ del toque de queda solicitado por diversos sectores del país, es una muestra que es consciente “que de alguna manera hay que reactivar a las ciudades del país y está es una forma inteligente de hacerlo”.
Sobre la posibilidad de ampliar el plazo para el cierre de las operaciones en el Bloque 3 del ITT, comentó que esta no debe ser la fórmula y recomendó volver a consultar al país sobre el tema, pues a su juicio, “la gente votó en contra de todo lo que proponía Lasso, porque nadie le creía”.
Alvear consideró como positivo que Noboa maneje una agenda flexible, “en cuanto a su hoja de ruta en función de lo que viene pasando en el país, es muy positivo”.
Advirtió que aunque ha sido crítico de las propuestas y medidas presentadas por la ministra de Energía, Andrea Arrobo, en la actualidad los ecuatorianos deben tener una consigna en común. “Tenemos que unirnos para sacar este país adelante, no solamente en cuestiones de inseguridad, sino en buscar salidas a las crisis”.
El economista consideró que la salida no puede ser a través de las cargas impositivas que hacen a la población seguir “pagando la factura de la mala administración y el pésimo criterio de los políticos de turno. Creo que hay otras formas para recaudar dinero y sacar de la crisis al país”.
En este sentido reiteró su llamado a la generación de una política “seria” que establezca las bases para una nueva matriz energética en Ecuador, que “le permitirá ahorrarse al país 3.000 millones de dólares al año”.
¿En quién confían los ecuatorianos?
Médicos 85%
Daniel Noboa 69%
Empresa privada 57%
Fiscal Diana Salazar 53%
Policía 43%
Ministros de Gobierno 30%
Sistema Judicial 15%
Jueces 13%
Fuente: Ipsos
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