¿Qué debe hacer el ministro de Energía, Roberto Luque, para evitar que se repitan apagones?

HECHO.El presidente de la República, Daniel Noboa, y el ministro encargado de Energía, Roberto Luque, durante una visita a la hidroeléctrica Mazar
HECHO.El presidente de la República, Daniel Noboa, y el ministro encargado de Energía, Roberto Luque, durante una visita a la hidroeléctrica Mazar

La probabilidad de más apagones en 2024 es alta, pero hay cosas que se pueden hacer para evitar más golpes para las familias y las empresas ecuatorianas.

Los apagones nunca se pueden descartar en las actuales circunstancias en Ecuador, debido a la mala condición del parque térmico y a los problemas de las hidroeléctricas (sequías más prolongadas), entre otros temas.

Expertos dan sus puntos de vista a LA HORA sobre qué es lo que debe hacer el actual ministro de Energía y Minas encargado, Roberto Luque, para evitar más golpes a las familias y las empresas ecuatorianas. (JS)

Se necesita producir más gas y quitar subsidios a grandes mineras

Jorge Luis Hidalgo, gerente mánager de GreenPower Internacional y consultor empresarial.

Uno de los grandes problemas sin resolver son los subsidios. Si no se logra una mejor recaudación, todo lo que se haga es un parche. No es justo que se mantenga un subsidio eléctrico de 5 centavos por kilovatio/hora a las grandes mineras, mientras seguimos con alto riesgo de apagones. Le compramos energía a Colombia a un promedio de 21 a 30 centavos por kilovatio y el consumo de diésel eléctrico ha aumentado 286% con un costo de 25 centavos por kilovatio.

Esto es un desangre que termina boicoteando, eliminando o drenando recursos que podrían servir para mantenimiento, operación e inversión.

El Estado ecuatoriano necesita recursos propios para contratar generación adicional. Actualmente, el Gobierno no sabe de dónde sacar para contratar una barcaza de 200 megavatios, que puede costar al menos $100 millones, y por eso es importante eliminar subsidios “indolentes e ineficientes”. La falta de recursos ha hecho que se tenga que sacar de las reservas de las empresas del sector eléctrico para pagar las importaciones de energía desde Colombia. El Ministerio de Economía no está poniendo un centavo.

En el país no existe infraestructura suficiente para importar más gas (tomará dos años tenerla), por lo que la opción es aumentar la producción nacional en el Campo Amistad.

Se puede hacer mantenimiento y workover de pozos para producir, en dos a tres meses, 20 millones de pies cúbicos más de gas. Esto significaría hasta 100 megavatios adicionales.

Va a ser inevitable comprar barcazas, pero se pueden tomar medidas de corto plazo para ir recuperando generación de varias fuentes. Por ejemplo, en la hidroeléctrica Cumbayá, a cargo de la Empresa Eléctrica Quito, han sido tan indolentes que tienen 20 megavatios botados porque no se ha hecho nada para reemplazar dos generadores quemados.

Se necesita 500 megavatios adicionales para evitar más apagones

Fernando Santos Alvite, exministro de Energía y Minas.

Lo primordial es contratar 500 megavatios de generación adicional para evitar más apagones en lo que resta de 2024. Debe ser una combinación de barcazas y generadores térmicos en tierra, porque en el país existen conexiones de baja capacidad para este tipo de soluciones de emergencia.

Ya estamos un poco atrasados porque generalmente todo el proceso, desde la cotización hasta la contratación, demora al menos 4 meses y el próximo estiaje (época de sequía podría iniciar en agosto).

Antes de llamar a licitación, se debe tener el dinero en las cuentas de Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). Se necesitarán entre $300 millones y $400 millones.

Se debe continuar con los trabajos y mantenimientos de emergencia para reforzar las líneas y los subsistemas de transmisión eléctrica. Esto sí lo está haciendo el Gobierno.

En tercer lugar, es vital conversar con Sinohydro para enfrentar la situación de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Esta hidroeléctrica tiene problemas diarios con los sedimentos, la erosión regresiva en el Coca y las fisuras. El riesgo de que se paralice en cualquier momento es alto, por eso la solución debe ser inmediata mientras continúa el proceso de arbitraje (puede tomar años).

Resolver los problemas estructurales del sector eléctrico

Fernando Salinas, docente universitario y expresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha.

Podría decir lo mismo que los demás analistas, es decir, que se incremente la generación a través de la compra de energía (barcazas o contenedores con motores de combustión interna). O también que se hagan todos los mantenimientos posibles del parque termoeléctrico.

Sin embargo, si nos vamos a lo estructural, hay medidas que el Gobierno puede hacer desde ahora. En primer lugar, se debe impulsar grandes proyectos que aumenten la generación eléctrica. Están los 500 megavatios en proyectos de generación no convencional. Hasta finales de año, se puede concretar la concesión de dos hidroeléctricas en la cuenca del río Paute: Cardenillo (estudios y licencias listos); Santiago (estudios listos). Esto daría una luz al final del túnel para los próximos 10 años.

El segundo tema estructural, de resolución inmediata, es que el Gobierno sincere las tarifas eléctricas. Tenemos unas tarifas que no cubren todos los costos, sobre todo los relacionados con la inversión y mejoramiento de infraestructura. La generación eléctrica no crece porque no hay recursos para invertir.

El tercer tema estructural es que el Gobierno haga un esfuerzo por despolitizar las empresas del sector, con el fin de que no sean manejadas como botines políticos y ponerle un límite a la corrupción en la contratación pública.

Ligado a este último tema, se debe buscar cómo reducir las pérdidas, que llegan al 16% en las empresas eléctricas. Se puede reducir al 8% con medidas concretas de control en temas como las conexiones clandestinas y la ineficiencia.

Los embalses han mejorado, pero están por debajo del año pasado

Con corte al 18 de mayo de 2024, el embalse de la hidroeléctrica Mazar se ubicó en 2.128,6 metros sobre el nivel del mar; mientras que el embalse Amaluza (Paute) llegó a los 1.984.3 metros.

Si bien estamos 13 metros sobre el nivel mínimo de Mazar (2.115 metros), el gran problema, según Jorge Luis Hidalgo, gerente mánager de GreenPower Internacional y consultor empresarial, es que, por estas mismas fechas, durante el año pasado, el embalse de Mazar estaba por 2.140 metros, es decir, más de 11 metros por encima de la situación actual.

El riesgo es que los niveles de los embalses están lejos de lo óptimo para evitar apagones; “Estamos absolutamente vulnerables para el próximo estiaje”, puntualizó Hidalgo.

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