Precio del petróleo supera los $90 por barril por primera vez en 10 meses

La baja en la producción de Arabia Saudita y Rusia podrían mantener el precio alto a nivel mundial hasta el final de 2023. Esto representaría un alivio para las finanzas públicas ecuatorianas, pero no solucionaría los problemas presupuestarios con crecientes gastos.

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI), que es el crudo de referencia para Ecuador, superó los $90 por barril dólares, concretando así lo que se venía vaticinando desde principios de la semana, que rebasaría la barrera sicológica de los 90 dólares por primera vez en 10 meses.

Al cierre de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en octubre sumaron 1,73 dólares con respecto a la jornada anterior.

La misma tendencia la vivió el barril de Brent, que con su cierre en $93,62  superó también una cota no vista desde noviembre pasado.

Los analistas coinciden en que la reducción de la producción de Arabia Saudí y Rusia, que ahora se mantendrá hasta diciembre, es el principal factor alcista, y de hecho la Agencia Internacional de Energía no prevé bajadas en los precios hasta diciembre.

¿Alivio a las ajustada finanzas públicas?

En medio de un creciente déficit fiscal (más gastos que ingresos), que podría fluctuar entre los $4.000 y $5.000 millones hasta finales de 2023, un aumento de los precios del petróleo serían un alivio para el actual y el próximo Gobierno.

Entre enero y agosto de 2023, el crudo se cotizó a un precio promedio de $63 por barril, lo que generó un ingreso para el Presupuesto General del Estado de $1.079 millones. Esto representó $817 millones menos que el monto alcanzado en igual periodo de 2022, donde el precio promedio (de la mano del inicio de la guerra en Ucrania) alcanzó los $91 por barril.

Si los niveles altos se mantienen, o incluso llegan a los $100 como pronostica Bank of América para 2024, el próximo presidente tendrá un margen mayo de gasto.

Sin embargo, ese margen no sería tan amplio como se podría creer porque, como ya publicó LA HORA, la producción petrolera está a la baja por falta de inversión y una real política para el sector. Esto sin tomar en cuenta el impacto de dejar de explotar el bloque ITT en el Yasuní.

En 2022, el precio alto del crudo no significó realmente más dinero para obra pública y otros gastos, sino que sirvió para reducir el déficit y desacelerar el nivel de endeudamiento público. (JS)

¿Por qué la situación actual no se parece al boom petrolero de la época correísta?