Un mercado tres veces más grande que el ecuatoriano se abre con el acuerdo comercial con Corea del Sur

HECHO. El embajador Enmanuel participó de las negociaciones junto a empresarios ecuatorianos
HECHO. El embajador Enmanuel participó de las negociaciones junto a empresarios ecuatorianos

Ambos países son completamente complementarios. La oportunidad para los productos agrícolas ecuatorianos es enorme y a la par se puede acceder a más tecnología.

Carlos Eduardo Enmanuel Morán, embajador de Ecuador en Corea del Sur, hizo el papel de facilitador durante las negociaciones para el acuerdo comercial entre ambas naciones.

Su diálogo directo con autoridades de ambos países contribuyó al cierre técnico exitoso, aunque Enmanuel resalta el mérito del equipo negociador que tiene Ecuador y del ministro de Producción Julio José Prado.

En entrevista con LA HORA, Enmanuel explicó la importancia y las oportunidades que se abren con el tratado comercial con Corea del Sur.

P. ¿Por qué el acuerdo comercial con Corea del Sur es importante para Ecuador?

Puedo decirlo con la más absoluta certeza y convicción. El Tratado de Libre Comercio que se acaba de cerrar técnicamente es el más complementario de todos los tratados que Ecuador puede firmar. Entre Corea del Sur y Ecuador no existen conflictos entre las ofertas exportadoras. Nosotros producimos lo que ellos necesitan y ellos nos pueden ofrecer lo que más nos hace falta. Así, por decirlo de alguna manera, la suma de las producciones de ambos países contribuye a satisfacer las demandas de consumo de los ecuatorianos y coreanos.

P. ¿En qué radica la mayor oportunidad de Ecuador en el mercado de Corea del Sur?

El mercado de Corea del Sur es de más de 50 millones de habitantes, con alto poder adquisitivo. Eso representa tres veces el tamaño actual del mercado ecuatoriano. La mayor oportunidad está en las exportaciones agrícolas y agroindustriales. Posicionar el potencial agrícola de Ecuador ha sido una bandera de lucha social y política durante años. Nuestro país tiene espectaculares condiciones climáticas y geográficas. Se puede cosechar dos veces al año. Esa es nuestra ventaja. Corea del Sur necesita productos agrícolas y alimenticios. Incluso los pocos productos agrícolas que produce el mercado coreano no son competencia para los ecuatorianos. Estuve en un evento del Gobierno coreano, sentado junto al ministro de agricultura de ese país, y él coincidió en que somos economías complementarias. Además, dijo que, en términos agrícolas, ni siquiera competimos en productos como el arroz. Aseguró que ellos son grandes productores de arroz, al igual que Ecuador, pero el arroz ecuatoriano, por tradición y cultura, nunca estará en la mesa de los coreanos. Lo mismo sucede con el arroz coreano en la mesa de los ecuatorianos. Pero en otros productos, como por ejemplo el aguacate de calidad producido en Ecuador, tener un mercado de tres veces el tamaño nacional puede generar que un agricultor con tres hectáreas decida duplicar su cosecha.

P. ¿La tecnología es el mayor beneficio que Ecuador puede sacar de Corea del Sur?

Corea es la capital tecnológica del planeta. El avance tecnológico de este país supera al de Japón, Estados Unidos y China. No tienen otros recursos como el petróleo, pero le han apostado al desarrollo tecnológico. Una política de Estado en Corea es impulsar proyectos de transferencia de tecnología aplicada. Ecuador se puede beneficiar enormemente de este tipo de transferencia, porque tenemos niveles tecnológicos incipientes o casi nulos. No se trata simplemente de comprar un celular, sino de la posibilidad de acceder a la tecnología detrás del celular para hacer cosas que tengan que ver con el desarrollo industrial, agrícola, seguridad, educación, vigilancia, comunicaciones. Por ejemplo, Corea del Sur ha desarrollado mucho la tecnología de drones para aplicarse en el desarrollo agrícola. Además, Seúl es una de las ciudades más seguras del mundo.

P. ¿Cuáles fueron las claves del éxito para un cierre técnico tan rápido del acuerdo con Correa del Sur?

Todo parte de una política del Gobierno del presidente Lasso y que se resume en un eslogan: más Ecuador en el mundo y más mundo en Ecuador. Pero, más allá del eslogan, está el trabajo del Ministerio de Producción, comandado por Julio José Prado. Uno de sus mayores méritos ha sido la conformación de un equipo negociador de lujo, un orgullo ecuatoriano. Son jóvenes entre 30 y 35 años, a excepción del jefe de equipo, y con un alto componente de mujeres muy preparadas. En negociaciones, en donde se debe tener mucha información y habilidad, han dado resultados espectaculares en Costa Rica, China y ahora en Corea del Sur. Para llegar al cierre técnico se negoció en 24 mesas y tras bastidores estuvo este equipo negociador de jóvenes brillantes que no sale en los titulares de las noticias; pero que merece todo el mérito.

P. En todo acuerdo comercial se habla de ganadores y perdedores ¿Cuáles son esos ganadores y perdedores en este caso?

Lo principal es que aumentan las posibilidades de expandir los mercados de consumo de los productos ecuatorianos. Los tratados de libre comercio son el mecanismo idóneo para esto. Pero los mayores ganadores son los consumidores, porque tendrán acceso a productos de mejor calidad y, sobre todo, a menor precio. No discuto el hecho de que en tratados de libre comercio existan ganadores y perdedores dentro del ámbito de las empresas productoras y exportadoras. Pero prefiero decir que habrá productos y empresas más beneficiados que otros.  Con más competencia existe más exigencia, pero también más oportunidades de desarrollo. De la forma como se negoció el acuerdo con Corea del Sur, no quedaron temas sensibles sin resolver. Somos economías complementarias y no tengo duda que los pasos que vienen, que incluyen la aprobación constitucional, se darán sin problema hasta la firma. (JS)