Zonas como La Plaza Foch muestran signos de abandono con numerosos locales vacíos y viviendas desocupadas. Los habitantes ponen a prueba el Plan Urbanístico propuesto por el Municipio.
La Mariscal es uno de los cinco sectores que son primordiales para el Municipio. Pero, específicamente la zona de la Plaza Foch, luce abandonada. Desde la calle José Calama hacia la Plaza Foch (de norte a sur), se pueden ver decenas de negocios cerrados con carteles de venta o arriendo.
Los locales que antes eran restaurantes, discotecas y bares, están cerrados. Además, el 43% de inmuebles (departamentos y casas) del sector, el 43% está deshabitado, ya que los residentes salieron a otros barrios que les brindan más seguridad.
Desde el Municipio se asegura que el Plan Urbanístico de La Mariscal está listo para su implementación, pero aún falta la aprobación del Concejo Metropolitano, ya que uno de los puntos debe ejecutarse bajo ordenanza.
El documento cuenta con cinco ejes que contempla la eliminación de impuestos para la recuperación de residencialidad, interconexión a los sistemas de movilidad, recuperación de espacios verdes, rehabilitación y repotenciación de espacios patrimoniales, y nuevas reglas de funcionamiento de negocios.
Pero, según Martha Guerrero, presidenta de Bares y discotecas de La Mariscal, este plan no tiene nada nuevo y habló con LA HORA sobre lo que en realidad necesita ‘La Zona’.
Plan para 12 años
Los resultados del plan para revitalizar La Mariscal del Municipio se verían en un periodo de 6 a 12 años, con acciones de corto, mediano y largo plazo, en en perímetro comprendido entre las avenidas 12 de Octubre, La Coruña, Orellana , Selva Alegre, Versalles, Pérez Guerrero y Patria.
María José Escudero, coordinadora técnica de la Secretaría de Territorio, en una entrevista con LA HORA, destacó la importancia de abordar el vaciamiento poblacional mediante la reactivación de la residencialidad en el área.
Explicó que el plan incluye medidas como la exoneración gradual de los impuestos para construir edificios en zonas como la avenida 10 de Agosto y Versalles, donde se rehistra una alta desocupación.
Añadió que se establecerá una sectorización que regule la actividad comercial y residencial en diferentes partes de La Mariscal. Por ejemplo, cerca de la Plaza Foch se permitirán bares y discotecas.
Pero, y es uno de los cambios más radicales, sectores como las calles Tamayo, Ventimilla y las avenidas Colón y Amazonas, “serán exclusivamente residenciales”. Asimismo, áreas cercanas al Mercado Artesanal y 12 de Octubre tendrán un enfoque más cultural, “sin autorización para locales de entretenimiento nocturno”.
También dijo que se implementarán estrategias específicas para mejorar la seguridad, que apunten a reducir los índices delincuenciales. Una de ellas es la identificación de zonas prioritarias que deben contar con senderos seguros como las avenidas Veintimilla, Colón, Patria, Luis Cordero y el bulevar de La Amazonas.
Para esto se diseñarán Senderos Seguros en avenidas de alta afluencia como Veintimilla, Colón, Patria, Luis Cordero y el bulevar de la Av.Amazonas, acompañadas de mejoras en infraestructura como el soterramiento de cables y el cambio de luminarias.
La Mariscal es la cuarta parroquia de Quito con el mayor número de bienes patrimoniales. Según el Instituto Metropolitano de Patrimonio, en este barrio hay 188 bienes bajo esa denominación, de los cuales el 98% son de propiedad privada. De ese total se estima que 22 predios están abandonados y en un serio proceso de deterioro.
Para esto, el Municipio prevé emitir una ordenanza complementaria al Plan Urbanístico de La Mariscal que permita expropiar los bienes patrimoniales deteriorados. Actualmente esa posibilidad está bloqueada.
Controles más estrictos
Martha Guerrero, presidenta de la Asociación de Bares y Discotecas de La Mariscal, aclaró que las propuestas del Municipio no son novedosas y que siempre ha existido una división entre la zona residencial y la de entretenimiento en esta área.
Destacó la necesidad de implementar controles más estrictos para recuperar la zona, ya que muchos locales se están disfrazando de restaurantes o gastrobares pero funcionan como bares, discotecas o karaokes.
Para reactivar el sector, dijo que es esencial que las autoridades municipales tomen medidas para reducir la presencia de volantes promocionales, ya que estos confunden a los turistas y les impiden tomar decisiones informadas, lo que puede generar frustración.
Además, expresó su preocupación por la presencia de menores de edad, a quienes se les proporciona cédulas falsas para que puedan ingresar a las discotecas. Los cambios, dice, contribuirán a que tanto turistas como quiteños se sientan más seguros al visitar La Mariscal. (EC)
REGLA. Es prohibido que discotecas, karaokes y bares funcionen a menos de 200 metros de universidades y a menos de 100 metros de escuelas, colegios y hospitales.
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