¿Podrá la llamada “ley no más apagones” evitar nuevos cortes de energía a finales de 2024?

ENERGÍA. Las lluvias mantienen altos caudales en las hidroeléctricas.
ENERGÍA. Las lluvias mantienen altos caudales en las hidroeléctricas.

Hasta agosto de 2024 no habrá más apagones. Las lluvias y el aumento de los caudales de las hidroeléctricas dan un respiro; pero el aumento de la generación eléctrica todavía no se concreta.

Actualmente, se registran altos niveles en los embalses de las hidroeléctricas. Según información del Operador Nacional de Electricidad (Cenace), al final de la última semana, las hidroeléctricas aportaron entre el 87% y 88% de toda la producción diaria de electricidad. Esto representa más de 3.100 megavatios de potencia instalada.

“Con eso se soluciona, por los próximos seis meses el abastecimiento eléctrico del país. Lastimosamente, la presencia de buenos caudales calmó la situación; pero no se han seguido las gestiones necesarias para evitar nuevos apagones a finales de 2024 y principios de 2025”, explicó Carlos Morales, ingeniero eléctrico y consultor privado.

El Ministerio de Energía y Minas, dirigido por Andrea Arrobo, suspendió, en un primer momento, los apagones hasta el 29 de febrero de 2024; y, el pasado 23 de febrero confirmó que durante el actual estiaje no habrá más racionamientos.

Sin embargo, se prevé que el próximo estiaje (época de sequía) inicie desde septiembre de 2024.

 Licencias trabadas

Morales puntualizó que, a pesar de las expectativas despertadas por la ley de Competitividad Energética (segunda ley económica urgente de Daniel Noboa), que se vendió como la “ley no más apagones”, no se ha avanzado en contratar nueva generación eléctrica.

Estamos ya en el mes de febrero y la instalación de una central de generación térmica toma al menos 8 a 9 meses”, aseveró Morales

En su momento, Arrobo habló de la licitación de generación térmica en barcazas; pero no se sabe nada al respecto.

LA HORA consultó al Ministerio de Energía sobre cómo avanzan los procesos para tener generación adicional de cara al próximo estiaje; pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Además, el reglamento de la Ley de Competitividad Energética debía emitirse hasta el pasado 10 de febrero; pero hasta la fecha no se concreta esa emisión.

Por eso, tampoco se puede avanzar en implementar generación con recursos renovables (solar, eólica, entre otros) de hasta 10 megavatios, a través de inversión privada. Uno de los objetivos principales de esa normativa

Incluso si ya se emite el reglamento, los nuevos proyectos demorarán en entrar en operación y comenzar a aportar con energía. No se ven acciones por parte del Ministerio de Energía para tratar de solucionar estos inconvenientes y contratar nueva generación urgente”, dijo Norma Bucheli, ingeniera eléctrica

A todo esto se suma que las inversiones que estaban en marcha quedaron trabadas debido a un fallo de la Corte Constitucional que complicó el otorgamiento de licencias ambientales.

Al respecto, Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, aseguró que en el Gobierno hay un problema de prioridades.

Esto porque en los últimos días se anunció el próximo envío de una ley económica urgente de Turismo, cuya medida estrella es reducir impuestos para que vengan más artistas internacionales; mientras “miles de millones de dólares en inversión petrolera, minera, eléctrica, etc están detenidos por trabas regulatorias”.

La Corte no cerró la posibilidad de tramitar las licencias ambientales para todo tipo de proyectos productivos; pero limitó en gran medida el campo de acción, por lo que se necesita gestión y prioridades claras para ir tramitando todo lo que se pueda en el menor tiempo posible.

Por el momento, el único aumento en la generación eléctrica en el panorama podría llegar en diciembre de 2024, con la entrada en operación de la central Sarapullo dentro de Toachi Pilatón.

Eso aportaría con 200 megavatios. Es un aporte importante porque está en la cuenca del Pacífico; pero no evitará nuevos apagones en un próximo estiaje.

El ministro de Economía, Juan Carlos Vega Malo, en su momento dijo que el actual Gobierno había logrado destrabar los proyectos Villonaco (eólico) y el Aromo (solar), que no han avanzado como se esperaba en los últimos dos años, pero no se ha sabido nada más al respecto. (JS)

La ley de Competitividad Energética se aprobó por unanimidad (131 votos del pleno de la Asamblea) el 10 de enero de 2024.
Desde el Gobierno se asegura que se está socializando el reglamento de la ley de Competitividad Energética y pronto se lo emitirá.

Cinco puntos débiles de la Ley de Competitividad Energética

–No crea un mercado energético competitivo en el que cualquier empresa (privada/pública) pueda entrar a generar, transmitir o distribuir.

–No permite formación de precios en el mercado.

-Direcciona únicamente la inversión a fuentes de energías renovables no convencionales (solar, eólica y geotérmica.), pero cierra la puerta a las termoeléctricas a base de gas natural; e hidroeléctricas (que también son renovables).

–No elimina realmente las restricciones a la inversión privada porque la participación de capital privado sigue siendo una excepción que debe ser delegada por el Ministerio de Energía y Minas.

–No transparenta los subsidios eléctricos que deberían reconocerse en el presupuesto estatal, más no en las empresas eléctricas porque esto cierra la puerta a la inversión privada.

¿Cómo salir de la terapia intensiva en el sector eléctrico?

La ministra de Energía y Minas, Andrea Arrobo, durante sus primeros días en el cargo, dijo que se heredó un “sector energético (no solo eléctrico) en terapia intensiva”.

Incluso, antes de llegar al puesto pidió que se suspendieran todas las contrataciones que el anterior Gobierno tenía en marcha en sus últimos días; y cuestionó fuertemente algunos proyectos adjudicados por su antecesor.

La Ley de Competitividad Energética se vendió como la solución al problema y la vía para tener inversión privada en un sector donde el aumento de la generación eléctrica ha sido casi nulo en los últimos seis años.

Carlos Morales, ingeniero eléctrico y consultor privado, recalcó que la crisis no se superará si no se trabaja en varios frentes.

Si bien es correcto impulsar más generación renovable alternativa, el país debería aprovechar su potencial gasífero e impulsar la generación eléctrica con ese combustible.

Por otro lado, se deben agilizar los procesos de licitación emergente para evitar apagones en el próximo estiaje.

Como ya analizó LA HORA, Ecuador está cada año al borde de nuevos apagones porque tiene un sector eléctrico ineficiente, deficitario y politizado.

Es cierto que el Gobierno está poco tiempo, pero la realidad del país y sus múltiples crisis necesitan decisiones rápidas”, concluyó Morales.