La generación milenial enfrenta tres crisis

REALIDAD. La situación económica presente y futura de los milenials se complicó más con la pandemia.
REALIDAD. La situación económica presente y futura de los milenials se complicó más con la pandemia.

Con el mercado laboral más precario, los ingresos se redujeron y así la posibilidad de acumular patrimonio.

Los milenials ecuatorianos, que son los nacidos entre 1981 y 1996, han tenido que vivir crisis económicas y políticas. Los mayores de esa generación cumplieron la mayoría de edad cuando estalló la crisis bancaria de 1999.

Aunque también pasaron por el segundo boom petrolero, entre 2003 y 2014. Ahora, sus ingresos, capacidad de ahorro, e incluso oportunidades laborales son menores que las de sus padres a la misma edad.

Menos patrimonio que sus padres

“Cuando era adolescente esperaba que a mis 30 años ya estaría bien establecido. No sé, con toda la película armada de casa, perro y familia. Las cosas no han ido así. Tengo todavía una deuda por mi posgrado y la pandemia complicó más mis posibilidades de tener un mejor trabajo y sueldo”. Antonio Aguilar contó que en los últimos cinco años ha tenido cuatro empleos diferentes y ahora, a pesar de tener diplomas de cuatro nivel, gana menos de $800 al mes.

Según un estudio de la Reserva Federal de Estados Unidos, a nivel mundial los milenials alcanzan un patrimonio neto (activos menos pasivos) de $81.000. Sus padres, que pertenecen a la llamada generación Boomer, sumaban alrededor de $125.000 entre los 35 y 40 años.

En el caso de Ecuador, en promedio, los milenials no superan los $40.000; mientras hace tres décadas, sus padres ya habían podido construir un patrimonio de $85.000.

Anabel Rivas, economista y emprendedora, comentó que, aunque ahora hay un 50% más de opciones para comprar una casa, el costo es más alto debido a que los ingresos han caído entre 24% y 42%. Además, las prioridades ya no son las mismas de antes.

“Muchos milenials valoran más irse de viaje a la primera oportunidad, que tener que pagar la cuota mensual de una casa. Creen en acumular experiencias, más que en tener bienes. Pero a largo plazo, es decir al momento de jubilarse, eso puede cobrar una alta factura en la forma de bajos o nulos ahorros”, dijo.

Empleo más precario

De un total de casi 4,1 millones de ecuatorianos entre 25 y 40 años, alrededor de 1,6 millones tienen empleo adecuado; es decir, ganan al menos $400 mensuales y todos los beneficios de ley.

En otras palabras, el 38% de los milenials tienen una situación laboral estable y de ingresos mayores al Salario Básico Unificado. Según cifras del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), casi un millón son subempleados, mientras que 1,5 millones están entre el desempleo y otros tipos de trabajos informales.

El mercado laboral ecuatoriano siempre ha tenido un alto componente de precariedad; pero en la generación boomer, hace 30 años, el desempleo y la informalidad afectaba al 45% y no a más del 60% como en las actuales circunstancias.

Michelle Mora, 29 años, explicó que egresó de la carrera de administración de empresas, pero nunca obtuvo el título. La situación económica la obligó a priorizar el trabajo, aunque no ha logrado estabilizarse.

“He pasado por todo tipo de cosas. Desde call centers, venta de cursos de inglés, hasta un breve paso en el sector público. Ahorita estoy intentado sacar un emprendimiento con unos primos, y trabajo media jornada en una importadora. No tengo idea de cómo será mi vida el próximo año”, acotó.

La jubilación en la cuerda floja

Cuando la generación boomer tenía máximo 40 años, el sistema del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se financiaba con 8 afiliados activos por cada jubilado. Esa proporción ha bajado a 5 a 1; y para 2045 llegaría, en el mejor de los casos, a 3 a 1.

De la mano de la precarización laboral, cada vez menos personas aportan al IESS y el pago de pensiones es cada vez más incierto para los ecuatorianos que ahora están en plena edad productiva.

Augusto de la Torre, execonomista en jefe del Banco Mundial para América Latina, explicó que un reciente estudio hecho con el Ministerio de Economía establece que el Estado debe desembolsar al menos $1.000 millones al año para sostener las jubilaciones a mediano plazo.

Sin embargo, incluso cumpliendo con el aporte estatal del 40%, el sistema ya no tendrá liquidez ni sostenibilidad para 2045, es decir, cuando los milenials de mayor edad lleguen a los 65 años.

Con un déficit creciente, que pasó de $86 en 2014, a casi $2.000 en 2020 se necesitan cambios estructurales para revertir el deterioro. Estos cambios incluyen aumento de la edad de jubilación y de los aportes mensuales.

Actualmente, casi 725.000 milenials están afiliados al IESS en relación de dependencia; mientras que como voluntarios e independientes están registrados 350.000 personas.

Así, menos del 30% de los ecuatorianos entre 25 y 40 años podría aspirar a una jubilación. En el caso de sus padres, el porcentaje promedia en más del 45%.

EL 24% de la población ecuatoriana tiene entre 25 y 40 años
Menos del 30% de los milenials tiene casa propia y un 45% siguen viviendo con sus padres después de los 30 años.