¿Perder el olfato se convierte en una discapacidad?

Salud. Los síntomas más comunes en las personas que pierden el olfato son fatiga o debilidad muscular y dificultades para dormir
Salud. Los síntomas más comunes en las personas que pierden el olfato son fatiga o debilidad muscular y dificultades para dormir

La anosmia es uno de los efectos del coronavirus y en promedio no dura más de seis meses.

La anosmia es la pérdida del olfato y es uno de los efectos del contagio de Covid-19.

Según un estudio realizado en Estados Unidos y Gran Bretaña a 47.910 personas de entre 17 y 87 años, la anosmia puede durar hasta seis meses después de haber superado la enfermedad y consta como uno de los 50 efectos de largo plazo, que fue el objetivo de dicha investigación.

Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, indica que el tiempo de la pérdida del olfato es relativo, en algunos casos puede tomar días y en otros meses – especialmente si ha existido reinfección– sin embargo, “no es una secuela permanente”, destaca el galeno.

¿Es una discapacidad?

El olfato es uno de los cinco sentido de un ser humano, junto a la visión, el tacto, la audición y el gusto.

La pérdida de la visión y la audición forman parte de las discapacidades sensoriales. En el caso del tacto existiría una discapacidad física, en el caso de que la persona tenga dificultades para usar sus extremidades superiores.

Pero ¿qué pasa con el olfato? El Consejo Nacional para la Integración de las Personas con Discapacidad (Conadis) detalla que la anosmia no es una discapacidad y tampoco se encuentra dentro del manual de clasificación de discapacidades del Ministerio de Salud.

“La falta de sentido del olfato se valorará con 0%”, detalla el manual.

Álvarez explica que no se puede catalogar como discapacidad una secuela que no es permanente como la anosmia por Covid-19.

“Salvo que la personas utilice ese sentido para su trabajo, sea un catador o algo similar podría cambiarse de actividad laboral o considerarse como una causal para una jubilación anticipada”, explica Álvarez y destaca que no entra a los niveles de afectación necesarios para acceder a un carnet de discapacidad.

 Anosmia por daño neurológico

 Álvarez destaca que se debe separar la anosmia por Covid-19 de la que se puede generar por un daño neurológico, que frecuentemente se presenta como consecuencia tras un traumatismo craneoencefálico.

Se estima que su prevalencia oscile entre un 24% a 30% de pacientes que han sufrido un traumatismo craneoencefálico grave y hasta un 16% en los casos de traumatismos craneoencefálicos leves.

De tener un diagnóstico de daño neurológico entraría en la categoría de discapacidad psicosocial, pero no por la pérdida del olfato en sí, sino porque la anosmia es un signo de un problema neurológico grave que posteriormente deteriore la capacidad motriz u otras funciones.

Para buscar la causa de esta anosmia se debe acudir al otorrinolaringólogo y a un neurólogo. En el manual de discapacidades se especifica que el médico debe certificar después de 12 meses de tratamiento la deficiencia o secuela irreversible para que se considere una discapacidad.

Recuperar el olfato

El entrenamiento olfativo es una terapia que se ha utilizado tiempo atrás para curar los desórdenes olfativos y no provoca efectos secundarios a quienes lo realizan.

Los cuatro estímulos básicos para el entrenamiento son: clavo de olor, rosa, limón y eucalipto, también se puede realizar con: limón, nuez moscada, menta, café molido,  cáscara de naranja, canela, coco, son los elementos más frecuentes y utilizados por los pacientes. Percibir estos aromas estimula la regeneración de este sentido.

Efectos a mediano y largo plazo tras infección por Covid-19

Fatiga (58%)
Dolor de cabeza (44 %)
Fibrosis pulmonar (33%)
Caída del cabello (25 %)
Disnea (24 %)
Anosmia (24 %)
Ansiedad o depresión (23%)

Fuente: Estudio MedRxic

Tipos de discapacidad en Ecuador

tipo        cantidad de personas

Física:                     216.479
Intelectual:             108.588
Auditiva:                 66.722
Visual:                    54.662
Psicosocial:              25.762

Fuente: Conadis – estadísticas de discapacidad

Ocho de cada 10 pacientes con Covid-19 presenta al menos un síntoma persistente desde los 14 días hasta las 16 semanas después de una infección aguda
Según la OMS, hasta 2019, el 5% de la población mundial era anósmica.
La pérdida del olfato puede ligarse a la pérdida de gusto. En caso de reinfección por Covid-19 recuperar estos sentidos puede tomar más de medio año.

 

 

FRASE

 

“No es considerada (la pérdida del olfato) como discapacidad porque es temporal. No dura más de seis meses salvo en condiciones excepcionales”, Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha.