Desde el retorno a la vida democrática, en 1979, el Ecuador lleva un largo camino para convertirse en una nación que brinda mejores oportunidades a sus habitantes. Sin embargo, han existido grandes tropiezos.
El poder político, en varios momentos de la vida nacional, se ahoga en sus intereses particulares y ha dejado deudas para sus votantes y los ciudadanos.
Justamente ellos, en cambio, han dado muestras de una madurez que ha superado a la de los políticos. No obstante, los retos a los que nos enfrentamos no tienen precedentes.
Por eso acudimos a los especialistas en las áreas más sensibles para el futuro del país: ciudadanía, democracia, antimachismo, arte, salud, ciudad, economía, tecnología, educación y ambiente.
Sus testimonios ofrecen un camino a seguir para mejorar el tiempo que viene, también cómo enfrentar los riesgos, cómo enseñar a las nuevas generaciones, cómo aprovechar mejor la relación con el medio ambiente, cómo ser mejores dentro y fuera de las fronteras.
Son ideas concretas ante el cambio que atraviesa el mundo y nuestro país. Son 10 reflexiones sobre el nuevo sentido para la vida de los ecuatorianos.