Los robos y los recientes atentados con coches bomba no pueden detener la producción, el consumo y el movimiento económico de la ciudad. Las ventas crecieron un 3% en el primer semestre de 2023 y habían registrado un mayor dinamismo en julio y agosto. Esa recuperación, que todavía es insuficiente, no puede verse saboteada por la delincuencia.
Según datos del Servicio de Rentas Internas, entre enero y junio de 2023, en Quito se generaron ventas por $42.015 millones. Esto representó 3% más, o $1.033 millones adicionales a los $40.982 millones alcanzados en igual periodo de 2022.
Diego Vivero, representante de la Agremiación de Restaurantes de Pichincha, explicó que, a pesar de que todavía las ventas de sectores como el restaurantero están 20% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, se había registrado una mejora sustancial en el movimiento económico durante julio y agosto.
En otras palabras, se estaba produciendo una reactivación mayor. En este contexto, los dos coches bomba explotados en menos de 24 horas podrían provocar un frenazo justo cuando las cosas comenzaban a pintar mejor.
» Lo sucedido el día de ayer con los coches bombas sinceramente es un balado de agua fría y podría provocar que los quiteños consuman menos y se quieran quedar en casa. Eso no soluciona nada. Tenemos que estar conscientes que los buenos somos más y debemos unirnos para ayudarnos; pero sobre sobre todo para exigir que la justicia cumpla con su deber», dijo.
Según Vivero, la justica es la que más ha fallado a los negocios de Quito. Los negocios y restaurantes que ha sido sujetos de extorsión y robos han sentido la permisividad con los delincuentes en los juzgados.
«Hemos tenido que exponernos frente a frente con los delincuentes y poner en riesgo la seguridad de nuestras familia. El sistema judicial nos ha dejado indefensos», puntualizó Vivero.
En este sentido, Andrés Vera, pequeño comerciante en el norte de Quito, recalcó que el sistema judicial necesita un cambio radical para que se esclarezca lo sucedido con los dos coches bomba.
«Los delincuentes capturados no pueden salir con medidas sustitutivas como ya ha pasado antes. Deben ir a un sistema carcelario que realmente los rehabilite y no como ocurre ahora cuando es una escuela de delitos. Uno de los mayores problemas que tenemos actualmente es la justicia y un mal sistema de inteligencia que podría haber evitado atentados como los sucedidos ayer», afirmó Vera.
«No ganamos nada encerrándonos en casa»
Vivero aseveró que no se gana absolutamente nada encerrándose en las casas, donde tampoco la ciudadanía está segura, sino por el contrario exigiendo a las autoridades que cumplan con sus funciones.
Los últimos eventos reflejan el llamado de atención de grupos delincuenciales en un momento político de transmisión que los amenaza.
La esperanza de pequeños comerciantes como Clara Burbano, con una tienda de ropa en el sector de Iñaquito, es que los nuevos gobernantes ponga en marcha verdaderos sistema de inteligencia y tecnológicos para poner un alto a las bandas criminales; pero que también generen cambios e incentivos para que hayan más ventas y más empleos.
Vivero añadió que desde sectores como el de los restaurantes si se han estado haciendo esfuerzos por mejorar la seguridad de los quiteños. Desde 2022 está en marcha de programa Restaurante Seguro y se han reforzado las zonas especiales turísticas.
Además, desde el actual alcalde de Quito, Pabel Muñoz, se han encontrado con una «genuina preocupación sobre la seguridad». Todos los miércoles se desarrolla una mesa de seguridad con actores económicos y autoridades municipales.
Durante el transcurso del día de este 31 de agosto de 2023, LA HORA ha consultado por reacciones de otros gremios productivos sobre la situación económica y de seguridad de Quito; pero hasta el momento no ha habido respuesta. (JS)
DATO.- Quito tiene más de 170.000 empresas activas, sobre todo micro y pequeños negocios.
DATO.- En 2022, solo Galápagos y Pichincha (sobre todo Quito) alcanzaron más de 40% de empleo adecuado (al menos salario básico y 8 horas de trabajo).
Más de la mitad familias quiteñas consumen menos por el aumento de la delincuencia