El costo de cerrar el ITT es «bastante fuerte para ser absorbido en un solo año», según viceministro de Finanzas

PERSONAJE. Daniel Falconí es el actual viceministro de Finanzas del Gobierno de Daniel Noboa.

El Gobierno de Daniel Noboa considera que la actividad del ITT es muy grande para ser reemplazada automáticamente por otra. El impacto en menos ingresos y menos crecimiento económico hace que se estén evaluando cómo mantener las operaciones más tiempo.

Este 19 de enero de 2024, Daniel Falconí, viceministro de Finanzas, aseguró que el cierre del ITT (establecido para el 31 de agosto de 2024) representa un impacto económico al sector fiscal y la balanza de pagos » bastante fuerte para ser absorbido en un solo año».

Por eso, aunque aclaró que se debe respetar los dictámenes generados por otras instancias como la Corte Constitucional (CC), el Gobierno analiza mecanismos para mantener la explotación petrolera en ese bloque durante un tiempo más largo.

«Insistimos muchísimo en el hecho de que es una actividad (bloque ITT) económica muy grande que no tiene un reemplazo automático y que sí debe ser algo que la ciudadanía y el Ecuador se plantee: si el resultado de reducir operaciones como el Yasuní pueden ser reemplazadas inmediatamente», puntualizó Falconí.

Actualmente, el Estado no cuenta con el dinero para realizar el cierre de este bloque petrolero. Además, según el viceministro, Ecuador necesita los ingresos que esa actividad genera.

Con el fin de las operaciones y sin esos recursos, la realidad sería la de «un país que crece menos, que produce menos, tiene menos bienes disponibles para sus ciudadanos y eso significa menos bienestar».

El cierre del ITT durante 2024 pondrá más presión a unas finanzas públicas ya en número rojos y donde, de acuerdo con Falconí, se necesitan alrededor de $2.500 millones al mes para cubrir los gastos y las deudas básicas del Estado.

Al respecto, en un reciente comunicado oficial, el colectivo Yasuidos rechazó cualquier intento de no cumplir a rajatabla con el cierre del ITT, y También el posible aumento del IVA del 12% al 15%.

« No podemos aceptar que se quiera imponer una agenda contraria a la mayoría, como el aumento de impuestos regresivos que afectan a los más pobres, o medidas que destruyen la naturaleza, como continuar con la explotación del ITT», afirmaron los Yasunidos.

Como propuestas alternativas, en la línea de lo impulsado desde sectores políticos como la Revolución Ciudadana (RC), los Yasunidos están de acuerdo con el impuesto sobre las utilidades de la banca, el aumento del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) o el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE).

Asimismo, se muestran favorables a una «regulación de las utilidades de las telefónicas», el cobro de las deudas en firme de las grandes fortunas del país o la limitación de las exenciones tributarias.

Sin embargo, en su reciente comunicado, los Yasunidos no dicen una sola palabra sobre la focalización del subsidio a los combustibles.

Gobierno analiza focalización por sectores

Durante una entrevista en Ecuavisa, Falconí dijo que la actual coyuntura es propicia para que la sociedad en su conjunto pueda analizar que quiere hacer con los recursos petroleros del país y a quién debería entregarse los subsidios a los combustibles.

Ante la pregunta de si el gobierno tiene ya un plan de focalización, el viceministro contestó: «Estamos terminando la propuesta y estamos a la expectativa de poder conservar con el señor presidente para presentarle los diferentes tipos de escenarios, modalidades y estructuras»

Falconí puntualizó que las propuestas están en la línea de establecer diferentes tipos de focalización de acuerdo a cada sector, y no en fórmulas generalizadas.

Así, se ha estado analizando los subsidios al sector industrial, al sector pesquero, al sector transporte, al Gas Licuado de Petróleo (GLP).

El objetivo es saber quienes tienen la capacidad de pagar el precio real de los combustibles y quienes no, debido a que el Gobierno no quiere que se afecte a la cadena productiva.

«Los combustibles que más subsidio son el GLP, el diésel, gasolina vehicular y gasolina para generación eléctrica», aclaró Falconí. (JS)

 

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