La guerra los obligó a cambiar el balón por el fusil

Tropas y vehículos militares rusos en las cercanías de Kiev, la capital de Ucrania.
Tropas y vehículos militares rusos en las cercanías de Kiev, la capital de Ucrania.

Muchos deportistas ucranianos, entre ellos varios futbolistas, se han alistado para defender a su país de la invasión rusa.

KIEV. Varios integrantes del Catanzaro de Kiev se han visto obligados a despojarse de la camiseta de su equipo de fútbol amateur para enfundarse el uniforme de soldado, tomar las armas y defender a su nación de la invasión rusa que comenzó hace ya 12 días.

La guerra no hace prisioneros y, por supuesto, no entiende de profesiones. Bien lo saben los ucranianos Oleksandr Aliyev y Andriy Bohdanov, entre otros tantos, que hasta hace 10 días eran futbolistas. Hoy, la guerra los ha convertido en soldados. Han cambiado el balón de fútbol por el fusil.

El Catanzaro de Kiev es un club ucraniano amateur cuyo nombre hace referencia al equipo de la ciudad del mismo nombre, una localidad de unos 90.000 habitantes del sur de Italia, que milita en Serie C. Sus integrantes, jugadores de fútbol que «a su pesar», como cuentan desde el medio local ‘Catanzarosport24’, se han visto envueltos en una guerra y han tenido que dejar de lado el fútbol.

Aliyev y Bohdanov se pusieron en contacto con el diario desde la capital ucraniana para contar su historia, pedir ayuda y visibilizar la guerra que tiene lugar en estos momentos, con una fotografía en la que se les ve sujetando un rifle en un refugio.

El actual presidente del club, Oleksandr Sytsko, cuenta a la Agencia Periodística Italiana (AGI) la historia del modesto club ucraniano.

«La persona que le dio nombre al equipo amaba el fútbol italiano. Entre finales de los 70 y principios de los 80 quedó muy impresionado con el desempeño del equipo de Catanzaro. Quería darle nombre a nuestro club y, cuando se fue, decidimos dejar todo como estaba», declaró el actual presidente, que e pasa la mayor parte del día en un refugio antibombas.

El nombre del equipo creó incluso un vínculo -fútbol mediante- entre la región de Calabria, a la que pertenece Catanzaro, y Kiev que ha perdurado hasta ahora.

«Recibimos solidaridad de Calabria regularmente y muchas personas de Catanzaro y Calabria escriben con una oferta de ayuda o incluso con palabras de apoyo. No siempre tengo la oportunidad de responder a tiempo, pero es muy lindo y agradezco a toda la gente de Italia», confirmó.

«Nos gustaba defender los colores de un pequeño y orgulloso equipo de Calabria, era nuestra seña de identidad. Sabíamos un poco de la historia del equipo, seguíamos su rendimiento», añadió a AGI.

Sytsko no puede estar en contacto con todos los jugadores pero, además de los dos ya mencionados, asegura que hay otro más alistado, aunque, por el momento, sin armas.

«Me dijo en una conversación privada que ahora está en el ejército, pero no lo he visto con un arma. No tengo contacto con todos los muchachos, pero, para resumir, definitivamente hay 3 personas peleando en este momento».

De hecho, cuenta el máximo representante del club que uno de los que luchan es ruso de nacimiento, pero que defiende a Ucrania de la invasión ya que sus hijos son ucranianos.

El presidente del equipo aprovechó para hacer un llamamiento a la OTAN en busca de ayuda: «Pedimos a la OTAN que cierre el cielo sobre Ucrania y a que nos ayuden frente al agresor. Esto no es solo por el bien de nuestros niños y civiles, si no por el bien de todo el mundo. Debemos unirnos contra el agresor, contra el imperio del mal».

«Y luego, por supuesto, queremos ser parte de Europa. Parte del mundo civilizado, no de la Unión Soviética que Rusia sueña con revivir», sentenció. EFE

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