Políticos y asociaciones de la prensa lamentan el cierre de periódico boliviano

Así anunció el diario boliviano su última edición. (Captura de pantalla).

Página Siete sufrió un duro acoso del Gobierno y del partido de Evo Morales por su línea editorial libre. Sus finanzas colapsaron. 

Políticos y expresidentes de Bolivia, además de las asociaciones de periodistas y de prensa lamentaron este jueves el cierre de Página Siete, uno de los principales periódicos del país, que tras 13 años anunció que dejará de operar por cuestiones económicas y el acoso del partido de Gobierno.

El periódico boliviano anunció, ayer, que dejará de operar al quedarse sin recursos económicos, entre otras razones, lo que generó reacciones desde distintos ámbitos.

El expresidente Carlos Mesa y líder de Comunidad Ciudadana (CC), la principal fuerza opositora, lamentó que «la presión de los Gobiernos» del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y «las condiciones adversas obligan» el cierre de Página Siete.

«Pierde la democracia, el periodismo independiente y la ciudadanía con la liquidación de un periódico destacado y relevante en la historia de la prensa nacional», escribió Mesa en Twitter.

La expresidenta transitoria Jeanine Áñez, quien se encuentra encarcelada, indicó en sus redes sociales manejadas por su familia, que el MAS «da otro golpe a la democracia y libertad de expresión ahogando al periódico independiente» que es «de los pocos comprometidos con la verdad e imparcialidad».

El presidente Luis Arce «sigue plan de hacer de Bolivia otra Nicaragua y Venezuela. Luto en la prensa libre», señaló Áñez.

Asimismo, el expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga resaltó que «se silenció» al periódico boliviano y que «la corrupción, la ineptitud, la impunidad y el abuso festejan; la libertad llora».

«Gracias Página Siete por el ruido democrático que hicieron. Volverán», agregó.

El gobernador de la región oriental de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien también está encarcelado, señaló en sus redes sociales que «todos los bolivianos saben» que los directivos del diario «enfrentaron presiones y hasta procesos judiciales» y que en lo económico los «Gobiernos masistas ejercieron un férreo veto a este medio y le negaron la pauta publicitaria del Estado».

«Estamos en el momento más duro del acoso autoritario contra las estructuras democráticas de nuestra sociedad y de la patria», manifestó Camacho.

Animó a «no dejar caer las banderas de la prensa libre» y que la ciudadanía siga denunciando los «hechos de corrupción y los atropellos de este gobierno autoritario».

La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) expresó su «profunda preocupación y alarma» por el cierre de Página Siete «originado en el bloqueo publicitario, el hostigamiento público por redes sociales y la presión política judicial que terminaron inviabilizando sus sostenibilidad económica».

«El anuncio de que Página Siete dejará de circular es una muy mala noticia, porque los medios de comunicación libres, pluralistas e independientes son un pilar vital de la democracia».

La ANPB expresó su solidaridad con los trabajadores y manifestó su «preocupación por la grave situación por la que atraviesan los medios de comunicación en general y los escritos en particular» en el país.

«Advertimos que una situación como la que obligó el cierre de Página Siete pueda repetirse con otros, que están sometidos a los problemas y situaciones que las denunciadas», agregó.

Página Siete publicó este jueves su última edición y anunció el cese de operaciones después de 13 años, a causa de una «tormenta perfecta» que, entre otros, fue causada por un «acoso» ejercido desde el partido de Gobierno, según denunció su directorio.

El presidente del directorio, Raúl Garáfulic Lehm, difundió una carta mencionando las causas que les llevaron a esta decisión, entre ellas que «el partido de Gobierno bloqueó sistemáticamente la pauta publicitaria para el periódico» e incluso «presionó a empresas privadas» para que no publiquen sus avisos en el periódico. (EFE)