Primer corredor humanitario evidencia la desesperación por comida

Ventas. El desabastecimiento por más de dos semanas de paro causó desesperación en las personas por comprar productos para alimentarse.
Ventas. El desabastecimiento por más de dos semanas de paro causó desesperación en las personas por comprar productos para alimentarse.

En Imbabura se permitió abrir ferias, tiendas y mercados. La gente se aglomeró para conseguir productos.

Redacción IMBABURA

En medio de 17 días de paralización en Imbabura, los dirigentes indígenas permitieron que se vendieran productos en mercados y ferias, así como la circulación vehicular. Sucedió este 29 de junio de 2022, en Otavalo, Cotacachi y Antonio Ante, donde se vive un cierre total de todo tipo de negocios y se limita cualquier movilización de personas.

Bajo la amenaza de saqueos y amedrentamientos, denunciados por los comerciantes y empresarios, estos tres de  los seis cantones que tiene Imbabura, llevan más de 15 días totalmente paralizados, con bloqueos viales y rondas en centros urbanos, de parte de grupos de indígenas, para que nadie trabaje o se movilice.

Esto ha provocado desabastecimiento de productos de todo tipo, entre ellos alimentos, combustibles y medicinas. Desde la Federación de Pueblos Kichwas de la Sierra Norte (FICI), que lidera la movilización en la provincia, se decidió abrir un corredor humanitario.

 Todo se acabó rápido

Tal como lo anunciaron desde la FICI el día anterior, en diferentes comunidades y sectores de Otavalo se abrieron ferias y mercados, hasta en media vía pública, donde los mismos productores llegaron desde diferentes partes para ofrecer lo que tenían.

Solo se puso a la venta lo que había, en su mayoría granos, harinas, frutas y vegetales, mientras otro tipo de alimentos, como pollo y pescado no se ofrecieron a la ciudadanía.

Incluso, en el mercado 24 de Mayo, el más grande de Otavalo, que desde el 13 de junio de 2022 cerró sus puertas, cuando inició el paro, se observó poca cantidad de comerciantes, pues la mayoría afirmaron que no contaban con productos para sacarlos a la venta.

Todo se acabó rápido. Decenas de personas, de partes rurales y urbanas del cantón, incluso de otros cantones aledaños, como Cotacachi y Antonio Ante, llegaron para abastecerse, en ciertos momentos generando aglomeraciones y algo de desorden, evidenciando la desesperación ciudadana por conseguir alimentos.

En las afueras de tiendas y depósitos de víveres también se formaron largas filas de ciudadanos, quienes mostraron su malestar por no tener la regularidad para adquirir insumos para sus hogares.

Marcelo Rueda, uno de los compradores, dijo que el desabastecimiento es evidente y que la situación está tocando fondo en las familias que no encuentran nada abierto para comprar alimentos, hace más de dos semanas.

“A más de 15 días de paro nos dan la oportunidad de tener productos para comprar y comer, sin darse cuenta que su protesta está desesperando a las personas”, apuntó.

“No dejan que funcionen ni las tiendas. No hay gasolina para venir a comprar cuando dejan vender a los comerciantes. No todos viven cerca. No existen restaurantes ni servicios a domicilio porque los manifestantes no dejan trabajar. Nos están matando de hambre y cuando se colme la paciencia de la ciudadanía no sé lo que pase”, agregó.

Maribel Benalcázar, por su parte, también mostró su malestar por la falta de alimentos en la ciudad y la provincia, criticando el accionar de autoridades e indígenas.

“Ahora resulta que los que hacen el paro deciden quién come y quién no. Quién trabaja y quién no. Parece que las autoridades que en realidad deberían tomar el control de esta situación están ganando su sueldo gratuitamente, porque otros son los que están a cargo de la Imbabura y Otavalo”, aseveró.

Comercio. El mercado de Otavalo se abrió tras 17 días de protestas, pero no todos los comerciantes tenían productos para ofrecer.
Comercio. El mercado de Otavalo se abrió tras 17 días de protestas, pero no todos los comerciantes tenían productos para ofrecer.

Productos perdidos

Desde los comerciantes también se evidenció cierto malestar al volver a sus puestos de venta, donde hace dos semanas dejaron todo y no pudieron volver ni para sacar lo que tenían.

Una de las vendedoras, en declaraciones a medios comunitarios de Otavalo, dijo que al regresar a su puesto, encontró sus frutas y verduras totalmente podridas, por lo que aprovechó para vender lo poco que tenía esta jornada y luego se ocupó en limpiar su espacio.

 Solo por un día

Manuel Díaz, vocero de la FICI, fue enfático en que solo se permitirá las ventas el 29 de junio de 2022, pues la paralización total de Otavalo y la provincia continuará con locales totalmente cerrados y vías bloqueadas.

“Al abrirse un corredor humanitario en el cantón Otavalo y la provincia de Imbabura no significa que se levanta el paro, más bien se fortalece y continúa con el levantamiento concretado por la Conaie”, informaron desde la FICI.

Indígenas no toman en cuenta a las autoridades para los corredores

El Gobernador de Imbabura, Arturo Fuentes, dijo que hay cantones donde no se permite que actúen las autoridades gubernamentales, incluso desconociendo a funcionarios designados por el Ejecutivo, como jefes y tenientes políticos. La dirigencia indígena prácticamente ha tomado el control de los territorios.

“Estamos con inconvenientes en Otavalo, donde ellos quieren elegir sus propias autoridades, sin dejarnos articular el trabajo, queriendo actuar por su propia cuenta para que lleguen alimentos, gas, medicinas”, relató.