Reyes y reyezuelos

Manuel Castro M.
REX, REY, REGIDOR

Rey es un señor que desde tiempo inmemorables ha heredado un título, sin ofrecer nada y también sin mayores méritos, generalmente. Etimológicamente viene de REX, el que rige, el monarca. La monarquía es una forma de gobierno donde el cargo supremo está en manos del rey. En estos casos el poder es hereditario. Su autoridad es absoluta, concentra todos los poderes (de gobernar, de legislar, de hacer justicia). En España, Dinamarca, Reino Unido, por ejemplo, se dirige a él como “Su Majestad”, pero, como no basta ese limitado trato, “Su Majestad Imperial” ha sido usado por emperadores y emperatrices, que no se quedan atrás en vanidades provenientes del poder. La palabra “reyezuelo” se refiere a un pájaro común considerado el rey de los pájaros pequeños, a la vez que es un término despectivo para la realeza, pues cualquier débil rey puede ser llamado así, además es referido para tiranos, dictadores, populistas, solo que tienen poder, en sistemas republicanos o lo que queda de este sistema de gobierno.

IMPORTANCIA DEL TEMA PARA ECUADOR

Aparte del interés histórico, cuyo tema sería demasiado amplio para agotarlo, hay que observar que desde hace siglos han existido reyes, reinas, emperadores, zares, que han regido los países, comarcas, tribus, con diferentes denominaciones y orígenes, desde divinos, hasta por las armas y sobre todo por la sangre. Pero desde el siglo XVII gracias a pensadores, filósofos, juristas eminentes, teólogos, ha caído generalmente en desuso tener una monarquía. La Revolución Francesa tomó la iniciativa para después recular y permitir nuevos reyes en Francia. Pero las ideas de Voltaire, Montesquieu calaron en el mundo y hasta hoy tienen influencia para descartar el sistema de gobierno monárquico por sus abusos, nacimiento y entronización nada democráticos, ajenos al pueblo. Sucede que en nuestro país, debido a la crisis social, económica, de inseguridad, corrupción, una parte de la población con buena fe y también por justa irritación, expresa que estaría de acuerdo con “golpe de Estado” y una mano fuerte obviamente de origen militar, olvidando que en el  mundo, en América Latina, en el Ecuador, ya sea sufrido dictaduras, con especies y poderes parecidos a reyes, emperadores y la mayor parte reyezuelos, quienes no solo han perjudicado a los países sino que  han suprimido las conquistas democráticas y republicanas, y han reprimido mediante el crimen al pueblo y han saqueado para beneficio personal las arcas fiscales, además que han querido perpetuarse en el mando y hasta han dejado o querido dejar sucesores.

REYES DE FRANCIA

Tuvo reyes legendarios, pero la Casa de Borbón ha dado una buena parte de ellos, durante los últimos cinco siglos, hasta que se llega a Luis XIV el Rey Sol, que rigió con poderes absolutos desde 1643 hasta 1715, quien afirmaba “El estado soy yo”. El último titular, por nacimiento, fue Luis Felipe I, cuyo trato fue ”Su Majestad Cristianísima”, Emperador de los franceses de 1814 a 1815. La realeza de Francia llegó a su fin el 17 de enero de 1793: el rey de Francia, Luis XVI, Luis Capeto considerado ya un simple ciudadano, fue decapitado por orden de la Convención Nacional Francesa por un solo voto, y pasaría a la historia como el último galo que ejerció sus poderes de monarca absoluto, lo que hizo que Revolución Francesa se adentrara en la nueva era. Esto trajo una sucesión inagotable de revueltas, guerras y rebeliones, sentenciado al Antiguo Régimen en casi toda Europa y dando vía libre a la implantación de sistemas liberales. Junto a la libertad, igualdad y fraternidad surgió la guillotina, no como un instrumento de justicia sino de garantía de igualdad ante la ley, pues antes la decapitación por hacha o espada estaba reservada a los nobles, mientras a los plebeyos correspondía la horca o suplicios como la hoguera o la rueda.

LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Fue un proceso social y político que se desarrollo en Francia entre 1789 y 1799, cuyos principales efectos fueron la abolición de la monarquía absoluta y la proclamación de la República, eliminando las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen. Las causas fueron la falta de libertades individuales, la pobreza extrema y la desigualdad que existía en Francia durante el reinado de Luis XVI y María Antonieta, además que el clero y la aristocracia gobernaban con un poder despótico y sin límites. También suele incluirse dentro del proceso revolucionario el gobierno de Napoleón Bonaparte (1799-1815). Las principales aportaciones de la Revolución Francesa fueron: La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, instauración de una constitución dentro del gobierno, abolición de los privilegios de la nobleza y el clero, inicio del nacionalismo. Hubo el tiempo del Terror y del poder jacobino que finalizó en 1794, con un golpe de estado llevado a cabo por la burguesía moderada y líderes jacobinos como Robespierre fueron ejecutados. En esta etapa adquirió especial importancia el ejército, dentro de sus filas surgió Napoleón Bonaparte, que coincidiría con el Directorio en 1799.

NAPOLEÓN BONAPARTE EMPERADOR Y CON SUCESORES REYES Y NOBLES

Más tarde conocido por su nombre regio Napoleón I, nuevamente un título real, fue militar y político, nacido en Córcega (Italia) y quien dirigió exitosas campañas    durante las guerras revolucionarias. Finalmente se declaró Emperador de los franceses. El imperio napoleónico llegó a controlar parte del continente europeo, logró dominar Cataluña, Italia, Países bajos y Bélgica, entre otros territorios. Finalmente, en 1815 el ejército francés comandado por el emperador Napoleón fue derrotado por los ejércitos británicos, neerlandeses y alemanes, dirigidos por el duque de Wellington.

En cuanto Napoleón I se proclamó Emperador de Francia, olvidó su lucha contra las monarquías y la sucesión, impuso a su familia, ya noble, en diversos gobiernos. Napoleón III fue el único presidente de la Segunda República francesa (1848-1852) y posteriormente fue el último monarca de Francia (1852-1870), miembro de la familia Bonaparte, era hijo de Luis I Bonaparte y de Hortensia de Beauharnais, hija de la emperatriz Josefina (esposa de Napoleón I). Sobrino de Napoleón I, de José I de España y de Luis II de Holanda. Napoleón II fue hijo de Napoleón I y de la emperatriz María Luisa de Austria, murió a los 21 años y nunca llegó a reinar. Pasó a la historia con el título que recibió al nacer: rey de Roma.

UN INTRANSIGENTE REY QUE NO SE CONVIRTIÓ EN REY

Enrique de Artois, conde de Chambord, francés, nieto de Carlos X de Francia, y considerado el rey Enrique V de Francia por sus partidarios tras la abdicación de aquel. Tenía posibilidades de ser rey,  luego de una posible restauración de la monarquía, y la renuncia al aspirante al trono el Conde de París, Felipe de Orleans, y su renuncia de derechos en favor de Enrique de Artois. Pero éste se mostró contrario a cualquier tipo de acuerdo con las instituciones heredadas de la Revolución Francesa, especialmente la aceptación de la bandera tricolor, pues Enrique consideraba que era imposible para él la aceptar el trono para solamente legitimar la Revolución de 1789. Durante este período de intransigencia, los diputados republicanos empezaron a ganar escaños en la Asamblea Nacional y en Francia se instauró la Tercera República Francesa y las esperanzas de Enrique quedaron deshechas. Ergo: algunos aspirantes a reyes creen que nacieron con la corona y que nadie puede quitarles, sean o no intransigentes, déspotas o hasta buenos. Ventajosamente el mundo ha cambiado y los reyes que existen actualmente no “rigen” o gobiernan, sólo se mantienen por la tradición en ciertos países.

DE PROLETARIOS A REYES SIN CORONA CON PODER

El III Reich (reinado) en Alemania tuvo desde 1933 como su monarca absoluto a Adolf Hitler, el guía, el fuhrer, que desató una guerra mundial, casi acabó con Alemania, asesinó judíos, gitanos, homosexuales, comunistas, más que un rey o un emperador, fue el dueño absoluto de un país en ese momento civilizado. Lenin, Wladímir Uliánov, acabó con los zares, otra forma de referirse a los reyes absolutos, y se convirtió en el monarca de Rusia, el nuevo zar, comunista por supuesto, a pesar de la contradicción. Murió en 1925 y dejó sucesor, al amparo del partido: José Stalin, quien gobernó a sangre y fuego desde 1925 hasta 1953 en que falleció. Otro rey, pero con ideología marxista leninista, Stalin realizó purgas de millones de ciudadanos rusos que se le opusieron. Luego el partido siguió nombrando a los sucesores hasta 1990 en que se terminó la Unión Soviética, por la mala política económica de sus reyes gobernantes (les decían Secretarios Generales del Partido Comunista, en la forma, en el fondo reyes absolutos y totalitarios). Por reyes, sin esa denominación no han faltado, pero con poderes superiores en veces a los antiguos reyes.

LATINOAMÉRICA Y SUS REYEZUELOS

A pesar de que se luchó y se obtuvo la independencia de la monarquía española y se estableció el sistema republicano en América Latina, no han faltado reyezuelos en sus diversos países. Lo fueron los Trujillo en República Dominicana, abusivos, criminales y con sucesores; los Somoza en Nicaragua, con iguales sistemas que los anteriores; Fulgencio Batista en Cuba. Todos ellos sin méritos intelectuales peor de estadistas, solo apoyados en el poder que tenían, como resultado sumieron a sus países en el atraso y miseria, suprimieron las libertades e hicieron fisga, con sus ridiculeces y prepotencia de diminutos mandatarios, al sistema democrático. Más, hoy, en Venezuela existe un reyezuelo, Nicolás Maduro, sucesor de otros reyezuelo, dictador y demagogo, Chávez. En Cuba Fidel fue rey por cincuenta años, únicamente era barbón sin ser Borbón. Dejó a su hermano de sucesor, de un país falto de libertades, de educación, salud, y de pobreza, gran hazaña de tales reyezuelos, pequeños pero pájaros de alto vuelo. Ortega en Nicaragua es un reyezuelo con reyezuela, Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta de Nicaragua,a quien quiere, extraño caso de sucesión, entregar en el futuro el mando de un país que se desangra, sin prosperidad ni libertades. Reyes sin corona, pero con fusiles a discreción de los que discrepen.

ECUADOR CON ASPIRANTES A REYEZUELOS

En nuestro país más o menos se ha mantenido el sistema democrático, a veces con dictadores débiles y jefes militares adueñados del poder, pero sin muchas ejecutorias, tanto que se las ha calificado a tales dictaduras de “dictablandas”. Excepción manifiesta de dos personajes: Ignacio de Veintimilla, Ignacio de la Cuchilla, como le llamaba Montalvo, entre abusivo, ridículo y matonil; y Rafael Correa, quien degradó la presidencia de la República por sus abusos, vanidades pueriles, poses de predestinado y poca honradez, más cerca de reyezuelo que de rey, con seguidores ciegos, que tal vez aspiran a ser sus sucesores.

La experiencia, apenas esbozada, nos hace ver que no necesitamos ni reyes, ni reyezuelos, ni dictadores militares o civiles, para que el país se enrumbe por mejores destinos. A la democracia se la fortalece con más democracia, a la justicia se llega con sabiduría no por la fuerza, a la igualdad y equidad por un manejo ético, inteligente y generoso de la cosa pública.

MANUEL CASTRO M.