El mito de la condonación millonaria

El sector más deshonesto de la oposición intenta ahora, con renovado afán desestabilizador, posicionar entre la ciudadanía la mentira de que los últimos gobiernos han condonado miles de millones en impuestos a grandes empresas. De esa forma, se busca deslegitimar todos los esfuerzos del Ejecutivo por ordenar las cuentas del país y su negativa a ceder ante las exigencias de dádivas de diferentes grupos.

Los supuestos miles de millones existen apenas en la mente de los fanáticos que defienden esa versión engañosa. Los presuntos beneficiarios sí pagaron los impuestos que adeudaban y las condonaciones se aplicaron a valores que, en realidad, nunca pasaron de ser meros anhelos de quienes manoseaban la ley tributaria, como multas irracionales, intereses por mora divorciados de la realidad o montos en litigio que jamás se resolverían. En otros casos, esas cifras devienen de grotescos errores de cálculo o confusión de términos básicos de materia tributaria que, en teoría, todo político debería dominar.

A los vendedores de humo de nuestra política les gusta comparar realidades con escenarios utópicos que habitan solo en sus cabezas. El que un gobierno arbitrario del pasado haya decidido caprichosamente que miles de millones del sector privado le pertenecían no implica que esa riqueza haya llegado, en ningún momento, a ser parte del presupuesto del Estado. Creer que el déficit presupuestario se puede arreglar por medio de confiscaciones, sin entender el efecto catastrófico que ello tendría en el tejido productivo en su conjunto, es igual de absurdo. De forma irresponsable, la oposición busca pretextos cómodos y consuelos imaginarios, mas no alternativas reales.