Calidad de vida

La paz mental no tiene precio
La paz mental no tiene precio

Eduardo Puertas G.

La Salud Mental es un tema de mucho interés para la sociedad actual, además de ser una necesidad importante a la hora de hablar de desarrollo social de nuestra región. Hoy en día, la mayoría de los noticieros están colmados de fallecimientos, suicidios, asaltos, corrupción, etc. lo que nos hace reflexionar sobre una sociedad abandonada y cada vez sumergida a un caos potencialmente peligroso. Si bien es cierto, la seguridad de la sociedad recae, en su mayoría  en las funciones legítimas del Estado, también es importante que cada célula social, es decir, la familia, pueda realizar su parte para contrarrestar el impacto que conlleva el incremento de la violencia en nuestros días. La familia es el primer ente formativo para los seres humanos, de ahí la necesidad de prevalecer la formación en principios y valores morales que ayuden a frenar el reflejo de inseguridad que se evidencia en la sociedad. Sin embargo, en nuestra cultura la Salud Mental ha quedado relegada por otras proyecciones de tipo social y económico, lo que genera que lo urgente se anteponga a lo verdaderamente importante. Es habitual confundir equivocadamente al nivel económico con la calidad de vida, lo que deriva a pensar en que salud mental es una cuestión de cifras económicas. Hoy en día, se considera a la Salud Mental en función de la calidad de vida que pueda desarrollar una persona, sin embargo, esta primera se refiere a la oportunidad y capacidad de luchar por su propio patrimonio, mas no a la cantidad de recursos que se pueda obtener de la sociedad. La verdadera esencia de la calidad de vida radica en la capacidad de enfocarse y luchar por las propias aspiraciones, por lo que se puede llegar a ser antes que el tener.

[email protected]